lunes, 12 de diciembre de 2011

Últimas noticias del orbe taurino....

Pocas cosas han pasado en este último mes y medio que me hayan llamado la atención. El mundo taurino descansa relativamente en los meses de invierno y las noticias se mueven más entre rupturas profesionales y nuevos apoderamientos que entre hechos ocurridos en el albero. Desde la muerte del maestro Antoñete no he vuelto a escribir nada. Ese hecho me dejó noqueado y en blanco durante bastantes días. Precisamente otra muerte, en este caso la del maestro sevillano Diego Puerta, con tan sólo setenta años, me ha hecho volver a sentarme a escribir. Si bien es cierto que nunca le vi torear en directo,-se retiró para siempre en 1974, antes de que yo naciera-, sí que he visto muchos vídeos de actuaciones antológicas del torero de San Bernardo. Diego tuvo algo más que su famoso valor con el que ha pasado a la historia. Tuvo su arte, su torería, su sevillanía. Considerado figura del toreo por crítica, público y compañeros, su muerte ha dejado un gran vacío en el mundo del toro. Sus duelos con El Cordobés, con Camino y con El Viti entre otros, pasarán a la historia y serán referentes para todos los que algún día quieran ser figuras del toreo. Descanse en paz el maestro Diego Puerta. El apoderamiento de Diego Urdiales por parte de Santiago López ha sido otra de las pocas noticias que han llamado mi atención en estos días. Ojalá Diego despegue de una vez porque se lo merece. Santiago suele tener buen ojo y acaba siempre colocando muy bien a sus toreros en las ferias. Lo demás corre por cuenta de la espada y la muleta de Diego. A buen seguro que el torero riojano no desaprovechará esta oportunidad. Es un torero con mucha calidad y a tener muy en cuenta. El concurso para la adjudicación de la plaza de Madrid también me ha llamado la atención. La asociación en una misma empresa de José Antonio Martinez Uranga y su hijo Manuel Martinez Erice, Simón Casas y Toño Matilla (estos dos últimos como consejeros de Taurodelta) me hace sentir cuanto menos inseguro. Considero que es una estrategia de los Choperitas para quitarse de en medio a dos empresarios que potencialmente serían peligrosos a la hora de administrar la plaza de Las Ventas. No estoy muy convencido de que el resultado de esta mezcla vaya a ser positiva. Y menos teniendo a Simón Casas en el barco. La bohemia del francés y su sentido artístico y romántico del toreo creo que no pegará demasiado con la versión puramente empresarial de los Choperitas y de Matilla, con todos mis respetos para ellos. Ojalá me equivoque y todo resulte beneficioso para la fiesta si salen elegidos. La fiesta hoy en día necesita más que nunca la unión de todos, y más si cabe de los pocos empresarios taurinos que van quedando después de tanta crisis y de tanta falta de todo. Aun así, en mi pueblo hay un refrán que dice; reunión de pastores, oveja muerta. Juzquen ustedes mismos. La temporada americana no la estoy siguiendo demasiado. El Cid tuvo una buena actuación en su confirmación de alternativa en el coso de Insurgentes. Talavante en Lima volvió a bordar el toreo. En Quito se han celebrado las primeras corridas sin muerte. No me gusta este pseudo espectáculo porque lo considero hipócrita. No se mata al toro en la plaza y luego se le acribilla en los corrales. Para mear y no echar gota... Esperemos que no se tome esto como ejemplo y que se siga imponiendo la cordura de la que siempre ha hecho gala la fiesta.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Hasta siempre Maestro

Llevo varios días en blanco. De un plumazo se me olvidó escribir. Se me olvidó pensar. Cuando el sábado por la tarde me enteré que el maestro Antoñete había muerto, un frío me recorrió todo el cuerpo. Un escalofrío que me dejó tieso. En ese momento recordé la última vez que le había visto. Fue en el certamen de novilleros sin caballos de Moralzarzal hace un mes escaso. Chenel reaparecía en el ruedo de los micrófonos y las cámaras del plus después de mucho tiempo de retirada obligatoria por culpa de su maltrecha salud. Recuerdo que sentí lástima al volver a verlo. Estaba muy desmejorado. No sé porqué presentí que su final estaba cerca. Aun así, en ese estado y sin apenas voz entendible, siguió soltando sus sentencias y los comentarios breves, precisos y certeros con los que tanto hemos aprendido los aficionados al toro. Casi todo lo que sé se lo debo a él. Crecí con él viendo las corridas que retransmitía Canal Plus. Me acostaba escuchando su voz en la Cadena Ser. Gracias a él he aprendido a ver el toro, a valorar lo que hace el torero, a ser un buen taurino. E incluso he aprendido cosas de él en el campo de la vida. Esa filosofía de la superación ante la adversidad, del disfrute de la vida, de la no codicia, de la bohemia, de la singularidad, del conformarse en los malos momentos con lo que uno tiene... Tantas cosas he aprendido del maestro que no cogerían todas en mil páginas. Del Antoñete torero poco hay que decir que no se haya dicho ya. Torero de los más puros que han existido. Con mucho valor, cosa que no se le ha cantado. Y con una mano izquierda y un sentido de las distancias y el temple sin igual. Elegante, con gusto, caballero y muy inteligente. Su media verónica ha sido la mejor de todos los tiempos. Y sobretodo, muy buena persona. En el recuerdo nos quedarán siempre sus mejores faenas y sus palabras precisas. Su mirada limpia y su sonrisa franca. Su sensibilidad y su tabaco. Ese maldito tabaco que aunque se lo quitaran por obligación hace seis o siete años ha sido el que se lo ha llevado con 79 tacos. Desde aquí sólo quiero darle las gracias por todo lo que he aprendido de él. Ahora, todo el mundo del toro le lloramos. Hasta la lluvia y la rasca, como usted decía, le han acompañado en su última salida a hombros de su plaza de Las Ventas, esa que fue hogar y casa en los buenos y malos momentos. Seguro que ahí arriba volverá a vestir su lila y oro, -Chenel y oro ahora-, como tantas tardes lo hizo aquí. Maestro, le echaré mucho de menos. Hasta siempre...

martes, 18 de octubre de 2011

Feria de El Pilar 2011. Talavante y Mora ganan. Padilla me parte el alma...

La Feria de El Pilar de este 2011 será recordada durante muchos años. Por cosas buenas y por otras no tan buenas. Entre lo destacado como positivo hay que nombrar a dos torerazos que han marcacado la feria para bién: Alejandro Talavante y David Mora. El extremeño estuvo enorme con un muy buen toro de Núñez del Cuvillo, de nombre "Esparraguero". Creativo, inspirado, templado, variado, con una mano izquierda prodigiosa. Como es habitual en él, pinchó una faena que era de dos orejas y rabo. Pasará el tiempo y seguiremos hablando de esa faena. No tengo duda. David Mora ha sido el otro torero del ciclo. Poderoso, valiente y decidido, metió en la muleta a un toro de Antonio Bañuelos que no tenía ni uno. La inceridumbre del toro la atajó David a base de tesón y entrega. Le robaron una segunda oreja justísima que le habría abierto la puerta grande. No importa. Es otra de las actuaciones que debe quedarse en las memorias. En cuanto al toro hay poco que decir. Exceptuando ese toro de Cuvillo que lidió Talavante, cuatro de Cuadri que se dejaron y dos de Bañuelos, poco más hay que se pueda salvar de la quema. Algunas corridas resultaron realmente infumables, como la de Prieto de la Cal y Ana Romero, que además de mostrar mansedumbre tuvieron peligro. Y otras como Alcurrucén, Cuvillo, Benjumea o Parladé, que habían estado dando juego en otras plazas aquí no acabaron de dar la talla. De entre los toreros modestos me gustó Javier Castaño por el temple que demostró, y Robleño y Alberto Aguilar por las narices que tienen al empeñarse sacar muletazos a auténticos mulos. Lo más gordo de este tipo de toreros es que pasa el tiempo y no se aburren de pelearse con fieras que son más de cama y hule que de triunfo. Olé por ellos. En el lado negativo de la feria hay que hablar de Juan José Padilla. Poco puedo decir que ya no se haya dicho o visto. Padilla se jugó la vida al querer banderillear a un toro que no era para lucirse y lo pagó con su sangre. Ese gesto de agradar al público del jerezano le honra y pone de manifiesto lo grande y honrado que ha sido siempre este torero. Tras la terrible cornada me temí lo peor. Me invadió el desánimo y las lágimas de Abellán en el callejón me terminaron de partir por la mitad, si es que no estaba ya lo suficientemente roto por dentro. En ese momento apagué la televisión y me fui. No quería ver nada más. Incluso renegué por unos instantes de la fiesta de los toros. Gracias a Dios Padilla sigue con nosotros. No tengo duda de que dentro de un tiempo, el cual se me antoja largo, le volveremos a ver delante de un toro. A Padilla le sobran arrestos para eso y para mucho más. Desde aquí mi admiración al "Ciclón de Jerez" por tantos años y tantas cornadas. Por esa sangre derramada tantas veces y por sus muslos cosidos a cornalones. Esta feria del 2011 será recordada por el ya famoso "Fuerza Padilla" que todos los taurinos le hemos gritado hasta quedarnos sin voz y sin lágrimas. Ojalá que pronto vuelvas a lo tuyo. Ojalá que pronto vuelvas a hacer feliz con tu alegría a todo aquel que te rodea. Ojalá que vuelvas a ser tú, Padilla. Personas como tú hacen falta en la fiesta y en la vida. ¡Fuerza Padilla!

lunes, 3 de octubre de 2011

Madrid. Feria de Otoño 2011. La autenticidad de la fiesta...

Ayer concluía la Feria de Otoño de Madrid, una de la últimas del calendario taurino. Y de las más importantes en estas fechas en las que la temporada expira ya sus últimas bocanadas de aire. Han sido cuatro festejos los que se han dado desde el jueves pasado hasta ayer domingo. Y ha habido de todo. El juego de los toros ha sido malo en general. Tan sólo un novillo de Gabriel Rojas el jueves (el sexto), un toro de Puerto de San Lorenzo el viernes (el cuarto), ninguno de Gavira el sábado -entre los cuales hubo tres toros totalmente impresentables por mal tipo y malas hechuras para Madrid-, y dos de Adolfo el domingo que sin ser nada del otro mundo por lo menos se dejaron estar delante (segundo y cuarto). En cuanto a los toreros, cabe destacar la labor de Victor Barrio que cortó una oreja del buen sexto novillo de Gabriel Rojas, demostrando que está ya más que preparado para dar el salto al escalafón de matadores. El Cid, que cortó otra oreja de un buen toro del Puerto, estuvo a la altura y dio algunas tandas al natural sensacionales. Por un momento llegué a pensar que podía perder la batalla con un toro tan exigente. Por suerte no fue así y El Cid demostró una vez más que sigue aquí por algo y que tiene mecha para rato. Ni Perera ni Castella tuvieron opciones. El sábado se me heló la sangre y se me pusieron de corbata durante las dos horas y media que duró la corrida. Iván Fandiño y David Mora se jugaron la vida. Así, literalmente. Se la jugaron sin trampa ni cartón ante una mala y peligrosa corrida de Gavira que completó un igualmente mal sobrero de Lozano hermanos que hizo primero bis. Ambos toreros cobraron de verdad, cada uno se llevó varias volteretas espeluznantes y si no les pasó nada fue porque álguien se entretuvo en obrar milagros sin parar. Tanto uno como otro demostraron que están aquí para quedarse y que tienen condiciones de sobra para ser figuras. Lo del sábado fue el colofón perfecto a una temporada en la que se han revelado como dos toreros que saben torear y que atesoran un valor descomunal. Un valor al servicio de la pureza y del toreo bueno. Dos carreras paralelas desde que ambos matadores coincidían en las tapias de las fincas salmantinas hace diez o doce años. Dos toreros que sin ser nuevos han sido novedad. Dos tíos de los pies a la cabeza que el año que viene irán a todas las ferias porque este año se han partido los muslos en todas las plazas. Lo del sábado fue la demostración de la autenticidad de nuestra fiesta. El hombre y el animal en una lucha por salvar su vida. Una lucha con la muerte que es capaz de convertirse en arte y emoción. Los antis deberían ver tres o cuatro corridas de estas al año. Estoy seguro de que cambiarían de opinión. Aquí no hay mentiras. No hay trampa ni cartón. Esto es lo más auténtico que existe. El resultado es lo de menos. A la oreja que cortó Fandiño en el quinto y a la vuelta al ruedo que dio David Mora en el sexto hay que sumarle tantas cosas más que sería imposible decirlas todas. Yo sólo puedo decir "gracias, torerazos". Ayer domingo se cerró la feria con la de Adolfo. Mala corrida por descastada y peligrosa, con dos toros noblotes que al menos se dejaron estar delante. Bién Rafaelillo que escuchó dos ovaciones fuertes. Estuvo decidido y muy valiente, sobretodo con el primero, un toro peligrosísimo que sembró el caos de salida al colársele de forma espectacular con el capote a Rafaelillo y al coger dramáticamente a su banderillero José Mora al que se quiso comer en el suelo. A pesar del momento tan angustioso que vivimos, Mora sólo se llevó una cornada de 15 cm en el muslo derecho. Nada para lo que podía haber pasado. Antonio Barrera tuvo pocas opciones pero mostró que está en buen momento. Serafín Marín no estuvo en toda la tarde. Le ví desangelado y gris. Con ese regusto amargo de los toros de Adolfo, terminó la Feria de Otoño de Madrid. Una feria que se recordará gracias a dos toreros que hicieron revivir la autenticidad y el porqué de una fiesta tan grande, hermosa y emocionante que todavía mucha gente se empeña en no querer ver.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Adiós Barcelona, adiós...

Ayer 25 de Septiembre se cerraba, de momento, la Plaza de toros Monumental de Barcelona. Ya no se podrán dar toros al menos durante un tiempo. Se ejecutaba así una de las mayores injusticias que ha dado la democrácia desde que esta existe. Una injusticia política de unos señores que siempre han odiado todo lo que huele a español. La escusa barata de que todo responde a una irreal protección de los animales, no han tapado los verdaderos motivos del cierre. Unos motivos basados en el feroz nacionalismo de unos políticos que vomitan cada vez que se habla de España y por consiguiente, de sus tradiciones. Como ya he dicho en más de una ocasión, no sólo los mandatarios catalanes son los responsables de este desaguisado. El mundo del toro tiene gran parte de responsabilidad. Durante mucho tiempo en el que la fiesta ha sido atacada no se ha hecho nada por defenderla. Pequeños detalles como la retirada del emblemático toro de Osborne o la prohibición de la celebración de espectáculos taurinos en plazas portátiles en Cataluña fueron fraguando un futuro incierto que al final se ha consumado. Otras medidas no menos agresivas como declarar la región catalana como zona antitaurina o la prohibición de la entrada de menores a las plazas de toros acabaron por confirmar una realidad que cada día se veía más cerca. Al cierre de Barcelona ya le precedieron otros cierres como el de Tarragona o Figueras en los que tampoco se hizo nada. El árbol de la tauromaquia en Cataluña se fue podando y secando sin que nadie moviera un dedo y al final ese árbol se ha caido seco y sin vida al suelo. En el horizonte una esperanza. O dos; el próximo cambio de gobierno nacional y el recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, únicas balas en la recámara que nos quedan para que esta pesadilla no se pueda terminar por consumar. Lo tenemos difícil ya que los entendidos en leyes dicen que cuando una ley es aprobada en un parlamento es muy difícil que se cambie. El empujón definitivo del medio millón de firmas a favor de la fiesta, que podrían proporcionar una moratoria indispensable para evitar la tragedia, todavía está por ver. Antes del cuatro de Noviembre deben presentarse dichas firmas y según los estadistas no se llevan más de trescientas mil. El tema pinta negro. Muy negro. Ojalá que por lo menos la plaza no se venda. Al parecer ya hay ofertas por ella de magnates que quieren convertirla en una mezquita o en un centro zoológico para niños. Venderla sería la puntilla definitiva que borraría definitivamente la fiesta de los toros en Cataluña. Lo que muchos catalanes no saben es que esta prohibición les va a salir cara. Muy cara. 450 millones de euros a los que van a tener que hacer frente los ciudadanos catalanes con sus impuestos por daños y perjucios tanto a los dueños de la plaza, los Balañá, como a los distintos empresarios y ganaderos implicados en tan atroz injusticia. Estoy seguro que la sinrazón y la cabezonería harán que se opte por el pago antes que seguir oliendo a español. En fín, una pena. Lo ocurrido ayer y antes de ayer en la plaza, taurinamente hablando, ya no tiene importancia. Han sido dos dias de triunfos, de reivindicación, de buen toreo, de cantos a la libertad, de toreros llevados en hombros hasta el hotel. Y de lágrimas, muchas lágrimas. De toreros retirados que deben parte de su éxito a esa plaza, de recuerdos de juventud cosidos a sus almas, de inicios inciertos y éxitos rotundos que les abrieron las puertas a otras plazas. Y lágrimas de toreros en activo que ya no podrán volver a liarse el capote de paseo en su patio de cuadrillas. Llantos de niños catalanes que quieren ser toreros y que probablemente nunca puedan torear en su tierra. Una injusticia cara que sólamente ese medio millón de firmas en favor de los toros, el refrendo del Tribunal Constitucional y la no venta de la plaza podría evitar. Ojalá que así sea y que dentro de tres o cuatro años podamos celebrar que Cataluña vuelve a ser taurina y libre.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Feria de Albacete 2011. Baja el toro y Manzanares sigue con su sinfonía...

Ayer domingo 18 de Septiembre terminó la tan nombrada Feria de Albacete. Una feria que todos los años lleva consigo una serie de festejos de relumbrón. Las figuras y el toro se dan cita en la capital manchega para hacer las delicias de los que amamos esta fiesta. Y el toro, seña de identidad de Albacete ha fallado este año. Siempre se dice que el toro de Albacete y Logroño es el más serio de cuantas plazas de segunda categoría existen en España. Se dice y se afirma que incluso es más grande que muchos toros que se lidian en plazas de primera categoría. Pues bién, este año no ha sido así del todo. Ha habido baile de corrales en varios días, toros rechazados por impresentables, corridas incompletas que han tenido que echar mano de varios sobreros de Luis Algarra para ser completadas. Sobreros corraleados en su mayoría que exceptuando uno han dado mal juego. Todo un despropósito. En las corridas de las figuras el toro menguó sin excepción y en otras corridas consideradas toristas también. Varios de los cebadas lidiados el sábado tenían una presencia lamentable para una plaza como la de Albacete. En resumen; el toro ha bajado y mucho este año. Así que tomen nota los Serolos porque parece que aún no se han dado cuenta de cuál es el toro que gusta en Albacete. En cuanto a los toreros, hay que destacar en primer lugar dos ausencias notables. La de Morante de la Puebla y la de José Tomás. Según dijo la empresa, Morante dijo que no venía y Tomás argumentó que Albacete no entraba en sus planes para esta temporada. Particularmente me da que dicen la verdad a medias. Hubieran quedado mejor diciendo que a Morante no le han querido contratar después de la espantá del año pasado y que José Tomás es muy caro para ellos. De los que sí actuaron en el serial hay que destacar a César Jiménez, que salió por la puerta grande el día 9, a Sergio Serrano que también cruzó esa puerta el día 8 y que repitió el día 11 sustituyendo a Iván Fandiño completando una feria extraordinaria. Este torero tiene muy buenas formas y sabe torear. Serafín Marín, Miguel Angel Perera, Curro Díaz -que hizo una torerísima faena al cuarto de la tarde del día 15-, el Juli, que estuvo poderoso como siempre y que también salió por la puerta grande el día 15 después de cortar una y una y tras que el presidente le negara la segunda oreja del quinto de la tarde. Talavante y su mano izquierda -una de las mejores del escalafón-, que encandiló a todo el público que estábamos allí. David Mora, que estuvo cumbre con los de Cebada Gago y que demostró una vez más que atraviesa el mejor momento de su carrera. Y Manzanares. Manzanares, Manzanares, Manzanares. Se comenta por Albacete que la gente todavía está toreando por las calles. Tremendo. Dos orejas en cada toro después de dos faenas inconmensurables por su poder y estética. Dos faenas ante dos toros que no eran nada del otro mundo pero que se dejaron. Este torero, con medio toro te hace un faenón. Si la faena a su primero fue sensacional, también es cierto que mató mal. Pinchó entrando a recibir en un primer intento y, sin soltar la mano de la espada, quedándose en la cara del toro, empujó la espada hasta meterla casi entera. Una manera un tanto indecorosa de matar que no gustó a parte del público que manifestó su disconformidad con la manera tan poco ortodoxa de matar del torero alicantino. En otro sitio, ese gesto feo le hubiera robado una oreja. Aún así, a sus manos fueron a parar las dos orejas de ese tercero de la tarde. Con el sexto idem de lo mismo pero esta vez matado de un imponente volapié. Probablemente la mejor estocada de la feria. Ahí ya no hubo discusión. Dos orejas rotundas. El triunfador de la feria que a buen seguro acaparará todos los premios habidos y por haber. Durante las faenas de Jose Mari ví a gente llorar, algún sombrero cayó a la arena, las gafas del Pimpi volaron hacia el torero cuando este daba la vuelta al ruedo... En fín, una apoteosis parecida a la que vivimos el 30 de Abril cuando indultó al toro "Arrojado" de Cuvillo en Sevilla. Dos faenas para el recuerdo que se sumarán al anecdotario particular con el que dentro de muchos años, si Dios quiere, deleitaré a mis nietos. Tan sólo me queda apuntar una cosa. Creo que la sustitución de Iván Fandiño del día 11 debería haber ido a parar a otras manos. No tengo nada en contra de Sergio Serrano, que estuvo muy bién las dos tardes. Pero ese hueco, a mi gusto debería haber ido a parar a las manos de Diego Urdiales, después de cómo ha estado ese torero en la reciente feria de Bilbao. O a manos de Sergio Martinez o Andrés Palacios, que torean poco pero que para mí son los mejores toreros que tiene Albacete en estos momentos. La feria acabó ayer con la novillada de Pedrés, que era toda una corrida de toros. Buena y encastada, permitió el triunfo de Victor Barrio, cuya alternativa se me antoja ya inminente. En cuanto al ganado destaco a la corrida de Juan Pedro Domecq, con tres toros muy buenos, la de Zalduendo, con otros tres toros que se dejaron, uno de Martelilla, otro de el Pizarral, dos de Albarreal y el quinto de Cebada. Aun así, en cuanto al toro la feria ha sido pobre. Mala presentación en la mayoría de los casos y con poco contenido bravo. Y un cornalón; el del banderillero de Miguel Tendero, Juan José Gimeno Mora, que por suerte se recupera ya en una clínica albaceteña y que a buen seguro podrá volver a torear en unos meses. Cuando el mes de Septiembre del año que viene llegue de nuevo, y volvamos a sentir la ilusión de ir a los toros a Albacete, miraremos atrás y yo, particularmente, sólo tendré memoria para recordar lo que ocurrió con Manzanares el día 16 de Septiembre de 2011. Todo lo demás se habrá difuminado como la niebla de la noche cuando rompe el sol de la mañana. Una mañana tan llena de vigor y verdad como el toreo mismo.

lunes, 29 de agosto de 2011

Bilbao. Segunda parte de la feria. Urdiales, Urdiales, Urdiales...

Los últimos cuatro festejos de la semana grande de Bilbao nos dejaron pocas cosas que destacar. Eso sí, buenas. El Jueves 25 se lidió una corrida de Victoriano del Río -el sexto de Toros de Cortés-, muy desigual de presentación y de nulo juego. Vamos, una moruchada que apenas ofreció posibilidades a Ponce, Juli y Perera. Los tres lo intentaron y los tres se estrellaron. Corrida sin historia. Quizá lo mejor de la tarde fue la presencia en un burladero del callejón del maestro de Vitigudino "su majestad" don Santiago Martín "El Viti". A él fueron a parar los brindis de los tres toreros en reconocimiento a una vida en figura del toreo. Al día siguiente, viernes 26, le tocaba el turno a los "Alcurrucenes" de los archiconocidos hermanos Lozano. Y los toros manchegos no defraudaron. Sin lugar a dudas ha sido una de las corridas más completas y mejores de toda la feria. Hasta cuatro toros se dejaron y de qué manera. Concretamente destacaron primero, tercero y cuarto -estos dos últimos con una calidad extraordinaria-. Ponce cortó una oreja del cuarto que casi son dos si el presidente no le hubiera negado la segunda. Particularmente pienso que estuvo bién negada y que la faena en su conjunto fue de una oreja. David Mora demostró que está siendo el torero del año y que puede con todo. Le arrancó una meritoria oreja al complicado segundo y con el quinto estuvo sensacional. Valor al servicio del toreo bueno. Luque no se quedó atrás y demostró que tiene gatos en la barriga. Completó una tarde de entrega y mantuvo la línea de lo que está siendo su temporada. En el tercero dió una merecida vuelta al ruedo mientras que en el sexto hubo de conformarse con una ovación tras una faena más de pundonor que de otra cosa. El sábado, día grande en Bilbao, se lidiaba la esperada corrida de El Pilar. Tan sólo se salvaron primero y sexto, uno por bravo y otro por enclasado. El resto mejor olvidarlo... El Cid cortó una oreja del bravo primero y escuchó una ovación en el cuarto. Muy por encima de su lote, Manuel Jesús demostro que aún tiene coba para rato y que a día de hoy sigue pudiendo con casi todo lo que sale por toriles. Castella -que se llevó el peor lote-, y Manzanares, estuvieron en su línea, osease, en figuras del toreo. Gran faena de José Mari con el sexto que sorprendentemente marró con los aceros. Ayer domingo llegó la conmoción. El shock. El arrebato. Los cojones cuadrados -con perdón- de un torerazo que debería estar en figura. Que lo demuestra cada tarde que se pone el traje de torear. Que sabe torear. Que tiene valor y gusto. Que le sobra raza para jugarse la vida. Con el primero de su lote poco pudo hacer. El victorino no tenía nada dentro. Pero con el quinto vimos la dimensión de este pequeño torerazo de Arnedo. Buen toro aunque algo agarrado al piso al que Urdiales planteó una faena maciza desde el principio. Y torando bién, no pasando por allí como si la cosa no fuese con él. Pinchó y perdió dos orejas clamorosas. Mi puño se estrelló contra el cabecero del sofá y una mala palabra salió de mi boca. Era la rabia que me había hecho estallar. Diego necesitaba esas dos orejas como el comer, ya que últimamente las empresas se están olvidando de él. Y mira que ha hecho méritos para estar en todas las ferias. No sé si será su estatura, o quizá su seriedad. O el encasillamiento de torero de corridas duras que arrastra cual carga pesada. No sé. El caso es que estamos ante un torerazo de los pies a la cabeza. Aunque no cortara orejas, la faena ha quedado ahí, en la retina del buen aficionado. Y toda España lo ha visto. El que olvide lo que Diego le hizo a ese victorino y lo bién que estuvo en su anterior comparecencia en Bilbao no sabe lo que hace. Sería algo canallesco. Bravo Diego. Padilla cortó una oreja del cuarto, cuya mayor virtud fue la movilidad que tuvo. El torero de Jerez estuvo bullicioso y por momentos toreó medio bién. Bolivar arrancó una oreja del mejor toro de la tarde; el tercero. El sexto no tenía ni uno. Y así concluyó una de las ferias más importantes del circuito taurino. A golpe de vista me quedo con Morante, con Urdiales, con Manzanares, con la corrida de Cuvillo, con Alcurrucén y con tres toros de Victorino. Me quedo con la diferencia entre jugársela y huir. Con dos toros muy parecidos por malos y complicados, El Juli se la jugó y Ponce no quiso ni ver al suyo. Y por encima de todo me quedo con el toro de Bilbao. Ese que por desgracia no abunda en las plazas de toros hoy en día.

jueves, 25 de agosto de 2011

Bilbao. Corridas generales. Morante vuelve a soñar el toreo...

Bilbao. Esa feria del norte. Con su ruedo gris plomizo. Con sus nubes y su sol escondido. Con sus tardes otoñales en Agosto. Con su toro de primera. Serio, en puntas. Aquí no hay trampa ni cartón. Y si hay cartón, pronto sale ardiendo. En estas cuatro primeras tardes del abono he visto cosas grandes. Muy grandes. También me he tapado los ojos para no ver otras cosas que me siguen haciendo daño. La segunda de abono -pues la primera fue la de rejones, y ya sabeis que yo de rejones entiendo lo justo-, me dejó atontado. Como si una mala droga me hubiera reventado por dentro. Mala la corrida de Miura. Muy mala. Descastada, vacía por dentro. Mansa y cobarde. Algunos muy flojos y con demasiado sentido. Los dos sobreros que salieron por los dos miuras devueltos, uno de Toros de La Campana (2º) flojo y otro del Marqués de Domecq (6º) difícil. Ni Padilla, ni Rafaelillo, ni el debutante Raúl Velasco pudieron hacer nada. En cualquier caso, a Velasco se le adivinan buenas formas, como ya demostró en su reciente paso por Las Ventas. Hay que darle tiempo y oportunidades porque puede romper. Al día siguiente se lidió la corrida de Fuente Ymbro. Decepcionó en parte porque todos los taurinos, desde por la mañana, estaban enamorados de la corrida. Tan sólo el primero, que tuvo clase por el pitón derecho, y el sexto, bravo y manejable, se dejaron hacer algo. El resto quedó en tierra de nadie. Me encantó Diego Urdiales, torero que siempre me ha gustado y que tiene una clase y un sentido del gusto y la estética que ya quisieran muchos. Con el buen primero estuvo cumbre, regalándonos varias series por el lado derecho que tuvieron sabor y mucha torería. Por el izquierdo el toro no tenía ni uno, y así se lo hizo saber el toro cuando en un muletazo por ese lado el toro le prendió de forma dramática afortunadamente sin consecuencias. Pinchó y perdió la oreja. Aún así dio una calurosa vuelta al ruedo. César Jiménez y Matías Tejela no tuvieron su tarde. Les vi ausentes y hasta fríos diria yo. El martes 23 llegaban los toros de Núñez del Cuvillo, y con ellos las figuras y la expectación. Corrida que no defraudó porque hasta el momento ha sido la mejor de la feria.
Exceptuando el peligroso toro que salió en sexto lugar, el resto fueron buenos. Muy buenos. Manejables, nobles y bravos. A partir de ahí, sólo queda hablar de la faena de Morante al cuarto. Sublime. Magistral. Histórica. Única. Morante de la Puebla cuajó con el extraordinario cuarto de la tarde una de las faenas más importantes que se le recuerdan. Si no la mejor. Una faena ante un toro exigente que le obligó a empezar sometiéndolo por abajo para atemperar la encastada embestida y abrirle los caminos, cosa que no todo el mundo entendió porque más de uno pensó que Morante se estaba doblando con él para inmediatamente entrar a matar. De echo, algunos hasta pitaron. A partir de ahí vino la sinfonía del arte. La inspiración del genio. Una faena que aún está durando puesto que José Antonio estuvo toreando una eternidad. Con la derecha, con la izquierda, todo muy suave. Armonía pura y dura. Para colmo se tiró a matar como pocas veces lo hace; con verdad. Y lo mató, vaya si lo mató. Los dos pañuelos de Matías asomaron juntos y a la vez al palco. No había duda. Estábamos ante algo histórico. Probablemente ante las dos orejas más rotundas que se han concedido en esta plaza en toda su historia. No exagero. Manzanares sólo pudo arrancarle una oreja al quinto de la tarde tras una faena más de pelea que de arte. Sus dos toros, muy encastados, no se lo pusieron fácil. Aún así, José Mari estuvo muy por encima de su lote. David Mora, que sustituía a Iván Fandiño, sólo pudo hacer algo con el tercero, noble y colaborador. Cada día y cada corrida que pasa, este chaval demuestra que tiene que estar en el circuito de las figuras, porque tiene mucho valor y torea muy bién. Y lo más importante; parece torero. Con el sexto no pudo rascar bola por que no tenía ni uno por ningún lado.
La corrida de Jandilla de ayer decepcionó. Complicada para estar delante de ella. Toros con las cabezas muy sueltas. Peligrosos algunos. Manejable y noble el primero y sin acabar de romper el segundo y el tercero. Jiménez Fortes -que tomaba la alternativa-, estuvo bién con el noblote primero. Serio, asentado, tranquilo y muy templado, virtud esta del temple que este chico tiene a espuertas. Otro de los que hay que tener presente porque cuando menos lo esperemos pega el zambombazo. ¿Por qué? Pues porque torea muy bién. Talavante y El Juli pecharon con un lote complicado y correoso. Bien Talavante con el quinto, pudiéndole cuando eso precisamente no era tarea fácil. Quedan todavía varias corridas interesantes en esta semana que va poco a poco apagándose. Será difícil que vuelva a ocurrir algo como lo del Martes con el genio de La Puebla. Todo puede ser en esta vida. Pero eso es complicado que se repita. Más que nada porque mi cuerpo no podría aguantar dos terremotos emocionales seguidos tan fuertes. Veremos que pasa...

sábado, 6 de agosto de 2011

Cultura no es la solución

El pasado viernes 29 de Julio, el Consejo de Ministros aprobaba el Real Decreto por el que los espectáculos taurinos pasaban del Ministerio del Interior al de Cultura. Indudablemente este era un paso que había que dar cuanto antes. Los taurinos veníamos reclamando este traspaso desde hace ya un tiempo. Concretamente desde que se supo que en Cataluña los toros iban a estar vetados en un corto plazo de tiempo. El mundo taurino se movilizó y a través de la Mesa del Toro y del grupo de toreros asociados más conocido como el G10, se inició una serie de conversaciones con los altos cargos de la política española. Particularmente pienso que esta medida recién adoptada es una cortina de humo que ha usado este gobierno antitaurino que estamos sufriendo para taparnos la boca durante un tiempo y que en consecuencia dejemos de ladrar. O mejor dicho, de mugir. No creo que la solución a los problemas del orbe taurino esté en el paso a Cultura. La solución pasa por adoptar medidas más concretas y eficaces, como por ejemplo declarar de una vez a la fiesta como bien de interés cultural. O como patrimonio cultural de nuestra tierra española. Yo que sé. Lo que ustedes quieran. El futuro pasa por blindar la fiesta como se ha hecho recientemente en Francia. (Lamentable el hecho de que los vecinos galos nos hayan tomado la iniciativa en algo que es genuinamente nuestro). La reducción del IVA y del impuesto de la Seguridad Social a la hora de montar espectáculos taurinos, es otra de las medidas que deberían tomarse muy en serio. Ya se cuentan por varios los empresarios que han dejado de organizar espectáculos taurinos por la combinación fatal entre crisis económica e impuestos más que elevados. Resumiendo. Entiendo que el paso a Cultura nos beneficia, pero no es la solución. La solución pasa por adoptar algunas de las medidas que he enumerado. Y otras más que por repetitivo no he querido citar. Cultura es un tapabocas que intenta cerrar una herida en falso mientras que lo que hay debajo se sigue pudriendo. Pese a todo me reconforta saber que ya no estamos en el mismo saco en el que están los delincuentes, las cárceles, los terroristas... Bien mirado ahora somos más elegantes y mejor considerados al estar en un departamento acorde con el trasfondo de nuestro arte taurino. Me queda la certeza, triste por otra parte, de que aún habrá gente, políticos incluidos, que pensarán que somos los mismos perros con distinto collar. Se seguirán riendo de nosotros, así por lo bajini y pensarán que si antes eramos delincuentes violentos, ahora somos violentos cultos. Como muy bien dijo El Guerra en su día, hay gente pa tó. Allá ellos con su rencor.

viernes, 5 de agosto de 2011

Visita a Los Chospes

El pasado sábado día 30 de Julio, gracias al trabajo incansable de la Asociación Cultural Taurina "Aficiondos del toro Villa de Iniesta", tuvimos la suerte y el privilegio de visitar la ganadería albaceteña de Los Chospes. Situada en pleno ascenso de la sierra de Albacete, en el término municipal de El Robledo, la finca "El Colmenar" cuenta con aproximadamente 400 hectáreas de terreno, repartido entre las labores agrícolas y la cría del toro de lidia. La finca, no excesivamente grande pero sí muy coqueta, a su vez cuenta con un extraordinario cotijo, a modo de palacio, en lo más alto del lugar. Una construcción magnífica donde reina el color albero y las múltiples flores que se reparten por los innumerables jardines que contiene. Después de un almuerzo ligero en el pueblo de El Cubillo, próximo a la ganadería, emprendimos el camino hacia la finca de Los Chospes, cuyo propietario es Fernando Moreno, extremeño afincado en tierras manchegas. Tres todo terrenos nos llevaron por todos los rincones del extenso terreno y pudimos apreciar la belleza del toro de lidia en todo su esplendor. Cercados con corridas apartadas, vacas con sus crías, naturaleza de por medio. Tras ver de cerca -a escasos metros-,el impresionante trapío de algunos de sus toros, de procedencia inequívocamente Jandilla-Daniel Ruiz, nos encaminamos hacia la preciosa y muy cuidada plaza de tientas para asistir al tentadero de tres vacas a cargo del matador de toros albaceteño Sergio Martinez. Las tres se dejaron torear, con sus matices. Extraordinaria la primera, que fue aprobada. Manejable la segunda y complicada la tercera. Estas dos últimas fueron rechazadas. Sergio Martinez estuvo cumbre. Realizó tres faenas de distinto calado pero con el denominador común de una mano izquierda descomunalmente buena y un temple sin parangón. No entiendo porqué este chaval no torea casi nada. De largo es el mejor torero de cuantos hay a día de hoy en Albacete. Sin duda alguna el de más y mejor calidad. Horas después, tras la tertulia que mantuvimos en la sobremesa de la comida, me confesaba que su carrera ha estado plagada de mala suerte. Lesiones y cornadas a destiempo, jugarretas de apoderados de pacotilla, marginación por parte del mundo taurino a pesar de haber cortado cinco orejas en Madrid y de haber salido trece veces por la puerta grande de su tierra. Ni siquiera en Albacete cuentan con él. Este año por ejemplo no torea ninguna tarde y otros que llevan años más fuera que dentro y que han demostrado su poca valía sí están puestos. No entiendo nada. Tras el tentadero y de degustar una rica comida, nos enfrascamos en una entretenida tertulia en la que tuve el honor de intervenir como tertuliano gracias a la invitación de Miguel Angel y Alberto, máximos directivos de la asociación cultural “Aficionados del toro Villa de Iniesta”. Desde aquí mi más sincero agradecimiento por tan gran detalle hacia mi persona. La crisis taurina que sufrimos hoy en día, la actualidad del mundo del toro y los criterios de selección ganadera fueron algunos temas que se abordaron desde el punto de vista de los profesionales y aficionados que nos encontrábamos en dicha tertulia. Un rato agradable en el que tuvimos la oportunidad de hablar de aficionado a aficionado y, sobretodo, de aclarar ciertos temas que nos preocupan, taurinamente hablando, en estos tiempos difíciles que corren. Otra experiencia que sumar a nuestro curriculum taurino. Experiencia que no tiene comparación con ninguna otra. Disfrutar del toro en su medio natural es algo que todo aficionado debería saborear de vez en cuando. Lo crean o no, alimenta y reconforta las inquietudes de quienes tanto amamos esta fiesta.

lunes, 25 de julio de 2011

Chabacanería al servicio de la estupidez humana

Llegó el tan ansiado 23 de Julio, o como prefieren llamarle algunos imitadores de lo ajeno, el 23J. José Tomás, el ídolo de masas, el mito, la leyenda, volvía a los ruedos tras 15 meses de lucha; primero con la muerte y luego con las consecuencias de seguir vivo con una pierna partida en dos. El acontecimiento no defraudó. Lleno de no hay billetes. Reventa por las nubes. Espectación. Gente, mucha gente. Amantes del morbo. Pocos taurinos. Chabacanería a espuertas. En lo que respecta a lo puramente taurino, hay que decir que José Tomás no defraudó. Estuvo por encima del manso segundo y muy bién con el incierto quinto, que sin ser nada del otro mundo iba y venía. El torero de Galapagar le puso emoción al asunto y enfervorizó a los aficionados con un toreo más arrebatador que técnico. La espectacular voltereta que sufrió al iniciar un estatuario en el quinto hizo pensar en lo peor. Mucha gente sintió en ese momento que ya habían amortizado el dinero de la entrada. Habían visto al genio por los aires. Cortó una oreja con fuerte petición de la segunda que finalmente negó el palco. Bién negada. Era faena de una y pare usted. Me sorprendió ver esas chicuelinas y gaoneas con el compás abierto, cargando la suerte, las medias belmontinas, las manoletinas más aliviadas. El cite ahora se intuye más al pitón contrario, ganándole al toro un poco más de espacio que antes. Evolución positiva en el toreo de José Tomás. Por su parte, Victor Puerto poco pudo hacer con dos toros desrazados y blandos. El mejicanito Arturo Saldivar salió por la puerta grande tras cortar una oreja a cada uno de sus toros, que por otra parte fueron los mejores de toda la corrida. En contra de lo que piense la mayoría, Saldivar fue el triunfador de la terde. En cuanto a trofeos y en cuanto a todo. La suerte hizo que el mejor lote cayera en sus manos. La gente vino a ver a José Tomás y se encontraron con un chavalito que salió a morder a todo aquel que se cruzara en su camino. Ojo con este torero. Lleva tiempo demostrando que merece un hueco en las ferias. Hasta ahí lo puramente taurino. Y digo lo "puramente taurino" porque el sábado, en Valencia, hubo muchas cosas no tan taurinas. Me atrevería a afirmar que el ochenta por ciento del aforo que llenó la plaza de la calle de Játiva no fueron a ver toros. El morbo, que tantos y tan buenos resultados proporciona, llenó Valencia e inundó el ambiente de una atmósfera tóxica en la que era difícil respirar. Aficionados de la tragedia y del "hoy muere aquí" poblaban los alrededores de la plaza. Cada dos metros podías oir de refilón la palabra cogida, muerte, suicida, loco y otros vocablos de similar significado. Lo del sábado era más un circo que una tarde de toros. Nadie hablaba, por ejemplo, de la tarde del viernes, en la que Ponce, Juli y Manzanares brindaron una gran tarde de toros. He sido y soy un gran admirador de José Tomás. Del mejor José Tomás. Del de su primera época de matador. Del de las temporadas de 1996 hasta 2001, Del de la tarde del 5 de Junio de 2008 en Madrid. No del José Tomás gladiador, ensangrentado, suicida. No del torero carente de técnica que he visto últimamente, más por los aires que clavado en la arena haciendo el toreo puro sin concesiones a la muchedumbre deseosa de ver su vestido destrozado y el cuerpo lleno de cornadas y sangre derramada. Huyo de este último José Tomás. El torero ha traspasado la frontera de lo puramente taurino y se ha convertido en un muñeco de feria en el que la gente descarga sus deseos morbosos. Ya no se si es culpa suya o de la misma fuerza de la estupidez humana, que prefiere la sangre antes que la pureza. La emoción del toreo bueno que una vez tuvo ha dado paso a la emoción de la cogida. Prefiero verle dar un natural de los de su primera época que verle volar por los aires cada cuatro muletazos. Pero también entiendo que el público que va a verle lo haga sólo por verle maltratado por los toros. Es la diferencia de considerarse aficionado y no espectador de una película de terror. Dicen que la presencia de José Tomás en Valencia ha generado unos ingresos estratosféricos en la capital del Turia. En eso parece que no tienen nada que ver otros toreros que se juegan la vida cada tarde y que son los auténticos motores de la fiesta hoy día. Toreros que han llenado la plaza como lo ha hecho Tomás. Se nos olvidan de un plumazo los triunfos importantísimos de Manzanares, de El Juli, de Castella o de Perera -por citar algunos-, en toda la temporada. Se nos olvida el muslo partido en dos de Juan Mora en Pamplona. No es justo. José Tomás debe demostrar en estas nueve corridas que tiene firmadas para esta temporada que ha vuelto entero. Que viene a torear y no a satisfacer los deseos truculentos de la mayoría que va a ir a verle por las plazas. Él mismo se ha ganado a ese público, que desea ver una voltereta y no un natural largo y puro. Algunas veces pienso que el aficionado debería acreditar de alguna forma su sabiduría taurina porque esto de los toros no es un espectáculo vulgar como mucha gente cree. Y por supuesto no es un circo. Chabacanerías las justas. Y menos si se ponen la servicio de la estupidez humana. Lo vivido el sábado en Valencia es una metáfora de lo que es en si la vida misma.

lunes, 18 de julio de 2011

San Fermín 2011

Otro año más llegó San Fermín. Y otro año más, terminó entre la pena y el famoso "pobre de mí" del día 14 de Julio. No quiero extenderme demasiado. Aquí está mi resumen, a modo esquemático, de lo que ha sido la feria de este 2011:

Torrestrella va saliendo del tunel. Lidiaron dos toros más que aceptables. Cebada Gago volvió a mandar una corrida infumable. Y lo que es peor; el año que viene volverá. Dolores Aguirre llenó el ruedo de casta en una buena corrida de toros, sobretodo los toros "Angelón" y "Langosta", tercer y quinto repectivamente. Miura fue un petardo íntegro que nos metieron con calzador Otra que volverá el próximo año. Seguro. A Fuente Ymbro se le vió una soseria que no es habitual en los toros de Ricardo Gallardo. ¿Dónde está la fiereza de la tarde de Valencia? Se debió ahogar en el Turia. Aún así no me desencantó del todo. Victoriano del Rio merece no volver a Pamplona por lo menos en los próximos dos o tres años. ¡Vaya corrida vacía de contenido! El Pilar decepcionó y Cuvillo me cabreó de lo lindo. Por mala presentación -muy desigual-, y por mal juego. En general una feria de poco toro con matices mínimos. En cuanto a los toreros, he de destacar a David Mora, que estuvo cumbre con dos Cebadas nada fáciles. Sale muy bién posicionado de esta feria. Ya era hora. Juan Mora me emocionó, antes y después de las cogidas. No se puede tener más torería con un toro que le tenía marcado desde que salió por chiqueros. A Ruben Pinar se le vió mejor que nunca. Más reunido, más templado, mejor. Me gustó el tobarreño. El Juli en su línea, pero con orejas de sobra. Concretamente dos. Una el día de los Cuvillos y otra el día de los toros de Victoriano del Río. Dos regalos por su cara bonita. No se pueden dar dos orejas por una buena faena a secas y una estocada trasera y caída. Y como no, Iván Fandiño. Soberbio el torero vasco-manchego. Como lo lleva haciendo toda la temporada. Me recuerda al mejor Joselito. Reposado, valiente, profundo... El nivel del toro aceptable, excepto en los carteles de las figuras en el que bajó la presentación un punto. O dos. Pero de esto ya estoy harto de hablar. Ya sabeis, del toro de las figuras. Los novilleros me gustaron. Los tres. Están más que puestos y aunque con poco material se les ve que van sobrados. Piden alternativa a gritos. Así que eso amigos. Dolores Aguirre, David Mora, Iván Fandiño, Pinar y Juli. Corto pero intenso. Hasta la próxima...

martes, 12 de julio de 2011

El medio toro...

Vuelvo a las andadas de mi blog taurino después de tomarme unos días de reflexión en lo referente al mundo del toro. En estos días he estado pensando e intentando buscar respuestas a cosas que no las tienen. Podría hacer una crónica de lo que va acontecido en la Feria del Toro de Pamplona. Pero no. Del toro de Pamplona hablaré cuando termine la feria para hacer una amplia valoración de lo acontecido en San Fermín. Ni siquiera hablaré del triunfal y emocionante festival al que acudí hace unos días en Murcia en favor a los damnificados por el terremoto de Lorca. Más que nada porque fue precisamente eso. Un festival. Mucha fiesta, mucho compañerismo, la plaza a reventar, emoción, toreo y poco toro, como suele ser habitual en los festivales. Y un Espartaco que volvió a pisar la arena de una plaza de toros para, vestido de calle, pegar cuatro tandas de muletazos con algo que siempre ha tenido y que a pesar de llevar años retirado no ha perdido: el sentido del temple. El motivo de mi vuelta al ruedo del blog es hablar del medio toro que estoy harto de ver en unas cuantas ferias que recién han terminado. Hace pocos días, ferias como las de Burgos, Badajoz, Alicante, Almería, Algeciras, Soria, Granada, León, etc, han echado el cierre después de varios días de corridas de toros. Casi todas ellas triunfales. Evidentemente, sigo los reportajes que los programas de información taurina nos muestran cada semana y en cada uno de ellos me llevo un mazazo distinto y cada vez más duro. Y es que es tan triste como cierto que fuera de Madrid, Bilbao, Pamplona, Valencia, Sevilla -con matices y no del todo estas dos últimas plazas-, Albacete (sí, Albacete), Logroño y algún pueblo del "valle del terror" -como Cenicientos-, por ejemplo, el toro toro no sale ni por asomo. Estoy hasta las narices de ver novillos chicos y sin pitones en ferias de supuestamente segunda categoría y encima lidiados por las figuras. Por las primerísimas figuras. Toros que en Madrid no serían aprobados ni para una novillada sin caballos. El novillo al que el otro día le cortó las dos orejas la murciana Conchi Rios, por ejemplo, era más grande y con más trapío que casi todos los toros que se han lidiado en Burgos, Badajoz, Granada y demás ferias populares. Permitidme que diga que este es uno de los mayores males de la fiesta. Y ese mal viene de dentro. De las figuras por permitirlo, de los empresarios por otorgar, de los apoderados y veedores por protejer a sus toreros. Entre todos la están matando y al final ella sola se va a morir. No me apetece ver cómo Morante o Manzanares, por ejemplo, han cortado dos orejas a un novillo sin presencia. Me parece injusto para la fiesta. Y mucho más para el aficionado, que paga en muchas ocasiones precios desorbitados para ver a las figuras con toros de juguete. Esos mismos aficionados son los que están tremendamente equivocados al pensar que el torero es más importante que el toro. Error gordo. Hasta que toda esa gente que se ciega por tal o cual torero no cambie su punto de vista y entienda que lo realmente importante en esto es el toro, iremos de mal en peor. Por eso veo de pasada esos resúmenes de estas ferias para mí menores y me centro en las plazas y las ferias donde sale el toro de verdad. Al fín y al cabo la base principal de la fiesta es el toro. Él es el que da emoción a esto. Y si no hay toro todo se va a la mierda, con perdón. Así de crudo es. Tendemos a culpar a los antitaurinos de todo lo que sucede. Pero no es así. Pensarlo bién. Los antis son cuatro gatos y encima mal organizados. Personas que se mueven más por ideales políticos que por verdadero amor a los animales. El mal real está dentro y subyace en los taurinos acomodados que se llevan el parné sin apenas despeinarse y por supuesto sin pasar fatiguitas. Admito que soy un enamorado del toro bravo. Pero del toro íntegro y con presencia. Ese animal único por su belleza y bravura. No me gusta el toro manipulado, bién genéticamente o morfológicamente. No me gusta el toro que no transmite nada. Ni peligro, ni emoción, ni miedo... Prefiero tragarme un festival de Eurovisión al día antes que contemplar el espectáculo de un toro mermado de presencia delante del mismísimo Manolete que resucitara de entre los fugados al otro mundo. Para festivales ya hay muchos a lo largo del año. Las corridas de toros son otra cosa. Y entiendo que cada plaza tiene su categoría. No pretendo que en Granada, por ejemplo, salga el toro de Madrid. Pero que tampoco salga el que sale en mi pueblo en la tradicional novillada sin picadores del 24 de Agosto. Eso no. Todos los que amamos esta fiesta, desde el torero más importante al último aficionado, tenemos que tener un poco de cordura y sentido común. Porque de seguir así, los aficionados de verdad empezaran a hartarse, a no querer gastarse el dinero en toros, a perder la ilusión de ir a la plaza. No tengo duda de que los que van a merendar y a pasar la tarde en son de fiesta y jolgorio seguirán yendo. Pero creerme si os digo que en el momento en el que en una plaza de toros falte el aficionado auténtico esto se vendrá abajo. Y entonces todos nos echaremos las manos a la cabeza, sobretodo los que viven de esto, lamentándonos por nuestros errores. Al fin y al cabo, siempre nos quedará por ver alguno de los muchos festivales de Eurovisión que seguro no hemos visto nunca. Y si como yo no los soportas, algún buen partido de fútbol nos entretendrá. Vosotros por eso no os preocupeis.

viernes, 24 de junio de 2011

Al maestro Julio Robles

No soy una persona que pueda presumir de guardar muchos recuerdos de mi infancia más temprana. Normalmente, entre el nacimiento y los cinco años de vida, las imágenes y recuerdos se almacenan codificados en nuestra memoria para nunca volver a ser recordados. Osea, que cuando somos mayores, no nos acordamos de casi nada de lo que hemos vivido los cinco primeros años de vida. Curiosamente, los pocos recuerdos que tengo de esa tierna infancia están ligados al mundo taurino. Recuerdo con especial claridad el día en el que mi padre no me dejó ver la televisión porque iba a salir la cornada mortal que un toro le había dado a José Cubero "Yiyo" en Colmenar. En mi habitación descansaba una foto firmada y dedicada para mí que Yiyo le había dado a mi padre ocho días antes de morir, cuando se encontraba en el hotel Torremangana de Cuenca, ya que por la tarde estaba anunciado para torear en la ciudad de las casas colgadas. Esa noche, antes de irme a la cama sin poder ver lo que le había pasado a mi ídolo de infancia, advertí lágrimas en los ojos de mi padre. Algo malo le había pasado a Yiyo y no me lo querían decir. Ya en mi habitación y con la inocencia de quien tiene cinco años, le pregunté a mi madre qué era lo que le había pasado a José. La respuesta de mi madre aún resuena en mi cabeza veinticinco años después; "el Yiyo se ha ido al cielo". Sin más. Con el paso de los años logré comprender la tragedia tan grande que había ocurrido aquel lejano mes de Agosto de 1985. Otro de mis recuerdos taurinos infantiles está ligado al maestro Julio Robles. El malogrado torero salmantino -aunque aviles de Fontiveros de nacimiento- y mi padre mantenían una íntima amistad que se prolongó durante años hasta que el destino se llevó a uno en Agosto de 1999 y a otro en Enero de 2001. Esa amistad comenzó en la Brigada Paracaidista, primero en Alcalá de Henares y después en Murcia, donde ambos reclutas compartieron largos días de miedos y saltos al vacío. Siempre se ha dicho que las amistades que se forjan en el servicio militar son de las más fuertes que existen. Doy fé de ello ya que la amistad entre Julio Robles y mi padre duró desde ese momento hasta el final de los días de ambos. Como consecuencia de esa amistad, tuve el privilegio de estar con el maestro en numerosas ocasiones. Y recuerdo con especial cariño el día en el que me cogió en brazos en el hotel Los Llanos de Albacete y me preguntó que qué quería ser de mayor. Yo, con la inocencia de los cuatro años recién cumplidos le contesté: "Yo quiero ser de mayor como tú, torero". Aún recuerdo la sonrisa de Julio a mi ingeniosa respuesta. Esa tarde Julio triunfó en Albacete. Indudablemente, mi afición a los toros se la debo a mi padre y en consecuencia, a su íntima amistad con Julio Robles. Fueron muchos momentos al lado del maestro. Y muchas anécdotas con el famoso mal humor que Robles se gastaba justo antes de salir el toro de chiqueros. En una corrida de toros en La Roda, justo antes de que saliera su enemigo de toriles, mi padre, que se encontraba en el callejón de la plaza con él, se atrevió a hacerle un comentario sobre el toro que iba a salir. La respuesta de Robles, de espaldas a él y con la vista fija en el chiquero fue mandarle a tomar viento pero con peores palabras. A la muerte de ese toro, Julio le pidió un cigarro a mi padre y se disculpó como un caballero. Mi padre le dijo que no tenía por qué hacerlo, ya que conocía desde hacía muchos años su mal humor en los momentos de tensión y le sentenció con una frase que ambos rieron a carcajadas; "cuando saltábamos del avión en la mili ya te ponías así". Recuerdo con especial cariño, años después de aquellos primeros encuentros, las disputas que tenía mi padre con los seguidores de José María Manzanares, especialmente con un vecino del pueblo y miembro de la antigua Peña Taurina de Casasimaro que a su vez también tenía y supongo que seguirá teniendo una íntima amistad con Manzanares, ya que cuando eran jóvenes habían coincidido en las tapias de las capeas persiguiendo el sueño de ser toreros. En esa época eran dos de los toreros más importantes del escalafón y cuando uno estaba mejor que el otro ya se encargaba su partidario de recordarlo y sacar pecho por su torero. Cuando sucedía al revés, ocurría lo mismo pero al contrario. Aquel fatídico 13 de Agosto de 1990, en Béziers, el toro "Timador" de Cayetano Muñoz le dejó postrado en una silla de ruedas de por vida tras propinarle una espectacular voltereta cuando Julio se disponía a recibirlo con el capote. Recuerdo que al día siguiente y sin saber nada todavía, mi padre y yo nos dirigíamos a su pueblo natal, Caudete, a resolver unos asuntos familiares con sus hermanos cuando la radio del coche escupió la noticia. Inmediatamente soltó las manos del volante y se las llevó a la cabeza en señal de incredulidad. El shock fue brutal. Las palabras de despectivas de incomprensión, las ofensas contra Dios y las lágrimas se sucedieron en todo el camino. Lágrimas que no dejamos de derramar hasta que varios días después pudimos hablar con los familiares del maestro. Julio ya no volvería a torear nunca más. Se nos hacía duro verle en esa silla de ruedas de por vida. El sueño de toda una vida se había esfumado. El torero había caído. Ya sólo quedaría su recuerdo. Nos costó varios meses de espera y paciencia para poder hablar con él, puesto que Julio se encerró en sí mismo y no quería saber nada de nadie. Al cabo de un tiempo, le sobrevino otra desgracia. Su mujer le abandonaría provocándole un daño todavía más profundo del que ya tenía. En varias ocasiones le confesaría por teléfono a mi padre que la mejor solución era quitarse de en medio. Por suerte, los muchos amigos que tenía -toreros y no toreros-, lograron sujetarle el ánimo en varias ocasiones. Incluso consiguieron que le pegara unos muletazos a una becerra desde su silla de ruedas en una noche de fiesta y luna llena en la finca jienense de Enrique Ponce. La última vez que hablé con él fue una tarde de invierno del año 1998. Recuerdo que mi padre le llamó y al poco me pasó el teléfono. Le noté más triste que nunca, aunque él decía que estaba bién. Hablamos unos minutos, me preguntó que qué tal me iba, que cómo llevaba mis estudios y que si ya se me había pasado esa manía de querer ser torero. Le dije que sí, que ya se me había pasado y que ahora sólo pensaba en estudiar para poder sacarme una carrera. Me felicitó por ello y con esa voz tan triste que tuvo en sus últimos años me mandó un fuerte abrazo. Yo hice lo propio y le mandé otro. Devolví el teléfono a mi padre y volví a mi cuarto a estudiar. Cuando un par de horas después salí de mi habitación, todavía seguían hablando, pero esta vez mi padre tenía lágrimas en los ojos. Lágrimas de tantos y tan bonitos recuerdos vividos juntos a lo largo de los años y de lo injusta que había sido la vida con ellos. Poco después mi padre dejó este mundo. Un año escaso después lo hizo Julio. Repentinamente. Sin avisar. Una peritonitis traicionera que no pudo ni notar por su paraplejia se lo llevó a la tumba con tan sólo 49 años. Estoy seguro de que esa amistad todavía continúa, y que seguirán hablando de tardes de toros y de batallitas juveniles en la mili, allá donde quiera que estén. Desde aquí mi mayor homenaje a esa amistad, a mi padre y al maestro Julio Robles, sin los cuales nunca hubiera podido amar este mundo tan grande y emocionante como son los toros. Va por ellos...

martes, 14 de junio de 2011

Terminó Madrid...

Después de innumerables tardes de sol, nubes, aburrimiento y poco toreo bueno, terminó la considerada primera feria en importancia de todo el orbe taurino. Y terminó con el regusto agridulce de las dos últimas corridas de a pie. La parte amarga se la llevó un desafortunado Miguel Abellán que sufrió una aparatosa cornada en la boca cuando entraba a matar a su primero. Por un momento, los fantasmas de la tarde de Aparicio del año pasado volvieron a hacerse presentes. Por suerte no fue tan gorda como la de Julito. Esa corrida de La Palmosilla con dos toros de Mari Carmen Camacho (1º y 5º) no valió para nada. Muy floja y descastada. Vamos, lo de casi siempre. Tan sólo El Fandi, -sí, han leído bién, El Fandi-, logró los mejores pasajes en una tarde que fue tela de plomiza. Luque, a pesar de estar muy por encima de su lote no tuvo ninguna opción. Un día antes, el viernes, se lidió una corrida de Javier Pérez-Tabernero y uno de Valdefresno (6º) que resultó interesante, con varios toros que se dejaron, sobretodo segundo y tercero. El resto resultaron nobles pero sin fondo. Se acabaron pronto. Rubén Pinar cuajó una tarde importante en sus dos toros, arrancándole una oreja al manejable tercero y recogiendo una ovación del noble sexto de Valdefresno. Sin duda, ha sido de las mejores tardes que le he visto. Más reunido, más profundo, con tres tandas sobervias al natural al buen tercero. Ni que decir tiene que la oreja le vale. Seguro. Ni Sergio Aguilar -que estuvo muy bién con su primero, sobretodo al natural-, ni Antonio Ferrera pudieron sacar más de los enemigos que tuvieron delante. Y así acabó todo. Otro año más. Y como siempre ocurre, llegaron los polémicos trofeos de la feria. Creo que no hace falta enumerarlos porque cada uno tiene su particular opinión de lo visto. En este momento se me vienen a la mente varios nombres que han hecho que la feria valiese la pena. Manzanares -declarado triunfador de la feria-, Talavante -mejor faena-, Iván Fandiño -torero revelación-, Sergio Flores, la corrida de Juan Pedro -con cinco toros buenos-, y cuatro toros. Cuatro torazos. Por buenos y bravos: "Arrestado" de Alcurrucén -declarado mejor toro de la feria-, lidiado por Castella en la Corrida de la Prensa. "Cervato", de El Ventorrillo, lidiado por Talavante y al que le cortó dos orejas. "Garlitero" de Los Bayones, que correspondió a Matías Tejela el 7 de Junio y lo dejó escapar con las orejas puestas y "Rodalito", segundo toro de la corrida de Peñajara del día 31, y que correspondió a César Jiménez, que de dos orejas cortó una. ¡Qué toros estos cuatro! Bonitos, largos, bravos, profundos, encastados, nobles... Me tiraría un día entero hablando de ellos. Para mí incluso mejores que el de El Ventorrillo y el de Alcurrucén. Castella, Tejela y Jiménez no estuvieron a la altura de tanta bravura. Una pena. Para mí, y pese a los trofeos que han cortado, salen perjudicados. No estar a la altura de un toro bravo es lo peor que le puede pasar a un torero. Ya lo dice un conocido dicho taurino: "Dios nos libre de un toro bravo"...

jueves, 9 de junio de 2011

Madrid. Feria del Aniversario. 7, 8 y 9 de Junio. Creo que me repito mucho...

A veces me paro a pensar, cosa que no recomiendo mucho, y me pregunto qué es lo normal y qué es lo anormal en este mundo de los toros. Y después de muchas cavilaciones llego a la conclusión de que no sé nada de nada. Que en esto de la fiesta nacional a veces hay descampados tan grandes que a veces no encuentras ni un gasón con el que tropezarte. Y lo que más me preocupa es que últimamente me repito más que el ajo. Siempre es lo mismo. Estoy empezando a creer que lo normal en esto de los toros es ver un petardo detrás de otro. Corridas mansas, sin nada dentro. Sin ni tan siquiera peligro, cosa que por lo menos nos pondría el corazón en un puño y nos haría sufrir. No sé, algo. Emoción aunque sea escasa. Pero nada. Siempre la misma película. Y para cuando a un toro se le ocurre embestir viene el mediocre de turno y no lo aprovecha como debe de aprovecharlo. Como ya dije en su momento, a muchos les toca la lotería y rompen el décimo porque se creen que mañana les va a volver a tocar. La llevan clara. En estos tres últimos días más de lo mismo. Descaste, mansedumbre, flojedad de remos y mucho pañuelo verde. No hay tarde en la uno o dos animales sean devueltos a los corrales. Entonces salen los bueyes de Florito -que seguro que embestirían mejor que muchos de los toros que han salido este año a la plaza-, y nos entretenemos con la efectividad de unos animales que parecen personas. De entre toda la marabunta de despropósitos que hemos visto estos tres últimos días, cabe destacar un toro de Los Bayones que saltó al ruedo el Martes y que cayó en las manos de Matías Tejela. Bravo, noble, con clase y transmisión. Un señor toro. Ante tal situación, Tejela se atascó. Y creo firmemente que se le fue con dos orejas que debía haberle arrancado. Las categorías de los toreros se ven en estos casos. No digo que Tejela estuviera mal. Incluso hubo momentos en la tarde en los que toreó muy bién. Pero cuando todo debía de haber roto se diluyó. Para rematar, asesinó al toro de dos bajonazos imperdonables. Seguro que el torero de Alcalá de Henares todavía se estará dando golpes en el pecho clamando perdón. Tras esta feria hay varios toreros que deberían ponerse de rodillas y pedir perdón a los aficionados y a sus apoderados, que son los que les hacen ricos o les hunden en el olvido, siempre en consecuencia de lo que se hace con muleta y espada. De ayer miércoles tengo poco que decir. Lo que más me gustó fue el poder de El Juli. Pocos toreros actuales son tan poderosos con capote, muleta y espada. Sacó muletazos a sus dos toros, sobretodo al primero, donde no los había. Ese tercero no tenía ni uno. Pues Julian se los acabó sacando a base de sobarle y consentirle. Con el sexto tuvo pasajes exitosos hasta que el toro echó la persiana y dijo que nanai. Se acabó pronto. Muy bién El Juli. A la fría afición de Madrid parece que le va entrando en la cabeza la grandeza de este torero, aunque haya costado años convencerles y hacerlo casi con calzador. Juan Mora y Morante no pudieron hacer casi nada. Sólo algunos detallitos de arte. Además Morante mató mal. Muy mal. Huidiza y fríamente. Mira que me duele Morante, pero a veces es que no soporto esa desgana y ese "ahí queda eso. Si te gusta bién y si no te jodes". Eso no es así. Y hoy jueves más pescado podrido. Sólo un toro ha valido la pena; el sexto. Pero se ha acabado pronto. Le ha faltado empuje y algo más de raza. De haber durado más era de dos orejas ya que tenía una calidad extraordinaria en la embestida. Pero lo bueno es efímero y a veces dura un suspiro. Incluso menos que eso. Me ha gustado Jairo Miguel, torero cacereño jovencísimo, que tiene una mano izquierda como para pensárselo. Otro torero que habrá que seguir. Victor Puerto y El Capea no han tenido opciones. Y eso ha sido todo hasta hoy amigos. Lo de siempre. Ajo y a repetirlo. Y ya que el ajo abunda en mis crónicas, he pensado que mejor lo uso de condimento al pescado que me voy a comer esta noche. Ojalá este pescado no esté podrido porque si no...

domingo, 5 de junio de 2011

Madrid, última semana de feria...

Ahora que han pasado varios días del fín de San Isidro -aún queda ese invento llamado Feria del Aniversario-, y que mis ideas han reposado con los aires de la primavera, me siento a resumir lo más destacado de esta última semana de toros en Madrid. De la novillada del lunes me gustó el muchachito que lleva el maestro José Ortega Cano. Rafael Cerro demostró que tiene un futuro prometedor. Se coloca bién y tiene muy buen concepto del toreo. Con una actuación discreta pero buena, supo homenajear a su mentor, que por tan malos mometos está pasando después del gravísimo accidente que sufrió el pasado sábado. Ojalá que Dios le eche el enésimo cable que necesita para salvar su vida. No dudo de que saldrá ya que José ha vencido varias veces a una muerte que lo ha perseguido en unas cuantas ocasiones a lo largo de su vida. Y si no, recuerden las gravísimas cornadas que sufrió en Cartagena de Indias y Zaragoza hace ya muchos años y en las cuales le dieron por muerto. La novillada de El Ventorrillo no valió un duro. El martes salió probablemente el mejor toro de toda la feria. El segundo de Peñajara fue un toro sobresaliente. Con casta, transmisión, entrega, recorrido, humillación, duración, largura... Un toro de bandera que cayó en las manos de César Jiménez. Tras una faena con altibajos cortó una oreja. Pero era de dos. Para mí a César le faltó algo más. No se puede perdonar que a un toro así no se le corten las dos orejas. Otro caso como el de Castella con el extraordinario toro de Alcurrucén. Imperdonable. Me hubiera gustado que ese animal hubiera caído en las manos de Javier Cortés, torero al que sigo muy de cerca y en el que tengo puestas muchas de mis ilusiones. Le habría hecho faena de dos, aunque casi seguro que luego lo hubiera pinchado. El torero de Madrid no tuvo suerte con el lote, así como Eugenio de Mora, que tuvo que enfrentarse a dos enemigos mansos y peligrosos, sobretodo el primero. Jiménez cortó otra oreja al sobrero de Carmen Segovia que hizo quinto tras una faena no del todo rematada. Puerta grande protestada por la concesión de ese trofeo en el que no todo el mundo estuvo de acuerdo. De la corrida de Palha del miércoles ni hablo. Por Dios que trueno de corrida. Mansos, peligrosos, descastados... Unos mulos. Estos al congelador por lo menos un par de años. Pero lo bueno vino el jueves con Fandiño. Con una corrida de Celestino Cuadri que no dió el resultado que se esperaba de ella, el torero vasco estuvo cumbre. Serio, asentado, clásico, torero. A su primero, manso, no le cortó una oreja porque tardó en doblar. Vuelta al ruedo. A su segundo se la cortó por derecho y con justicia. Estamos ante un torero muy importante. De momento Madrid lo ha adoptado como torero predilecto y eso es buena señal. Casi todos los toreros de los que Madrid se ha enamorado han acabado en figura. Y este lo va a ser. El Fundi ni pudo ni lo intentó mucho. Alberto Aguilar se estrelló ante la falta de clase de sus oponentes. Pero se jugó la vida, sobretodo con su primero. Veremos qué depara El Aniversario, donde vuelven las figuras y una ganadería que tiene buen cartel y que no ha actuado todavía en Las Ventas: Victoriano del Río. De momento me queda el regustillo y el aroma de un pedazo de torero al que hay que seguir muy de cerca; Iván Fandiño. Ya lo dijo un aficionado a voz en grito, rompiendo el silencio de la tarde mientras Iván muleteaba a su primero; aquí huele a torero.

lunes, 30 de mayo de 2011

Madrid, 18ª y 20ª de abono. Días de nada, vísperas de menos...

De la corrida del viernes voy a decir poco. Toros de Las Ramblas feos, zancudos, fuera de tipo, mansos y descastados. Mal rematados y sin ningún juego posible. Si el albaceteño Daniel Martinez sigue así la ganadería se nos va. Se pierde. Sucumbe. Alguien tiene que echarle una mano a Daniel. O eso o reorganiza sus ideas y busca lo que debe de encontrar . Ya es la segunda vez que le pasa esta temporada -la primera fue el día de San José en Valencia- y así esto va a pique. Los sobreros de José Vázquez (1º) y de José Luis Iniesta (4º) fueron nobles pero sin casta. Sosotes. Bien El Cid en su primero hasta que le dejó. Bien Fandi en el quinto -en su estilo-. Valiente y algo atropellado Zaldivar en su primero. No pasó nada más, créanme. Y de ganadería albaceteña a ganadería albaceteña y tiro porque me toca. Ayer domingo se lidió una corrida mansa y descastada a la par que fea de Samuel Flores. Sí, toros muy despampanantes, con mucha cara, sobrados de trapío y pitones pero sin nada dentro. Samuel lleva pegando petardos mucho tiempo. Ya casi no recuerdo cuándo fue la última vez que vi a un toro de esta ganadería embestir bien de verdad. La mansedumbre que últimamente atesora esta ganadería es directamente proporcional a su fama. De momento, para mí, tiene fama de mansa. El tercero fue el único que nos regaló algunas embestidas medio buenas. Y repito; algunas embestidas medio buenas porque lo que se dice buenas ni una. El sobrero de Los Chospes (5º) no tuvo ninguna clase. Ante tan lamentables enemigos, sobresalió las formas y el buen momento que atraviesa César Jimenez. Le veo mejor que nunca. Muy seguro y muy torero. Toreó bien a ese tercero pero mató horrorosamente mal, con un bajonazo imperdonable. Escuchó una merecida ovación a su labor con ese toro. Del resto de la corrida destaco el excelente tercio de banderillas de Ferrera en el quinto, vibrante y emotivo. Con el segundo se zafó en los terrenos del 5 y logró pegar algún muletazo de mérito. También mató muy mal. De Padilla no tengo nada que decir. Bueno sí, que asesinó a sus dos toros con dos bajonazos a traición. Entiendo que sea difícil matar a esos toros con esa anchura de pitones, pero por lo menos hay que disimularlo más y mejor. Y arriesgar algo, aunque sea un poco. Ya no quedan Miguelines ni Galanes que se encunen entre los pitones “a ver qué pasa”. Tampoco hay muchos que maten bien hoy en día. Aunque pensándolo mejor, las dos últimas corridas de a pié no hubieran necesitado de estoques afilados ni de matadores consumados. Con haber ido directamente al matadero habría sido suficiente y de paso nos habríamos ahorrado tiempo y algún que otro disgusto.

viernes, 27 de mayo de 2011

Madrid, 17ª de abono. Sólo uno...

La corrida El Cortijillo traía la expectación de los alcurrucenes. La misma mano que mece la cuna se mueve entre las dos ganaderías. Prácticamente lo mismo: Núñez. Y los mismos: los Lozano. Ayer sólo uno hizo honor al famoso encaste; el segundo. Fue este un toro que duró, que tuvo emoción, que humilló y sobretodo que se movió con transmisión. Con una embestida por el pitón izquierdo qué más parecía de carretón de entrenamiento que de animal salvaje. Soberbio el toro por ahí. Largo, profundo... Morenito de Aranda lo aprovechó a medias. Consiguió tandas muy meritorias por ese lado izquierdo, poniendo a todo el mundo de acuerdo. Emocionó al respetable hasta que aquello se difuminó poco a poco. Mató regular y falló con el descabello. La posible apoteosis quedó en ovación con saludos. Otro toro que se fue al desolladero con la sensación de que podía haber consagrado a los altares a su matador. Que te salga uno de esos en Madrid y no lo exprimas es como que si te toca la lotería y no vas al banco a cobrarla porque piensas que te va a volver a tocar. Así de simple. Castella y Morenito lo piensan, seguro. Hay que dejarse la vida en el ruedo, entregarlo todo, aunque sólo sea en Madrid. Después ya te hincharás a pasar el trámite en los pueblos y a rellenar el expediente. No sé si me explico. Del resto de la corrida poco o nada que decir. Los cinco toros restantes no dieron opciones. Ni Urdiales ni mi paisano Tendero pudieron mostrar nada, ni siquiera una sonrisa en toda la tarde. Y es que a cualquiera se le pondría cara de perro con esos bueyes que salieron ayer en Madrid...

jueves, 26 de mayo de 2011

Madrid, 16ª de abono. Pudo haber más...

La ilusión que tenía ayer a eso de las ocho menos cuarto de la tarde se fue diluyendo justo en ese momento hasta convertirse en un bálsamo de frustración . La corrida empezó mejor que bien. Los dos primeros de Alcurrucén se dejaron torear. Con recorrido, humillación, duración, casta y fondo, mucho fondo. Tanto a uno como a otro se le pegaron muchos muletazos y llegaron enteros al final de faena, cosa a la que no estábamos acostumbrados no sólo en esta feria, sino en muchas. La tónica habitual es que los toros echen la persiana a las primeras de cambio y digan “nunca más”. De esos dos toros buenos el mejor fue el segundo, ya que el primero, aunque encastado y con fondo, se metía para adentro en algunos muletazos y tenía el defecto de soltar la cabeza y puntear los engaños . Aún así se dejó y mucho. El segundo fue un dechado de casta, bravura y duración. Humilló mucho y Sebastian Castella lo aprovechó a medias. Y digo a medias porque ese toro era de dos orejas claras. Creo que al torero francés le pilló en frío y de sopetón, como si fuera imposible que un segundo toro a estas alturas de la feria fuera a embestir como embistió el de Alcurrucén. Probablemente este sea uno de los toros de la feria. Aún así le cortó una oreja que a mí particularmente me supo a poco. Con el otro no tuvo opción al ser manso y descastado. Perera definitivamente no ha tenido suerte esta feria. Bueno sí. Ha tenido suerte de salir ileso tras la voltereta tan espeluznante del otro día y el resvalón de ayer que casi le cuesta una desgracia. Todo lo que ha lidiado, por lo menos ayer, ha sido ganado más propicio para las calles que para hacer el toreo. No se le ha podido ver nada. Tan sólo su valor, su disposición y su vergüenza torera, que le sobra. Sigo pasándolo mal cuando veo a este torero. Se queda tan quieto que hace que en todo momento le vea cogido. Ayer, para más inri mató muy mal y el público le pitó cuando se fue de la plaza. Y es que aunque no tengas suerte con los toros, el tapabocas de la espada es el único que puede impedir las ganas de chillar al torero del público. Joselito Adame anduvo decidido con sus dos toros. Con el primero, estuvo voluntarioso y un poco acelerado ante tanta embestida por abajo. Otro torero más puesto le habría formado un taco a ese toro. Adame lo toreó por ambos lados y en más de un momento se vio sobrepasado por el de Alcurrucén. Para mí perdió la batalla ante ese buen primero. Con el sexto, el discurso fue otro. Con un toro más bien mansote se la jugó y a base de ponérsela consiguió sacar doce o catorce muletazos medio buenos que junto a una media estocada arriba le permitieron escuchar una fuerte ovación desde el tercio. A este chico le queda mucho por recorrer, y ese camino normalmente está lleno de baches y piedras. Veremos lo que tardan en ofrecerle el último vagón del tren, ese en el que viajan victorinos, miuras, palhas, pablorromeros y demás golosinas amargas. Por suerte o por desgracia, todos conocemos casos así. Siempre le será más fácil subir a ese vagón con el tren en marcha que tirarse de él cuando debajo no hay nada.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Madrid, 14ª y 15ª de abono. Entre masos anda el juego...

Pasaron estos dos días, taurinamente hablando, y pasar lo que se dice pasar pasó poco. Prácticamente nada. Ayer, la novillada de Montealto resultó mansísima y descastada. Ni uno embistió por derecho y con calidad. Con tal material delante, los chavales poco pudieron hacer. De los tres actuantes me gustó el mejicano Sergio Flores. Este es de esos que de momento está en novillero. Más adelante ya veremos. Me gustó su garra, su quietud y sobretodo su actitud. El palco le negó una oreja cuanto menos discutible. Petición desde luego la había, pero cada uno ve más o menos según mire al sol o a la sombra. Se negó a dar la vuelta al ruedo. Alguien tiene que explicarle la importancia que tiene dar una vuelta al ruedo en Madrid, que creo que no lo sabe. Habrá que estar pendiente de él. De Lopez Simón esperaba mucho más. Y sobra decir que no me gustó ese inicio de rodillas en el primero de su lote. Parece mentira que nadie le haya dicho que eso mas bién molesta que gusta en Madrid. Thomas Dufau sólo pudo dar algún muletazo de mérito en el cuarto. Recibió una ovación a su labor. La corrida de hoy empezó como siempre; con baile de corrales. De la ganadería titular (Román Sorando) sólo fueron aprobados tres toros. El ganadero, con buen criterio decidió llevarse la corrida entera de vuelta al campo y en su lugar se trajeron toros de El Torreón, propiedad de César Rincón. Ni los de César ni el sobrero de Carmen Segovia que salió por el inválido segundo dieron juego alguno. Sin fondo, mansos, sosos y descastados. Juan Mora dejó su torería y buen gusto en el cuarto ante las pocas y aburridas embestidas de su oponente. Y por lo menos fue breve. Mató rápido y bién. Manzanares hizo lo propio ante dos toros que no le dejaron estar en ningún momento. Cayetano idem, con el defecto de seguir toreando demasiado despegado. Pasa el tiempo y sigue sin corregir este defecto. Mal. A ver si mañana vemos algo de interés. Quietos seguro que se quedan. Por lo menos dos de los que mañana se visten de luces.

lunes, 23 de mayo de 2011

José Tomás le hecha la cruz a los Cuvillos...

Resulta que José Tomás se ha enfadado. El astro del toreo se ha peleado con uno de sus ganaderos predilectos. Yo no entiendo nada. El ego de este hombre roza el cielo y habita entre las nubes. Siempre me he considerado un gran admirador del torero de Galapagar. He hecho auténticas locuras por ir a verle, como cuando el 5 de Junio de 2008 decidí irme a la aventura a Madrid, sin entrada claro, y un montón de dinero encima para intentar pescar una entrada de la reventa que al final sólo me costó 100 euros. Esa tarde tenía que estar en la plaza de Las Ventas para ver con mis propios ojos el regreso del hijo pródigo a su plaza de la calle de Alcalá después de 6 años de retirada y silencios espesos. Lo conseguí y salí toreando de la plaza después de ver cómo José Tomás desorejaba a sus dos toros en medio de un clamor apoteósico. He recorrido cientos de kilómetros por verle y no me ha importado. Ahora, tras esa admiración que le profeso, no puedo sino lanzar a la opinión pública la crítica que merece tras los últimos acontecimientos. José Tomas vuelve. Vuelve el mito, la leyenda. Pero lo hace con una dosis de egocentrismo desmedida. El día 23 de Julio Valencia se vestirá de seda para recibir -tras el año de obligada retirada a consecuencia de la brutal cogida de Aguascalientes-, a uno de los toreros más importantes que ha dado el toreo a lo largo de la historia. Hasta ahí todo bien. Entre él y su apoderado -el señor Boix-, se lo guisan y se lo comen. Ponen los toros, los emonumentos económicos -desorbitados, por cierto- y hasta los compañeros si cabe. Pero no sólo en Valencia, sino en todos los sitios. Y encima, al torero madrileño le ha entrado la pataleta y ha sentenciado a Núñez del Cuvillo. La razón, muy simple: le ha sentado mal que Alvaro Núñez haya exigido que en las corridas en las que esté anunciado el diestro de Galapagar haya al menos otra figura del momento y no dos convidados de piedra. El ganadero gaditano alega que necesita la garantía de que sus toros vayan a ser aprovechados al máximo, no sea que caigan en manos de toreros mediocres y no puedan ser vistos por el público. Es más; ha puesto como ejemplo el primer toro lidiado en Sevilla la tarde del 30 de Abril de 2011, la del indulto de Manzanares, cuando Julio Aparicio, por no estar lo suficientemente preparado, desaprovechó un toro que era de bandera. Le doy la razón pero con matices. En el toreo siempre ha existido la buena y la mala suerte. Y no sólo para los que se visten de luces. También para los ganaderos. Lo que no podemos es convertir esto en una especie de “toros a la carta” dirigido y manipulado por los que llevan el timón en ese momento. Esto sería un despropósito. El ganadero gaditano aboga por sus toros y lo entiendo pero no del todo. Me parece una exigencia exagerada como consecuencia del espectacular momento por el que pasa su ganadería. Pero repito: puedo entenderlo. Lo que no entiendo ni a la fuerza es que José Tomas se haya molestado con el ganadero por este asunto y haya decidido no torear ninguna de las cuatro o cinco corridas que ya tenía reseñadas para esta temporada. Me parece una actitud infantil y hasta chulesca. José Tomas no tiene ahora mismo el mando del toreo, ni mucho menos. Pero lo que más me enfurece es que no permita torear con figuras. ¿A qué o a quién le tiene miedo? ¿A sentirse vencido por Manzanares? ¿Por El Juli? ¿Por Talavante? ¡Por favor! ¿De qué estamos hablando? Me parece ridículo. Creo que esta actitud es caer demasiado bajo. Claro, es mejor poner por delante y por detrás a dos toreros que no van a causar ningún problema. Eso no es de ser una figura del toreo. Las figuras siempre se han enfrentado entre ellos. Las figuras siempre han matado corridas duras. La figura es figura por algo. No por nada. De igual modo critíco el presunto chantaje con el que Núñez del Cuvillo ha mareado a la empresa de Bayona y que al final ha terminado en su expulsión del cartel. Al parecer, el ganadero gaditano había ofrecido una rebaja importante en el precio de los toros -que por otra parte era desorbitado, mucho más que en años anteriores-, siempre y cuando la empresa contratara para el día de José Tomás a determinados toreros. Interpreto que la pretensión era de que entrara en ese cartel alguna figura y como recompensa y agradecimiento, la ganadería le saldría a la empresa más barata. El apoderado de José Tomas le habría comentado al empresario francés que si había algún problema de entendimiento con Cuvillo se podría prescindir de él, puesto que las relaciones ya están rotas, y traer otra ganadería, recomendada por ellos, claro está. Al final se lidiará una corrida de Vegahermosa-Jandilla. No pretendía alargarme tanto, pero es que este asunto tiene miga. Resumiendo: José Tomás no volverá a estoquear un toro de Cuvillo como consecuencia de la intromisión del ganadero gaditano en la confección de los carteles en los que está anunciada su ganadería con el diestro de Galapagar. Ya pasó hace poco con Victoriano del Río. Se le ocurrió decir que José Tomás había reseñado una corrida de ellos y la respuesta del torero no se hizo esperar; no torearía más ningún ejemplar de Victoriano. La verdad es que esa faceta vengativa y llorica no le pega para nada. Por muy figura que sea o haya sido, puesto que ahora no está en los primeros puestos, no tiene derecho a hacer y deshacer a su antojo. Y lo peor; si sigue en esa postura consentida y egocéntrica se va a quedar sin ganaderías que lidiar. Aunque bien pensado siempre habrá alguien que ceda a tales pretensiones. Hay fama y dinero. Mucho dinero por medio. Y creerme que en esto del toro el dinero mueve montañas. Más que la Fe.

domingo, 22 de mayo de 2011

Madrid, 13ª de abono. Tarde infumable...

Mala, sosa, descastada, mansa e incluso con peligro la corrida de hoy. Dos sustos gordos y sangre derramada, la de Ignacio Garibay en el cuarto de la tarde. El torero mejicano vió como el peligroso segundo toro de su lote le atravesaba el muslo derecho en una voltereta fea. Muy fea. Además, en la caida y como consecuencia del impacto perdió cuatro dientes. Todo para nada. El otro susto se lo llevó Serafín Marín en el primero de su lote al entrar a matar. Por un momento creí que el pitón derecho del toro le había entrado en el pecho y lo había reventado por dentro. Esa sensación dió en la televisión. Gracias a Dios el cuerno no hizo carne y sólo chocó con el tórax del torero catalán arrancándole la camisa por dos o tres partes. Milagro y del gordo. Los toros de Partido de Resina, antes Pablo Romero, fueron un dechado de sosería y mansedumbre. El primero de Nazario Ibáñez que completaba la corrida fue noble y manejable y el sobrero de Los Chospes que salió por el segundo de Partido de Resina devuelto por inválido estaba vacío por dentro. Nada de nada. Y lo más paradójico: el que mejores condiciones tenía era ese segundo que no se tenía en pié y que fue devuelto. Sin duda el que más nobleza demostró y el que mejor metió la cara. La terna ha estado muy por encima de la corrida y según el material tan pésimo que se ha lidiado han estado bién. Muy bién. Y sobra decir que tanto el mejicano como el catalán han cobrado de lo lindo, dinero aparte. El madrileño Sergio Aguilar, al que sigo muy atentamente, tampoco ha tenido opciones. Y eso que se ha quedado quieto. Tengo que resaltar la preciosa estampa del toro cuarto, el que atravesó el muslo a Garibay. Un pedazo de animal de 672 kilos. Grande, engallado e imponente por delante. Con trapío y presencia. Se llevó una ovación fuerte y merecida al saltar a la arena. Luego su juego dejó mucho que desear. Parecía increíble que un toro con esa fisonomía no embistiera bién ni una sola vez. Triste y lamentable pero cierto. Particularmente no esperaba mucho de los antiguos toros de Pablo Romero, puesto que en varias ocasiones recientes ya habían demostrado que no se encontraban en su mejor momento. Pero lo de hoy ha superado toda mínima expectativa. Mucho trabajo tiene por delante su propietario José Luis Algora para cambiar esto. Además el baile de corrales ha sido entretenido, puesto que se han rechazado en el reconocimiento varios toros de la ganadería titular por diversos problemas, tanto de desperfectos en las astas por varias peleas, como por falta de presencia. Tarde insulsa y desagradable, con poco sol y poco toreo. Y como todos los días, lleno. La marca San Isidro es rentable. Muy rentable.

sábado, 21 de mayo de 2011

Madrid, 10ª y 11ª de Feria. Sube el precio del toreo: caro, caro...

Parece que la feria definitivamente está remontando el vuelo. Llegaron las figuras y el enfermo cambió de color. Pasó del amarillo cadáver al rosado hermosón. Aparte de los triunfos de Uceda Leal y Fandiño a principios de semana y de la buena disposición de Abellán y Zaldivar, las figuras han vuelto a reivindicar su sitio en el escalafón. Primero fue Talavante el martes, al desorejar a un buen toro de El Ventorrillo. Manzanares y su duende nos cautivaron el miércoles con una puerta grande apoteósica. Y ayer jueves y hoy viernes hemos tenido la oportunidad de disfrutar de lo lindo con dos corridas que sin ser extraordinarias en su conjunto, han tenido toros que se han dejado y mucho. El jueves se lidió una corrida con cuatro toros de El Puerto de San Lorenzo, primero y cuarto buenos -sobretodo este último-, un sobrero de Salvador Domecq (3º) muy descastado y uno de Carmen Segovia (5º) muy malo. Para mí bién presentados en lineas generales. El Cid arrancó la única oreja de la tarde a base de tesón y sobretodo de orgullo. Cuando ya nadie esperábamos nada de él en esta feria, se echó la muleta a su mano, la izquierda y dió tres tandas de naturales sobervios. ¡Qué fácil es poner a todo el mundo de acuerdo! Volvió por un momento El Cid que nos gusta y que tantas veces ha conquistado Madrid. Oreja, para mi, justa. Y lo mejor de todo; la prueba irrefutable de que este torero todavía tiene cosas que decir. Perera se jugó la vida, literalmente, con el segundo, un toro peligroso y nada claro al que Miguel Angel le sacó lo poco que tenía a base de ponerse y de no moverse ni un ápice. Pasé mucho miedo. El toro, avisado de dónde estaba el torero en todo momento, se lo echó a los lomos en una voltereta feísima que nos hizo presagiar lo peor. Con el quinto no tuvo opciones y Madrid supo reconocer su esfuerzo premiándole con sendas ovaciones que a mí personalmente me dejaron en paz y con la sensación de que el peligro había pasado. Últimamente lo paso mal viendo a este torero, y eso que es de los que me gusta. Los toros le van a seguir dando leña, sin duda. Pero es su concepto del toreo y hay que respetarlo. Luque se estrelló con un lote imposible y no pudo hacer nada. Hoy viernes venía Manzanares. Y Talavante. Choque de triunfadores. Y Castella por si nos aburríamos. Y no nos aburrimos. Sobretodo en la segunda parte de la corrida. Se lidiaron cuatro toros de Parladé, con un primero malo y un segundo soso. El tercero fue bueno pero duró muy poco. El sexto encastado y con fondo y duración. Completaban la corrida que en un inicio era de Garcigrande pero que se rechazó completa, dos toros de Juan Pedro Domecq, que a la postre es lo mismo que lo de Parladé, pues comparten mismo propietario. El cuarto se movió pero sin clase y el quinto fue bravo y con clase. Ante tal material los espadas estuvieron cumbres. Sin suerte en los tres primeros toros, cortaron una oreja Castella y Manzanares en el cuarto y en el quinto y Talavante se conformó con una clamorosa vuelta al ruedo pedida por toda la plaza. Castella justificó su condición de figura arrancando una oreja de mérito a un toro que no era fácil. Bajo ningún concepto se quería quedar atrás. Y no lo hizo. Bién el francés esta tarde en Madrid. Con mucha disposición. Manzanares le hizo una buena faena, aunque con altibajos, al quinto. Toreó como sólo el sabe. Con ese gusto y empaque que nos vuelve locos. Y con la sensación de que ahora mismo cualquier toro le vale. Mató de un estoconazo y recibió una oreja. Pero sin duda lo mejor estaba por venir. Con un toro por el que nadie apostaba un duro al comienzo de la faena, Talavante lo fue encelando y sobando hasta que el toro dijo basta y rompió a embestir. El toro se movió con raza y duró tanto que a Alejandro le dió tiempo de pegar muletazos muy buenos y muy de verdad con la izquierda y por abajo. Eso es lo que yo le exigia en la crónica del pasado martes cuando cortó las dos orejas de un toro relativamente fácil. Lo que yo quiero es que este torero esté así sempre, con esas ganas, con esa garra. Y no desangelado y deprimido como algunas veces le veo. Si duda esa actitud de dejadez es la que le ha quitado de muchos triunfos con el toro medio. Y con ese toro es con el que hay que demostrar que puedes hacer faena. El sexto de hoy no era tan bueno como el del otro día. Y le ha hecho faena porque ha estado seguro y con mucha moral. Está en un gran momento y se nota. Ojalá le dure porque este tío sabe torear. Tras una voltereta fea y espeluznate en la que pensé que iba herido, metió la pata e intentó matar a recibir y pinchó. Tenía las dos orejas en el bolsillo. Maldita sea. Lo importante es la sensación de torero maduro y capaz que ha mostrado hoy. Me acuerdo en estos momentos de Juan Pedro, al que sus toros le han hecho el mejor de los homenajes que le podían hacer: embestir en Madrid. De momento se lleva la palma como mejores ejemplares lidiados en lo que va de feria, entre el dia 13 y hoy 20. Bravo por Juan Pedro y por su hijo. Tres del otro día y cuatro hoy (dos de Parladé, que lleva el hijo, y dos con el hierro de Juan Pedro) han embestido. Siete en total. Cinco de Juan Pedro. Seguro que allí donde esté estará muy orgulloso de sus productos. Yo no he podido dejar de emocionarme al ver cómo embestían esos toros. Y seguro que como yo, le ha pasado a mucha gente. ¡Bravo Juan Pedro!

miércoles, 18 de mayo de 2011

Madrid, 18 de Mayo de 2011. Manazanares y nadie más...

A esto es a lo que me refería ayer cuando dije que una figura no es el que torea bonito a un toro bueno. Figura es el que le hace faena a un toro medio y vulgarote. Manzanares es una figura del toreo. La primera y más importante del escalafón actual. En el tercero no le dejó el viento. No quiero ni pensar en lo que habría pasado si no hubiera soplado el aire. Seguramente estaríamos hablando de tres o de cuatro orejas. El sexto, sin ser bueno del todo, pues se quedaba cortito en algunos pasajes y acabó desfondado, tuvo delante un torerazo que le supo mimar, cuidar, que le hizo todo con suavidad, con despaciosidad, con una cadencia sin límites. Manzanares aúna el toreo artístico y poderoso. Le puede a todos los toros. Anda en torero, se mueve en torero. Ningún movimiento de su cuerpo carece de torería. Acompaña la embestida con un empaque y un sabor sin límites. Con ese sexto de Cuvillo ha estado sobervio. Dándole pausas al toro entre serie y serie, poniéndosela en la cara y ligando los muletazos. Levantándose del suelo y volviendo a la cara del toro después de sufrir una voltereta feísima que nos hizo temer lo peor. Por el pitón izquierdo el toro no tenía casi recorrido. Aún así dejó muletazos meritorios. ¡Qué quieren que les diga más! Me ha recordado al Manzanares que ví en Sevilla, al de Valencia, al de el otro día en Jerez. Al de tantas y tantas tardes. La faena en sí quizá no ha sido de dos orejas rotundas. Pero el estoconazo a recibir en el centro del ruedo ya ha valido una. Y una y una son dos. Indiscutibles. Definitivamente, José Mari desbanca de mi pódium personal a Morante de La Puebla como mi torero predilecto. Y por supuesto a José Tomás, que queda en tercer lugar. El listón está muy alto. Altísimo. Yo no sé dónde está el techo de este torero. Puede llegar a ser uno de los mejores de la historia. Si no lo es ya. Y a este paso, superará al padre en muy poquito tiempo. Grande José Mari. Muy grande. El Juli estuvo privilegiado con el cuarto. Un toro nada claro con el que el diestro madrileño se justificó como figura que es al sacarle partido y hacer faena a un toro que a otro le hubiera durado un suspiro. Naturales rotos, con la mano muy baja, casi rozando el suelo. Oreja indiscutible y demostración de lo que es una auténtica figura del toreo. Sin aspavientos. Con el primero, soso y mansote, no tuvo opción. Castella no ha tenido suerte con los toros. Con dos oponentes deslucidos y sin fondo, el francés se justificó como siempre hace; con un valor sereno y templado. Sólo un toro de Cuvillo mereció la pena; el sexto. Los dos de Ortigao Costa (el quinto devuelto por uno de Carmen Segovia, desrazado) y el resto de Cuvillos sin posibilidades de triunfo y muy descastados. El día está a punto de terminar. Soñaré con esos muletazos eternos que nos ha regalado Manzanares hoy. Y es verdad. Todo será realidad mañana, esa realidad que supera toda imaginación posible. La imaginación de las musas de José María Manzanares. ¡Dios, qué torerazo!

Madrid, 17 de Mayo de 2011. Por fín llegó el "Talavantazo"

Por fín llegó el Talavantazo a Madrid. Se había hecho de esperar. Y mucho. Alejandro Talavante cortó ayer las dos orejas del bravo y encastado tercero de El Ventorrillo. Y lo hizo como él sabe; despacio, cadencioso, profundo, valiente, pegando zurdazos con la izquierda que eran carteles de toros. Sereno, sin aspavientos. Y seguro con la espada. Tan seguro que hasta a mí me sorprendió que matara por lo alto y a recibir. Prometo que dije que lo iba a pinchar, porque Alejandro no es buen estoqueador. Pero los astros estaban de su lado y la espada entró como un cañón. Para mi gusto algo traserilla. La plaza plaza era un clamor. Pocas veces se han visto tantos pañuelos en Las Ventas. El Talavante desangelado del domingo dio paso a un Talavante mucho más enfibrado y seguro de sí mismo. Este torero siempre debería estar así, como ayer. Y no como muchas veces en las que parece un alma en pena por la plaza. Y debería estar así de seguro también con el toro regular, con el complicado, no sólo con el bravo y bueno. De todos es sabido que este torero torea como los ángeles. Pero ese toreo lo ejecuta demasiadas pocas veces. Tiene que salirle el toro noble y bravo para que ese toreo nos vuelva locos. Me gusta Talavante. Y me emocionó ayer. No le quito ni un mérito a su faena. Pero hay que reconocer que el toro que tenía delante era de bandera. Ojalá que siempre muestre esa disposición con los toros que no sean tan de bandera. Entonces no tendré ningún problema en decir que Talavante es una figura del toreo. Para mí, a dia de hoy, no lo es. Le falta mucho. Y sobretodo le tienen que valer más toros de los que le valen actualmente. El torero considerado figura es aquel a quien más toros le valen. No sólo los buenos. Y de esas figuras hay unas cuantas actualmente. Talavante tiene un camino largo que recorrer todavía. Y debe de demostrar que al toro no tan bueno también puede hacerle faena. Me alegro de sus dos orejas, de corazón. Más que nada porque hace ocho años toreó una novillada sin caballos en mi pueblo (Casasimarro) y en ese momento supe que ese chavalito delgado y fragil iba a llegar muy lejos. Y no me equivoqué. Sus maneras en aquel lejano día de Agosto me hicieron presagiar lo poco después vendría. Ahora toca mantener el listón por lo menos al mismo nivel de lo que se dejó ayer. Aunque sólo sea en ganas. Del resto de la corrida hay poco que decir. Cuando ocurre una cosa de estas todo se eclipsa. Lo demás no valió nada. Perera se estrelló contra un lote parado, manso y sin opciones. Aún así se quedó quieto y mostró sus cartas, esas que te ponen el pelo de punta y que te hace cambiar el “olé” por el “uy”. El Cid se las vió con un primer toro encastado y bravo, más de público que de torero. Nunca iba metido en la muleta. Dificil embestida que El Cid no supo o no pudo encauzar. Tampoco se confió totalmente con él. Para mí muy complicado. Y por supuesto no de ovación en el arrastre. Madrid se volvió a equivocar. Tampoco considero justos los pitos a Manuel Jesús. Con un silencio hubiera bastado. El cuarto no le dio ninguna opción. Hoy llega Manzanares y El Juli. Y veremos cómo se toma Castella la afrenta de torear con los dos mejores toreros del escalafón actual. Seguro que el francés viene con el traje de guerra. Expectación, la hay. Sólo cuatro Cuvillos aprobados y dos de Ortigao Costa que remiendan la corrida. No ha pasado la corrida completa. Dicen que por falta de presencia para una plaza como la de Madrid. Cuanto menos, sospechoso. De momento mal empezamos...

martes, 17 de mayo de 2011

Y llegó San Isidro... Mucho descaste y un gran Iván Fandiño.

Regreso de mis mini vacaciones taurinas para poner sobre la mesa lo acontecido esta última semana en el orbe taurino. En estos días de Mayo, la feria de San Isidro copa la total actualidad taurina. Con la todavía resaca del Manzanarazo resonando en mi mente, he seguido atentamente lo ocurrido en esta primera parte del serial de espectáculos taurinos acaecidos en el coso de la calle de Alcalá. Y si quieren que les sea sincero, han ocurrido pocas cosas. He visto algunos toros que han servido -pocos-, otros mansos -la mayoría- y casi todos con falta de casta. Para casta casta, el primero del encierro que lidió José Escolar y que cayó en manos de Rafaelillo. El toro fue complicado, correoso y difícil. Pero encastado. Discrepo de la ovación que el público le dedicó en el arrastre. Ese toro no era de ovación. Tenía raza, sí. Pero para coger al torero, no para embestir largo y por abajo. Mal Madrid ahí. Y mal Madrid en muchas cosas. Se ha ovacionado en el arrastre a toros que no lo merecían. Se ha abroncado a toreros que no lo merecían. Siempre lo digo. Al torero hay que valorarlo según el enemigo que tenga delante. Ha habido toreros que han estado bién y que no se les ha hecho ni caso, como a Miguel Abellán. Han salido toros al ruedo venteño que no tenían que haber salido, dada su escasa presentación, como tres de los seis que lidió Núñez del Cubillo (2º, 3º y 5º), curiosamente los dos que le tocaron a Morante. Por cierto, petardo de corrida. Hubo tres toros aceptables de Juan Pedro. Sobretodo el cuarto, que destacó por su nobleza y recorrido. Dos noblotes pero muy justitos de El Valdefresno (1º y 5º), uno de El Vellosino (el 6º), y el 1º y 2º de El Montecillo. Lo demás ha sido mansedumbre a raudales, sosería y poca casta. Y repito. Se ha ovacionado a toros que no lo merecían. En el plano torerista, he de destacar dos nombres por encima de todos. Bueno uno. Iván Fandiño. El torero vasco estuvo sensacional toda la tarde. Toreó despacio, reposado, asentado, largo, templado... Al primero de su lote, el mejor toro de El Montecillo, le enjaretó una faena medida y exacta. Pena que el toro no durara un poco más. Podría haber sido de dos orejas. Me gustó mucho Fandiño y desde ahora pienso seguirle los pasos. Torea muy bién. A ver si le ponen con corridas menos duras porque si no no le vamos a ver. El otro torero es Uceda Leal. Cortó una oreja al buen cuarto de Juan Pedro Domecq. Toreó despacísimo. El toro era noblote y con poco le valió. Aún así no me convenció demasiado. Le veo un torero desangelado, sin nervio, casi apático en algunos momentos. Si a ese buen toro él le hubiera puesto algo de garra, el premio podría haber sido mayor. Pero cada uno es como es. Me queda la sensación de que este torero podría estar mucho más arriba de lo que está. Y si no lo está es por su culpa. Termino haciendo una crítica a la afición de Madrid. Al abonado. No puede ser que el abonado no vaya nada más que a las corridas de relumbrón y no vaya a la de los toreros de segunda fila. Eso no es de ser buen aficionado. Para opinar hay que ver todo. Si vas sólo a las corridas de expectación corres el riesgo de que se torne en decepción. Y lo que no se puede bajo ningún concepto es confundir los términos y dar como buenos a toros que son mansos y peligrosos y chillar a toreros que no han podido hacer nada más con lo que han tenido delante.¡Qué quisieran ellos! Y tampoco es lícito ningunear a toreros que están pegando muletazos de mérito sin nisiquiera dedicarle un olé y aclamar medios muletazos de toreros que por así decirlo “les caen mejor”. Esa discriminación de Madrid nunca me ha gustado. Porque todo lo que hace o dice el siete no siempre es lo correcto, por mucho que se crean que son el ombligo del mundo taurino. De la novillada de ayer, que fue muy complicada y exigente destaco el buen sexto novillo y la labor de Víctor Barrio, que estuvo francamente bien. Jimenez Fortes fue cogido por su primero y a Manuel Larios le vi algo verde para ir a Madrid. No me extraña que digan que si no hay novilladas, que si no hay novilleros, etc. La novillada de ayer de Flor de Jara fue toda una corrida de toros. Por grande y por difícil. Y encima de Santa Coloma. Con dos novilladas de estas te cargas medio escalafón de novilleros. Es, cuanto menos, para pensarlo.