miércoles, 18 de mayo de 2011

Madrid, 17 de Mayo de 2011. Por fín llegó el "Talavantazo"

Por fín llegó el Talavantazo a Madrid. Se había hecho de esperar. Y mucho. Alejandro Talavante cortó ayer las dos orejas del bravo y encastado tercero de El Ventorrillo. Y lo hizo como él sabe; despacio, cadencioso, profundo, valiente, pegando zurdazos con la izquierda que eran carteles de toros. Sereno, sin aspavientos. Y seguro con la espada. Tan seguro que hasta a mí me sorprendió que matara por lo alto y a recibir. Prometo que dije que lo iba a pinchar, porque Alejandro no es buen estoqueador. Pero los astros estaban de su lado y la espada entró como un cañón. Para mi gusto algo traserilla. La plaza plaza era un clamor. Pocas veces se han visto tantos pañuelos en Las Ventas. El Talavante desangelado del domingo dio paso a un Talavante mucho más enfibrado y seguro de sí mismo. Este torero siempre debería estar así, como ayer. Y no como muchas veces en las que parece un alma en pena por la plaza. Y debería estar así de seguro también con el toro regular, con el complicado, no sólo con el bravo y bueno. De todos es sabido que este torero torea como los ángeles. Pero ese toreo lo ejecuta demasiadas pocas veces. Tiene que salirle el toro noble y bravo para que ese toreo nos vuelva locos. Me gusta Talavante. Y me emocionó ayer. No le quito ni un mérito a su faena. Pero hay que reconocer que el toro que tenía delante era de bandera. Ojalá que siempre muestre esa disposición con los toros que no sean tan de bandera. Entonces no tendré ningún problema en decir que Talavante es una figura del toreo. Para mí, a dia de hoy, no lo es. Le falta mucho. Y sobretodo le tienen que valer más toros de los que le valen actualmente. El torero considerado figura es aquel a quien más toros le valen. No sólo los buenos. Y de esas figuras hay unas cuantas actualmente. Talavante tiene un camino largo que recorrer todavía. Y debe de demostrar que al toro no tan bueno también puede hacerle faena. Me alegro de sus dos orejas, de corazón. Más que nada porque hace ocho años toreó una novillada sin caballos en mi pueblo (Casasimarro) y en ese momento supe que ese chavalito delgado y fragil iba a llegar muy lejos. Y no me equivoqué. Sus maneras en aquel lejano día de Agosto me hicieron presagiar lo poco después vendría. Ahora toca mantener el listón por lo menos al mismo nivel de lo que se dejó ayer. Aunque sólo sea en ganas. Del resto de la corrida hay poco que decir. Cuando ocurre una cosa de estas todo se eclipsa. Lo demás no valió nada. Perera se estrelló contra un lote parado, manso y sin opciones. Aún así se quedó quieto y mostró sus cartas, esas que te ponen el pelo de punta y que te hace cambiar el “olé” por el “uy”. El Cid se las vió con un primer toro encastado y bravo, más de público que de torero. Nunca iba metido en la muleta. Dificil embestida que El Cid no supo o no pudo encauzar. Tampoco se confió totalmente con él. Para mí muy complicado. Y por supuesto no de ovación en el arrastre. Madrid se volvió a equivocar. Tampoco considero justos los pitos a Manuel Jesús. Con un silencio hubiera bastado. El cuarto no le dio ninguna opción. Hoy llega Manzanares y El Juli. Y veremos cómo se toma Castella la afrenta de torear con los dos mejores toreros del escalafón actual. Seguro que el francés viene con el traje de guerra. Expectación, la hay. Sólo cuatro Cuvillos aprobados y dos de Ortigao Costa que remiendan la corrida. No ha pasado la corrida completa. Dicen que por falta de presencia para una plaza como la de Madrid. Cuanto menos, sospechoso. De momento mal empezamos...

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