viernes, 27 de mayo de 2011

Madrid, 17ª de abono. Sólo uno...

La corrida El Cortijillo traía la expectación de los alcurrucenes. La misma mano que mece la cuna se mueve entre las dos ganaderías. Prácticamente lo mismo: Núñez. Y los mismos: los Lozano. Ayer sólo uno hizo honor al famoso encaste; el segundo. Fue este un toro que duró, que tuvo emoción, que humilló y sobretodo que se movió con transmisión. Con una embestida por el pitón izquierdo qué más parecía de carretón de entrenamiento que de animal salvaje. Soberbio el toro por ahí. Largo, profundo... Morenito de Aranda lo aprovechó a medias. Consiguió tandas muy meritorias por ese lado izquierdo, poniendo a todo el mundo de acuerdo. Emocionó al respetable hasta que aquello se difuminó poco a poco. Mató regular y falló con el descabello. La posible apoteosis quedó en ovación con saludos. Otro toro que se fue al desolladero con la sensación de que podía haber consagrado a los altares a su matador. Que te salga uno de esos en Madrid y no lo exprimas es como que si te toca la lotería y no vas al banco a cobrarla porque piensas que te va a volver a tocar. Así de simple. Castella y Morenito lo piensan, seguro. Hay que dejarse la vida en el ruedo, entregarlo todo, aunque sólo sea en Madrid. Después ya te hincharás a pasar el trámite en los pueblos y a rellenar el expediente. No sé si me explico. Del resto de la corrida poco o nada que decir. Los cinco toros restantes no dieron opciones. Ni Urdiales ni mi paisano Tendero pudieron mostrar nada, ni siquiera una sonrisa en toda la tarde. Y es que a cualquiera se le pondría cara de perro con esos bueyes que salieron ayer en Madrid...

No hay comentarios:

Publicar un comentario