miércoles, 24 de abril de 2013

Crónica de la Feria de Abril 2013.



El pasado domingo acababa la Feria de Abril de Sevilla 2013. Como todos sabeís, este año no ha habido televisión. Ya mostré mi disconformidad en su día por dicha decisión. Una decisión que se tomó por un tira y afloja en los dineros que ofrecía la empresa sevillana por la retransmisión de las corridas de su feria. En tal situación, los aficionados nos hemos tenido que conformar con un programa diario de una hora de duración en Canal Plus Toros donde hemos podido ver fragmentos de cada tarde en el coso del Baratillo. Un buen programa, dicho sea de paso, donde se ha analizado de forma profunda y acertada cuanto sucedía en el albero maestrante, con gente de mucho peso en la tauromaquia y con suficiente conocimiento y honradez para contarnos la verdad de lo que iba sucediendo tarde tras tarde en La Maestranza. Evidentemente me he visto todos esos programas para hacerme con una opinión generalizada de lo que acontecía en Sevilla estos días y en razón a ello he de decir que ha habido de todo como pasa casi siempre en las ferias taurinas. Para no aburrirles voy a contar lo que a mi juicio ha sido lo mejor y aquello en lo que más decepción me he llevado. En el capítulo ganadero, he de destacar varios toros que han sido bravos y encastados. Esos toros han sido "Histérico" de Fuente Ymbro, "Guasón" de Juan Pedro Domecq (último en la encerrona de Manzanares), "Duende" de Victoriano del Río (al que desorejó Antonio Nazaré) y "Datilero" de Miura (al que Manuel Escribano le cortó las dos orejas). Para mí los mejores toros de la feria. Algunos fueron aprovechados al cien por cien y otros no tanto. "Histérico" por ejemplo superó con creces a su matador, Alberto López Simón, el cual no estuvo a la altura de tan gran oponente. No critico al chaval porque su bagaje es corto y estas cosas suelen pasar en toreros poco rodados. Pero también es cierto que cuando uno va a plazas como Sevilla, tiene que ir muy mentalizado y muy preparado, porque alomejor tu tren pasa esa tarde y no te puedes permitir el privilegio de perderlo. Esos que he dicho han sido los mejores toros de la Feria para mí, pero también es cierto que ha habido otros que se han dejado bastante y que han permitido que sus matadores pudieran realizar el toreo. De entre esos otros animales destacables, hay que resaltar un novillo de la novillada de Juan Pedro, un sobrero de Parladé el miércoles 17 de abril al que Luque le cortó una oreja, el primero de Daniel Ruiz (Lechón), “Impuesto” de  Victoriano del Río y otros dos más de esa corrida a parte de "Duende", un toro de Torrestrella (el 2º) y otros tres miuras aparte de "Datilero", sobre todo el segundo de la tarde que le correspondió a Javier Castaño y que de no fallar con los aceros le habría cortado algún trofeo. Extraordinarias en conjunto las corridas de Victoriano del Río y Miura. Para mí las más completas de la Feria en líneas generales. Bravas y con transmisión. Me decepcionaron  mucho las corridas de Cuadri, Fuente Ymbro, Torrestrella y Victorino. Sobre todo esta última porque los animales que salieron no parecían victorinos. Ninguno fue bueno bueno ni malo malo. No salió el toro de bandera ni la alimaña. Y eso en Victorino es decepcionante porque esta es una ganadería que suele emocionar al aficionado, tanto con el bueno como con el malo. Mal Victorino. El juego de las corridas de Cuvillo, El Pilar y Daniel Ruiz no me sorprendió porque sinceramente no esperaba mucho de ellas. De las tres, El Pilar es la que en mejor momento se encuentra pero lo cierto es que en Sevilla decepcionó. En el capítulo de los toreros, me quedo con  Antonio Nazaré y Manuel Escribano (que sustituyó a El Juli el día de los miuras) como auténticos protagonistas de la Feria (Domingo de Resurrección aparte). Es cierto que estos dos últimos se encontraron con dos grandes toros, toros que por otra parte hubieran correspondido a EL Juli de no haber sufrido la tremenda cornada que sufrió, pero es justo resaltar sus grandes actuaciones en el ciclo sevillano. Tanto Nazaré como Escribano desorejaron a uno de Victoriano del Rio y a otro de Miura respectivamente. Y lo hicieron porque estaban preparados para hacerlo. Afortunadamente para ellos el tren pasó por Sevilla las tardes que torearon y lo cogieron sin dudar. Ahora falta que las empresas se hagan eco de sus éxitos y los pongan en las ferias, cosa que dudo puesto que la mayoría de las mismas se confeccionan con demasiado tiempo de antelación. Otros toreros que anduvieron muy bien en la Feria aunque sin triunfar fueron el novillero Lama de Góngora y los matadores Antonio Ferrera, Sebastián Castella, Daniel Luque, Miguel Angel Perera, Jiménez Fortes, Manzanares, Padilla y Castaño. En el caso concreto de Manzanares, hay que decir que se vio algo superado el día de la encerrona por el mal juego de los toros y mucho mejor la tarde de los toros de Victoriano del Rio. En cualquier caso, José Mari no ha tenido demasiada suerte con los toros esta Feria y de diez toros lidiados (incluyendo los del Domingo de Resurrección) tan sólo le han servido dos. El de Victorino el día de los seis toros, a otro torero quizá le hubiera valido algo más. A él, por su concepto del toreo, no le valió. Aun así le sacó muletazos bellos y de mucho mérito. Y es que ese victorino no fue ni tan bueno como dicen algunos ni tan malo como dicen otros. Tuvo sus complicaciones y pidió el carnet. Manzanares al principio de faena le sacó algunos muletazos meritorios pero poco a poco el alicantino fue desistiendo  y al final abandonó el enfrentamiento y se fue a por la espada. Pudo estar mejor con ese toro. Sí. Pero no estuvo tan mal como dicen muchos. Aun así pienso que estuvo por debajo de lo que exigía un animal que tuvo casta y que fue complicado. Morante ha sido el otro gran protagonista de la Feria. Morante y su capote. El torero de La Puebla del Río no cortó ninguna oreja en toda la Feria pero ha estado en boca de todos. Y es que ofreció un concierto de capote cada día que actuó. Nadie torea como Morante con el capote. Las verónicas, las chicuelinas y esa media eterna el día de la corrida de Cubillo han sido de lo mejor de la Feria. También es cierto que los oponentes que ha tenido enfrente no le han dado problemas ni quebraderos de cabeza.  Por eso yo siempre digo que me gustaría ver torear así con el capote a Morante con toros más bravos y encastados de los que habitualmente torea. La media al toro de Cubillo fue lenta. Lentísima. Pero también es cierto que el toro pasó por allí sin emplearse. Ahí están las imágenes. Yo quiero ver a Morante templando y aminorando la velocidad en una verónica o una media a un toro bravo y encastado. Aun así y pese a todo, me emocionó su forma de torear con el capote. La Feria de Abril de 2013 se recordará por el capote de Morante, la tremenda cornada a El Juli, los triunfos de Nazaré y Escribano y las buenas corridas de Victoriano del Río y Miura. Sobre todo esta última. Y para variar, ha habido poca casta y bravura en líneas generales. Pero esto ya es lo normal en las ferias de postín. Esperemos que en Madrid cambie la cosa y que haya una proporción mayor de toros bravos. Porque la bravura, amigos, es el sustento y el pilar de la fiesta. Sin bravura no hay emoción y sin emoción no hay nada.

martes, 23 de abril de 2013

La Asociación Cultural Taurina "Aficionados al toro Villa de Iniesta" visita la ganadería de Nazario Ibáñez

El pasado domingo día 21 de abril, la Asociación Cultural Taurina "Aficionados al toro Villa de Iniesta" visitó la ganadería manchego-murciana de Nazario Ibáñez. Y la verdad es que lo pasamos fenomenal. Llegamos a la finca sobre las diez de la mañana y tras un almuerzo generoso, nos dispusimos a contemplar las bonitas instalaciones de la finca. Pudimos ver la bonita plaza de tientas cubierta, el salón-museo con múltiples cabezas de toros, fotografías y el vestido de la alternativa de Jorge Ibáez (matador de toros retirado dueño de la ganadería), la capilla a la entrada de las instalaciones, la plaza de toros descubierta y sus dependencias anexas para el manejo del ganado. También pudimos disfrutar de la compañía de "Caminero", un toro de cinco años criado a biberón que pasa sus días en un corral pegado a la entrada de la plaza de tientas cubierta. "Caminero" se dejó tocar y acariciar y hasta hubo niños que le dieron de comer en la mano. Eso sí, con la valla de por medio. Tras una primera toma de contacto con la finca, su propietario Jorge Ibáñez nos puso un vídeo de unos veinte minutos de duración sobre la vida del toro en el campo. Un vídeo que resultó muy instructivo y que a la gente le gustó mucho. Tras ello, nos dispusimos a subir a un remolque preparado para visitar los cercados de la ganadería y desde allí pudimos ver las camadas de toros y novillos que Jorge tiene preparadas para este año. Pudimos contemplar de muy cerca la novillada que se lidiará el próximo 20 de mayo en Madrid. Una señora novillada. El propio Jorge con un vaquero de la ganadería, movieron y corrieron los toros de un lado a otro para que los pudieramos observar bien, explicando en cada momento las dudas que pudieran surgir en cuanto al manejo de los toros. Tras recorrer palmo a palmo la finca en el remolque (vimos también las vacas parideras con sus becerritos recién nacidos), volvimos a la plaza de tientas cubierta y allí, el ganadero soltó dos becerritas para el disfrute de los aficionados. Torearon los más valientes y el resto se lo pasó en grande observando los capotazos y muletazos de los más decididos. Por suerte no hubo que lamentar incidentes ni sustos. Llegaba la hora de comer y en la misma antesala de la plaza de tientas  pudimos degustar un buen arroz caldoso con carne precedido de unos entrantes de categoría. Rubén Pinar, uno de los toreros invitados a tentar, tuvo el detalle de comer con nosotros. Una vez comidos pudimos dar un paseo por las instalaciones más próximas a la ganadería y tras él vino el tentadero serio a cargo del citado Rubén Pinar y Sergio Serrano, toreros ambos paisanos de Albacete. Las vacas salieron flojas y la segunda en concreto se mató al entrar al caballo. Una pena porque nos quedábamos sin ver a Sergio Serrano con la muleta, a pesar de su esfuerzo tremendo de venir a toda velocidad de Murcia para estar con nosotros. Lamentablemente, a Jorge sólo le quedaban esas dos vacas por tentar y ya no había más. Una vez acabado el tentadero, la Asociación se hizo la fotografía de rigor en la arena de la plaza de tientas y se dió por concluida la visita. Habíamos pasado un gran día. Alrededor de las siete de la tarde, y, tras despedirnos del ganadero y sus trabajadores, nos montamos en el autobús y pusimos rumbo a Iniesta. Las sesenta personas que íbamos lo habíamos pasado genial y por si fuera poco, un tiempo soleado y primaveral nos había acompañado durante todo el día. Una gran jornada de campo y naturaleza. Todo el mundo resaltaba la belleza del toro en el campo. Y es que es verdad. No hay nada como contemplar la majestuosidad del toro en su entorno natural. Ojalá pronto podamos volver a disfrutar de la grandeza de un animal único en el mundo: el toro bravo.

viernes, 12 de abril de 2013

Cartel de figuras, ruína segura...



Como viene siendo habitual en muchas de mis publicaciones, la indignación vuelve a estar presente como denominador común de mis sensaciones en lo referente al mundo de los toros. Y es que a veces pienso que la linea entre el taurinismo y el antitaurinismo es tan delgada que de vez  en cuando y sin darme cuenta la piso y me pongo del otro lado. En mi post de hoy quiero hablar del atropello que están cometiendo algunas figuras del toreo, económicamente hablando, a pesar de la situación tan precaria que estamos viviendo. Y traigo dos ejemplos muy claros al respecto. El pasado domingo 31 de marzo, domingo de Resurrección, se celebró en Sevilla una de las corridas más importantes del año taurino. Tres figuras del toreo y una ganadería cara y comercial se dieron cita para el disfrute de los aficionados que acudieron al coso del Baratillo. Todos sabemos lo que artísticamente ocurrió allí. Triunfo de El Juli, ganas de Manzanares y unos cuantos capotazos buenos de Morante. Lo que no sabe tanta gente es lo que declaró Ramón Valencia, uno de los empresarios de la plaza de toros de Sevilla, horas después de la finalización de la corrida. Ramón vino a decir que a pesar de haber llenado la plaza hasta la bandera -se puso el cartel de "no hay billetes"-, la empresa había sufrido pérdidas económicas por valor de 96.000 euros. Casi nada. Dieciseis millones de las antíguas pesetas que a los empresarios les tocaba poner o sacar de vete tú a saber dónde. Pero a las figuras esto les da igual. El mismo empresario, en sus declaraciones, se mostró indignado ante la falta de sensibilidad de los toreros con respecto a la situación actual. Sé que los toreros se merecen su dinero, unos más que otros, ya que se supuestamente se juegan la vida. Hasta ahí de acuerdo. Lo que me da rabia es que las figuras no se den cuenta de que la salvación de la fiesta pasa por abaratar los costes de producción de los espectáculos taurinos. Es muy bonito que El Juli, Manzanares y compañía inviten a los toros a muchos aficionados jóvenes, intentando con ello promover la asistencia de público a las plazas. Pero luego ellos se lo llevan calentito y se marchan con los bolsillos llenos. A eso lo llamo yo falta de sensibilidad. Otro ejemplo claro de cómo está la situación actual ocurrió el pasado sábado en la corrida extraordinaria de la primavera de Brihuega. Según he podido saber, las pérdidas ascendieron a 60.000 euros. La plaza no se llenó como en otras ocasiones puesto que sólo se ocuparon tres cuartos del aforo. Eso sí, se rumorea que uno de los integrantes del cartel, precisamente el que no quiso ni ver a ninguno de sus dos toros, cobró 15 millones de las antíguas pesetas (casi 100.000) euros. Indignante. No sé  si al nuevo empresario de Brihuega le van a quedar ganas de organizar el año que viene la corrida de la primavera. Eso sí, mucho papel couché, mucha farándula, mucha gente de caras guapas y arrugadas y mucha prensa del corazón. Pero detrás de todo eso ruína, pérdidas económicas y podredumbre. Cuando Maximino Pérez abandonó el barco el año pasado sus razones tendría. Un tipo inteligente y trabajador como él no está por estar. La Fiesta Nacional se está convirtiendo en fachada reluciente pero con el interior podrido y corrompido. Y es escandaloso que los que están abocando la fiesta a su final sean precisamente las figuras del toreo y algunos ganaderos "de lujo". No entiendo cómo los toreros que más tienen que decir en esto no se dan cuenta. Me parece de un egoísmo tremendo el que viendo cómo está la situación actual de la Fiesta y del país se nieguen a rebajar sus salarios alegando que ellos no tienen la culpa de nada. Los casos de Sevilla y Brihuega son algunos ejemplos de lo que está pasando en casi la totalidad de las plazas donde torean las figuras y que se medio mantienen porque los abonos son muy largos y lo que en unas corridas son grandes pérdidas en otras lo son menos, pero casi nunca beneficios considerables.  Sevilla por ejemplo ha rechazado este año la oferta económica de Canal Plus porque la consideraban baja. Piensan que sin televisión va a ir más gente a la plaza. Pues ni por esas. De momento ha vuelto a bajar el número de abonos para la Feria de Abril y mucho me temo que la venta de entradas sueltas no va a ser demasiado grande. La gente no tiene tanto dinero para gastárselo en ir a los toros, más si cabe cuando las entradas son tan caras como en Sevilla. Aparte, este año hay cinco espectáculos menos que el año pasado. Un desastre. Y a todo esto, los de siempre cobrando el máximo y no permitiendo tocar ni un céntimo en sus honorarios. Y lo mismo ocurre con las tres o cuatro ganaderías "comerciales" que suelen matar. Mientras muchas ganaderías menos toreristas subsisten a duras penas perdiendo cada vez más dinero y dirigiéndose irrevocablemente hacia la desaparición, las de "lujo" aumentan sus honorarios. En el pecado llevan su penitencia, arrastrada por aquellos que quieren sólo eso y nada más. Como digo, estamos ante un panorama desolador. Si queremos que la gente vaya a los toros, démosle un espectáculo atractivo, emocionante y ante todo más barato. Y para que  sea barato, los primeros que tienen que rebajar sus honorarios son los toreros de la primera línea. No puede ser que entre cuatro o cinco se lleven todo el dinero de un abono o endeuden a un empresario cuya única ilusión es dar una buena corrida de toros y ver su plaza llena. Es un atropello a la moral de la Fiesta que el precio del toro sea cada vez más bajo y el del torero más alto. Aquí la emoción la pone el toro, aunque a muchos se les olvide. Muchos ganaderos han de malvender sus toros, con precios muy a la baja para evitar que se queden en la finca y tenga que llevarlos al matadero. Criar un toro para que sea lidiado cuesta alrededor de tres mil euros. Pues bien, muchos ganaderos los están vendiendo por la mitad o menos de esa cantidad. Todo por no mandarlos al matadero donde su precio aún es menor ya que la carne del toro para consumo no es un producto muy valorado en el mercado actualmente. Está claro que hoy en día hay un exceso de ganaderías, muchas de ellas de nuevos ganaderos del ladrillo y que por eso la oferta es mayor que la demanda  y no se puede lidiar todo. Esta crisis está haciendo mella en el campo bravo, consiguiendo que desaparezcan muchas ganaderías porque son prácticamente inviables. En unos años habrá muchos menos toros en el campo para festejos taurinos y entonces, los ganaderos que hayan resistido tendrán la sartén por el mango y exigirán lo que quieran por sus toros porque sencillamente habrá carencia de animales. Pero hasta que llega ese momento –si es que la Fiesta de los toros sigue entre nosotros y no ha muerto a manos de sus propios integrantes-, debemos concienciarnos y saber lo que es justo y lo que no. Yo no quiero un espectáculo reluciente por fuera pero podrido por dentro. Quiero un espectáculo justo, digno y legal. Ojalá que las figuras tomen conciencia y no sigan atracando a la fiesta porque a este paso, dentro de unos años, no van a tener esa posibilidad.

martes, 2 de abril de 2013

Otra lección de los franceses mientras todo el mundo mira a Sevilla...

Ayer terminó la Feria de Pascua de Arles. Y como he titulado en el encabezado de este post, los franceses nos han vuelto a dar otra lección más de las muchas que ya nos han dado. Una lección de cómo se debe hacer una feria taurina. Una lección sobre lo que debe tener prioridad y lo que no a la hora de montar espectáculos taurinos. En Francia, en líneas generales, lo primero es el toro y lo segundo el aficionado. O al revés, que también podría valer. Estos días en Arles hemos visto muchas cosas que no se ven en España salvo en contadas plazas: respeto por el toro y público en los tendidos. ¿Qué están haciendo ellos que no hagamos nosotros? Pues principalmente una cosa: poner al toro en primer lugar, muy por delante de los toreros. Los cuatro días de feria en la localidad francesa nos han permitido ver toros muy bien presentados (excepto los tres de Garcigrande del viernes 29 de marzo) y de juego extraordinario. En cuanto a este último aspecto, me gustaron los dos de Alcurrucén y uno de Garcigrande del viernes, dos de Torrestrella del sábado, tres de Cebada Gago del domingo y tres de ayer de Victorino. En mi modesta opinión, el toro de la feria ha sido el segundo de Victorino, aunque cualquiera de los de Alcurrucén podrían ser también merecedores del trofeo al mejor toro del ciclo taurino de Arles. Buena feria en cuanto a juego de los astados en líneas generales. En cuanto a los hombres de oro, me quedo por encima de todos con la actuación de Iván Fandiño el sábado. Seguro, valiente, decidido...., vamos, Iván Fandiño en estado puro. Me agradaron también las actuaciones de Castella, Bolívar, David Mora, Robleño y Castaño. Y todo ello con casi lleno en los tendidos todos los días excepto hoy que la lluvia ha reducido considerablemente la entrada a los tendidos de la población francesa. Chapó por la afición francesa y la de Arles en particular. Llevo tiempo pensando que en Francia hay más afición a los toros que en España, cuna auténtica de la tauromaquia. Cierto es que el pais galo está algo mejor económicamente que el nuestro (aunque no mucho) y que la crisis económica no es tan brutal como en España. Pero también es cierto, y es lo más importante, que en Francia se hacen las cosas mejor taurinamente hablando que aquí. Se cuida más al toro y su presentación, al aficionado, se respeta más el espectáculo y al torero y se le da la importancia que nosotros no le damos al tercio de varas. Estos días he disfrutado como un niño con casi todos los tercios de picar que he podido ver. Y es que se le ha dado mucha leña a los toros en Arles. Muchos animales han tomado tres y hasta cuatro puyazos y han sido puestos al caballo desde muy lejos. Lo que han hecho luego bajo el peto ya es otra cosa, pero ver arrancarse a un toro desde veinte metros y observarle galopar hasta estrellarse con el caballo no tiene precio. Es triste que en España se esté perdiendo el tercio de varas y tengamos que ir a Francia para seguir disfrutando de su belleza. Como casi todo en este pais, lo perderemos del todo algún día y no nos daremos ni cuenta. Y mientras esto sucedía en Arles, todo el mundo miraba a Sevilla. El Juli, según muchos, había reventado el toreo. He visto varias veces todos los vídeos resúmenes de la tarde del Domingo de Resurrección en Sevilla. De la presentación de los cinco toros de Garcigrande y uno de Parladé que se lidiaron no puedo poner ni una pega. Estaban muy por encima de la media de lo que normalmente se lidia en la capital hispalense. Pero también es cierto que para que al final fueran aprobados cinco toros de la ganadería titular, se tuvieron que reconocer en los corrales hasta 17 animales de la citada ganadería salmantina. Detesto cuando hay baile de corrales en los reconocimientos de las grandes citas porque eso significa que nos están intentando tomar el pelo. Y el domingo en Sevilla se le quiso tomar el pelo al aficionado. Justo Hernández había llevado de inicio nueve toros de los cuales sólo se aprobaron tres. Hubo de traer a última hora siete u ocho toros más para que al final sólo pudiera lidiar cinco. Vergonzoso. El complot de ciertos ganaderos con algunas figuras está más que presente hoy en día y tiene como objetivo disminuir el riesgo de la fiesta y engañar al aficionado. Así de simple. Menos mal que algunos veterinarios y presidentes se ponen en su sitio y no pasan por el aro, muchas veces a costa de su integridad personal y profesional. La corrida se movió y dio buen juego en líneas generales, destacando el quinto toro. Pero no solo de la nobleza vive la fiesta. Los de Garcigrande ayer atesoraron mucha, sin embargo bravura de verdad hubo poca exceptuando ese quinto toro que sí mostró condiciones de bravo. El toro, aparte de noble debe ser bravo. Me da la sensación que muchos ganaderos de los llamados comerciales lo que no quieren es precisamente bravura y sí mucha nobleza borrega. Eso no es así y ese no es el espíritu de la Fiesta. Demasiada nobleza y poca bravura matan la emoción del aficionado. Y si el aficionado no se emociona no va a los toros. Es lo que está pasando hoy en día en la mayoría de los ruedos españoles. Morante y Manzanares no brillaron como otras veces y de El Juli, ¿qué quieren que les diga? No voy a ser yo quien juzgue su actuación del domingo en Sevilla. Reconozco que les puede a los toros, que les baja la mano al máximo, que su muletazo es muy largo... Todo lo que ustedes quieran. Pero no me emociona. Y en esto del toreo la emoción cuenta y mucho. Casi todos los críticos han alabado su actuación con calificativos superlativos, pero pocos han dicho (y ahí está el vídeo para comprobarlo) que en muchas ocasiones durante su actuación, El Juli toreo descolocado, con un hueco de metro y pico entre toro y torero en numerosos muletazos, con el brazo estirado hasta el infinito y abusando del pico al pitón contrario desplazando consecuentemente al toro hacia afuera de forma descarada. Eso sin contar con que El Juli toreó casi toda la tarde con la pierna demasiado retrasada. Pero eso no lo cantan los extasiados cronistas que presenciaron la corrida. En cualquier caso, vuelvo a repetir que respeto al torero madrileño y que a pesar de todo hay cosas que me gustan de él aunque nunca acabe de emocionarme su estética y sus formas poco toreras delante del toro. Y mientras todo este espectáculo de postín y farándula sucedía en Sevilla, en Francia asistíamos a otro más digno y más verdadero: aquel que pone al toro como auténtico protagonista de la Fiesta y del que muchos aquí en España reniegan y condenan al último lugar. Así está el panorama y así nos va...