jueves, 25 de agosto de 2011

Bilbao. Corridas generales. Morante vuelve a soñar el toreo...

Bilbao. Esa feria del norte. Con su ruedo gris plomizo. Con sus nubes y su sol escondido. Con sus tardes otoñales en Agosto. Con su toro de primera. Serio, en puntas. Aquí no hay trampa ni cartón. Y si hay cartón, pronto sale ardiendo. En estas cuatro primeras tardes del abono he visto cosas grandes. Muy grandes. También me he tapado los ojos para no ver otras cosas que me siguen haciendo daño. La segunda de abono -pues la primera fue la de rejones, y ya sabeis que yo de rejones entiendo lo justo-, me dejó atontado. Como si una mala droga me hubiera reventado por dentro. Mala la corrida de Miura. Muy mala. Descastada, vacía por dentro. Mansa y cobarde. Algunos muy flojos y con demasiado sentido. Los dos sobreros que salieron por los dos miuras devueltos, uno de Toros de La Campana (2º) flojo y otro del Marqués de Domecq (6º) difícil. Ni Padilla, ni Rafaelillo, ni el debutante Raúl Velasco pudieron hacer nada. En cualquier caso, a Velasco se le adivinan buenas formas, como ya demostró en su reciente paso por Las Ventas. Hay que darle tiempo y oportunidades porque puede romper. Al día siguiente se lidió la corrida de Fuente Ymbro. Decepcionó en parte porque todos los taurinos, desde por la mañana, estaban enamorados de la corrida. Tan sólo el primero, que tuvo clase por el pitón derecho, y el sexto, bravo y manejable, se dejaron hacer algo. El resto quedó en tierra de nadie. Me encantó Diego Urdiales, torero que siempre me ha gustado y que tiene una clase y un sentido del gusto y la estética que ya quisieran muchos. Con el buen primero estuvo cumbre, regalándonos varias series por el lado derecho que tuvieron sabor y mucha torería. Por el izquierdo el toro no tenía ni uno, y así se lo hizo saber el toro cuando en un muletazo por ese lado el toro le prendió de forma dramática afortunadamente sin consecuencias. Pinchó y perdió la oreja. Aún así dio una calurosa vuelta al ruedo. César Jiménez y Matías Tejela no tuvieron su tarde. Les vi ausentes y hasta fríos diria yo. El martes 23 llegaban los toros de Núñez del Cuvillo, y con ellos las figuras y la expectación. Corrida que no defraudó porque hasta el momento ha sido la mejor de la feria.
Exceptuando el peligroso toro que salió en sexto lugar, el resto fueron buenos. Muy buenos. Manejables, nobles y bravos. A partir de ahí, sólo queda hablar de la faena de Morante al cuarto. Sublime. Magistral. Histórica. Única. Morante de la Puebla cuajó con el extraordinario cuarto de la tarde una de las faenas más importantes que se le recuerdan. Si no la mejor. Una faena ante un toro exigente que le obligó a empezar sometiéndolo por abajo para atemperar la encastada embestida y abrirle los caminos, cosa que no todo el mundo entendió porque más de uno pensó que Morante se estaba doblando con él para inmediatamente entrar a matar. De echo, algunos hasta pitaron. A partir de ahí vino la sinfonía del arte. La inspiración del genio. Una faena que aún está durando puesto que José Antonio estuvo toreando una eternidad. Con la derecha, con la izquierda, todo muy suave. Armonía pura y dura. Para colmo se tiró a matar como pocas veces lo hace; con verdad. Y lo mató, vaya si lo mató. Los dos pañuelos de Matías asomaron juntos y a la vez al palco. No había duda. Estábamos ante algo histórico. Probablemente ante las dos orejas más rotundas que se han concedido en esta plaza en toda su historia. No exagero. Manzanares sólo pudo arrancarle una oreja al quinto de la tarde tras una faena más de pelea que de arte. Sus dos toros, muy encastados, no se lo pusieron fácil. Aún así, José Mari estuvo muy por encima de su lote. David Mora, que sustituía a Iván Fandiño, sólo pudo hacer algo con el tercero, noble y colaborador. Cada día y cada corrida que pasa, este chaval demuestra que tiene que estar en el circuito de las figuras, porque tiene mucho valor y torea muy bién. Y lo más importante; parece torero. Con el sexto no pudo rascar bola por que no tenía ni uno por ningún lado.
La corrida de Jandilla de ayer decepcionó. Complicada para estar delante de ella. Toros con las cabezas muy sueltas. Peligrosos algunos. Manejable y noble el primero y sin acabar de romper el segundo y el tercero. Jiménez Fortes -que tomaba la alternativa-, estuvo bién con el noblote primero. Serio, asentado, tranquilo y muy templado, virtud esta del temple que este chico tiene a espuertas. Otro de los que hay que tener presente porque cuando menos lo esperemos pega el zambombazo. ¿Por qué? Pues porque torea muy bién. Talavante y El Juli pecharon con un lote complicado y correoso. Bien Talavante con el quinto, pudiéndole cuando eso precisamente no era tarea fácil. Quedan todavía varias corridas interesantes en esta semana que va poco a poco apagándose. Será difícil que vuelva a ocurrir algo como lo del Martes con el genio de La Puebla. Todo puede ser en esta vida. Pero eso es complicado que se repita. Más que nada porque mi cuerpo no podría aguantar dos terremotos emocionales seguidos tan fuertes. Veremos que pasa...

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