domingo, 29 de enero de 2012

Desilusión...

No escribo nada últimamente. Lo sé. Pero si no lo hago es porque quizás estoy un poco cansado de ver desacuerdos y disputas absurdas. En unos tiempos como los que vivimos actualmente, si hay algo que tenemos que tener claro es que la unión debe de ser nuestra prioridad. Y no es asî. Por más que lo intento no entiendo la postura de las figuras del G10. Ahora, después de un porrón de años sin hablar de los derechos de imágen, van y enarbolan una cruzada cuyo fin es exclusivamente económico. Creo que los toreros se merecen todo el dinero que ganan y más todavia, puesto que sus vidas están en juego cada tarde. Pero pedir más por salir en televisión no lo veo justo. Los empresarios han empezado a hacer números y evidentemente no les salen las cuentas. Y las primeras consecuencias ya se están produciendo. Muchas de esas figuras se van a quedar fuera de las principales ferias. No hay tanto dinero para todos. Lo único positivo de todo este enredo es que ahora posiblemente se vean más ganaderias de corte torista. Corridas con menos coste en general y con el atractivo añadido de ver al toro toro. Y yo, sinceramente lo prefiero. La fiesta se basa en el toro, mucho más que en el torero. Está claro que la crisis no afecta a todos por igual, pero a pesar de ello, la sensibilidad de las gentes que tiran de este carro debería ser unánime. Desgraciadamente no es así. Si soy sincero, para mí tan sólo hay tres o cuatro toreros que merezcan la pena hoy en día. Por el contrario, hay muchísimas ganaderías que de una forma u otra garantizan un espectáculo único e irrepetible. Quizá esta polémica por los derechos de imágen de las figuras sea el inicio de un cambio a favor del toro. En Francia esto lleva siendo así desde hace mucho tiempo y si seguimos su ejemplo nos irá mejor. Mucho mejor.