jueves, 9 de junio de 2011

Madrid. Feria del Aniversario. 7, 8 y 9 de Junio. Creo que me repito mucho...

A veces me paro a pensar, cosa que no recomiendo mucho, y me pregunto qué es lo normal y qué es lo anormal en este mundo de los toros. Y después de muchas cavilaciones llego a la conclusión de que no sé nada de nada. Que en esto de la fiesta nacional a veces hay descampados tan grandes que a veces no encuentras ni un gasón con el que tropezarte. Y lo que más me preocupa es que últimamente me repito más que el ajo. Siempre es lo mismo. Estoy empezando a creer que lo normal en esto de los toros es ver un petardo detrás de otro. Corridas mansas, sin nada dentro. Sin ni tan siquiera peligro, cosa que por lo menos nos pondría el corazón en un puño y nos haría sufrir. No sé, algo. Emoción aunque sea escasa. Pero nada. Siempre la misma película. Y para cuando a un toro se le ocurre embestir viene el mediocre de turno y no lo aprovecha como debe de aprovecharlo. Como ya dije en su momento, a muchos les toca la lotería y rompen el décimo porque se creen que mañana les va a volver a tocar. La llevan clara. En estos tres últimos días más de lo mismo. Descaste, mansedumbre, flojedad de remos y mucho pañuelo verde. No hay tarde en la uno o dos animales sean devueltos a los corrales. Entonces salen los bueyes de Florito -que seguro que embestirían mejor que muchos de los toros que han salido este año a la plaza-, y nos entretenemos con la efectividad de unos animales que parecen personas. De entre toda la marabunta de despropósitos que hemos visto estos tres últimos días, cabe destacar un toro de Los Bayones que saltó al ruedo el Martes y que cayó en las manos de Matías Tejela. Bravo, noble, con clase y transmisión. Un señor toro. Ante tal situación, Tejela se atascó. Y creo firmemente que se le fue con dos orejas que debía haberle arrancado. Las categorías de los toreros se ven en estos casos. No digo que Tejela estuviera mal. Incluso hubo momentos en la tarde en los que toreó muy bién. Pero cuando todo debía de haber roto se diluyó. Para rematar, asesinó al toro de dos bajonazos imperdonables. Seguro que el torero de Alcalá de Henares todavía se estará dando golpes en el pecho clamando perdón. Tras esta feria hay varios toreros que deberían ponerse de rodillas y pedir perdón a los aficionados y a sus apoderados, que son los que les hacen ricos o les hunden en el olvido, siempre en consecuencia de lo que se hace con muleta y espada. De ayer miércoles tengo poco que decir. Lo que más me gustó fue el poder de El Juli. Pocos toreros actuales son tan poderosos con capote, muleta y espada. Sacó muletazos a sus dos toros, sobretodo al primero, donde no los había. Ese tercero no tenía ni uno. Pues Julian se los acabó sacando a base de sobarle y consentirle. Con el sexto tuvo pasajes exitosos hasta que el toro echó la persiana y dijo que nanai. Se acabó pronto. Muy bién El Juli. A la fría afición de Madrid parece que le va entrando en la cabeza la grandeza de este torero, aunque haya costado años convencerles y hacerlo casi con calzador. Juan Mora y Morante no pudieron hacer casi nada. Sólo algunos detallitos de arte. Además Morante mató mal. Muy mal. Huidiza y fríamente. Mira que me duele Morante, pero a veces es que no soporto esa desgana y ese "ahí queda eso. Si te gusta bién y si no te jodes". Eso no es así. Y hoy jueves más pescado podrido. Sólo un toro ha valido la pena; el sexto. Pero se ha acabado pronto. Le ha faltado empuje y algo más de raza. De haber durado más era de dos orejas ya que tenía una calidad extraordinaria en la embestida. Pero lo bueno es efímero y a veces dura un suspiro. Incluso menos que eso. Me ha gustado Jairo Miguel, torero cacereño jovencísimo, que tiene una mano izquierda como para pensárselo. Otro torero que habrá que seguir. Victor Puerto y El Capea no han tenido opciones. Y eso ha sido todo hasta hoy amigos. Lo de siempre. Ajo y a repetirlo. Y ya que el ajo abunda en mis crónicas, he pensado que mejor lo uso de condimento al pescado que me voy a comer esta noche. Ojalá este pescado no esté podrido porque si no...

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