martes, 16 de julio de 2013

Pamplona. San Fermín 2013. La Feria del Toro y el susto de mi vida...

Todavía me dura el susto. Pero también sigo en una nube. En estos días pasados, he vivido las dos caras de la vida: la buena y la mala. Nunca había estado en Pamplona por San Fermín. Este año era el primero. A decir verdad llevaba mucho tiempo queriendo ir a la Feria del Toro por antonomasia. Pamplona es la capital del toro entre el 5 y el 14 de julio y a ella se dirige año tras año todo el mundo taurino. Porque allí, bajo el denominador común del amor al toro bravo, se dan cita los más formales y los más juerguistas, los más aficionados y los que no lo son tanto. Este año por fín me decidí y por fín pude ir a Pamplona aunque fuera el último fin de semana de la Feria. Quería sentir en mis carnes la experiencia de correr un encierro y asistir a alguna corrida de toros, preferiblemente la de Miura, uno de cuyos toros lidiados, de nombre “Cartuchero” número 14, pronto va a colgar disecado en mi casa. Lo que no me imaginaba es que allí en Pamplona me iba a llevar el susto de mi vida. Y es que el sábado día 13 de julio estuve a dos metros del tremendo y peligrosísimo tapón que se formó durante el encierro de los toros de Fuente Ymbro a la entrada de la plaza de toros. Inesperadamente, una decisión de última hora en el tramo que elegí para correr el encierro (desde el final de la calle Estafeta hasta la plaza de toros) hizo que no me empotrara contra la aglomeración de gente que allí se encontraba aprisionada y que por lo tanto no me sorprendieran los toros por detrás al llegar estos a la entrada de la plaza de toros. Justo al pasar el último toro de Fuente Ymbro por mi lado eché a correr tras la manada y unos metros más allá pude contemplar atónito el atasco que se había formado. En ese momento nos obligaron a retroceder puesto que varios toros se estaban volviendo contra los que estabamos a punto de entrar a la plaza. El caos fue mayúsculo y durante los siguientes tres minutos no hubo más que angustia y confusión. Por suerte pasó todo más o menos rápido, y aunque hubo varios heridos de diversa consideración, no tuvimos que lamentar un mal mayor. Nunca olvidaré la experiencia y los minutos tan angustiosos que viví. En cualquier caso fue una de las experiencias más emocionantes e intensas que he vivido. Esa tarde, ya más relajado, pude ver la corrida de toros desde el tendido. Aún así y pese a la gran tarde de toros que estaba presenciando, no se me iban de la cabeza las imágenes de esa mañana. Los toros de Fuente Ymbro, que tanta nobleza estaban derrochando, no hacían sino ratificar la bondad que habían demostrado por la mañana en el encierro al no lanzar ninguna cornada a los mozos durante el tiempo que duró el tumulto. Más que nunca, el capotillo de San Fermín nos había salvado a muchos. Aun así, como digo, la experiencia valió la pena y sirvió para que pudiera comprobar en mis propias carnes la dificultad y el peligro que tiene el ponerse delante de una manada de toros cada mañana para correr el encierro. Créanme si les digo que es más serio de lo que parece y que de broma no tiene nada. Al día siguiente, con los toros de Miura, no pude sino verlos pasar sin correr debido a un golpe que recibí el día anterior en la pierna derecha cuando sucumbí ante cientos de personas que retrocedían a causa del tapón en la entrada de la plaza y la proximidad de los toros ahí retenidos. El año que viene volveré y, con algo más de experiencia, espero poder disfrutar como mínimo igual que lo he hecho este año. Hasta aquí mi experiencia personal en San Fermín. En cuanto al análisis taurino de la Feria, he de decir que ha sido algo pobre y con menos hechos destacados que otros años. Como siempre, he seguido todas las corridas por televisión excepto la del sábado 13 que la ví allí en la misma plaza de toros de Pamplona. En cuanto al análisis ganadero, he de decir que decepcionaron las corridas de Alcurrucén, Valdefresno (que sustituyó a la titular de Cebada Gago y que a pesar de lo grande, aparatosa de pitones  y voluminosa no dio el juego esperado), Victoriano del Río (con dos toros, 3º y 6º, bajos de presentación para una plaza como Pamplona), El Pilar y Miura. Y decepcionaron porque en conjunto fueron mansas, sosas y descastadas. Podría salvar de la quema al 5º toro de Valdefresno (noble y  manejable), el 3º de Victoriano de Río (con un buen pitón izquierdo y con movilidad pero sin calidad con el que Talavante estuvo por debajo de su condición) el 3º de El Pilar (noble con calidad y recorrido) y el 3º de Miura (noble y manejable con un buen pitón izquierdo). El resto de animales de esas corridas no posibilitaron el triunfo de los matadores. En la parte positiva en cuanto al ganado, he de resaltar el buen juego de dos novillos de El Parralejo (5º y 6º), cuatro buenos toros de Dolores Aguirre (1º, 2º, 4º y 5º), sobre todo el 4º de nombre "Caracorta" número 17 que fue bravo y encastado), tres toros de Torrestrella (3º, 4º y 6º que sin ser nada del otro mundo se dejaron y dieron espectáculo) y dos toros de Fuente Ymbro (el 3º, de nombre "Malicioso" número 104 que fue muy bueno y el 4º de nombre "Héroe" número 111 que resultó extraordinario, siendo merecedor este último de la vuelta al ruedo que no fue concedida por el presidente). Como digo, pobre balance si tenemos en cuenta la supuesta calidad de las ganaderías anunciadas en Pamplona. El premio a la más completa y mejor corrida de la Feria ha recaído en la ganadería de doña Dolores Aguirre por el buen juego de sus toros la tarde del 8 de julio. Sin duda alguna, un merecidísimo homenaje póstumo a la ganadera vasca que tantas y tantas tardes ha lidiado con éxito en la plaza de Pamplona. El premio "Carriquiri" al mejor toro de la Feria ha sido para "Heroe" (no Heroína) de Fuente Ymbro lidiado en 4º lugar el sábado 13 de julio por Juan José Padilla. Un dato curioso. Ricardo Gallardo lleva lidiando en Pamplona nueve años, de los cuales ocho ha sido galardonado con algún premio en Pamplona (cuatro premios "Carriquiri" al toro más bravo y cuatro premios "Feria del Toro" a la corrida más completa). Un dato muy a tener en cuenta si resaltamos que la procedencia de sus toros es de origen "Jandilla", ganadería considerada blanda y noble de preferencia entre las supuestas figuras del toreo. Hasta ahí lo más destacable en cuanto a ganado. Si hablamos de toreros, el pódium lo encabeza sin duda Iván Fandiño. El torero de Orduña ha sido declarado el triunfador de la Feria del Toro 2013 por unanimidad en base a su gran faena al tercer toro de la tarde en la corrida de Fuente Ymbro. Además, Fandiño se ha llevado también el premio a la mejor estocada de la Feria. Gran actuación en conjunto la del torero vasco en San Fermín. Otros toreros que a mi entender han estado bien en la Feria son el novillero Rafael Cerro, que hizo una muy buena faena al 5º novillo de El Parralejo pero que mató fatal (tenía las dos orejas cortadas), Juan del Álamo en la corrida de Dolores Aguirre, en la que se le vió muy firme y decidido a pesar de no tener suerte con su lote, David Mora, que en sus dos actuaciones cortó un total de tres orejas demostrando que está en buen momento, Juan José Padilla, que estuvo muy entregado las dos tardes y que realizó una buena faena al cuarto de la tarde de Fuente Ymbro (faena que por otra parte fue de dos orejas claras y rotundas que el presdidente dejó en una), Miguel Ángel Perera, que anduvo muy bien con el quinto la tarde del sábado 13 y Jiménez Fortes que cortó una oreja al tercero de Miura tras una faena meritoria y que completó una actuación sensacional con la corrida de El Pilar. Posada de Maravillas no me gustó a pesar de cortar dos orejas en el sexto novillo de la tarde. Dos orejas que más que por toreo bueno fueron por toreo bullicioso. Sinceramente no le veo nada de especial ni se tampoco dónde están esas supuestas cualidades extraordinarias que tantos entendidos le cantan. Creo que está muy sobrevalorado y que el tiempo dirá si tanta gente que le adula lleva razón. De momento, el día de su actuación le faltó al respeto a sus compañeros de cartel yéndose al patio de caballos a calentar como si se tratase de un futbolista que va a entrar a jugar mientras que su compañero Rafael Cerro se jugaba la vida en el ruedo. Manuel Escribano, pese a estar a punto de abrir la puerta grande tampoco me convenció. Creo sinceramente que estuvo por debajo del gran toro "Caracorta" de Dolores Aguirre (4º de la tarde) y que podía haber estado mucho mejor, ya no sólo con ese toro sino con su primero también. Morante no tuvo suerte con su lote pero ha decir verdad tampoco estuvo muy por la labor y El Juli se fue de la Feria tras encontrarse con cuatro oponentes sin posibilidades de éxito. Aun así, hay que decir que estuvo bien con su primer toro en la corrida de Victoriano del Río, consiguiento algún que otro natural largo y meritorio merced a su capacidad de alargar la embestida a los toros. En definitiva, ha sido una Feria con pocas cosas para recordar y otras muchas para olvidar. Como no podía ser de otra manera, cada tarde ha habido un llenazo de no hay billetes, la presentación de los toros ha sido buena (excepto algunos toros de Victoriano del Río) y las peñas se lo han pasado en grande. Yo también puedo decir lo mismo porque por fín he podido cumplir mi sueño de estar en Pamplona. A partir de ahora será cita obligada cada mes de julio y aunque este mi primer año haya sido más traumático que placentero, volveré a correr alguno de sus encierros y a asistir a alguna de sus corridas que con tanta pasión se viven. Que no quepa duda que lo haré, aunque me siga despertando alguna noche más entre sudores soñándo lo que pudo pasar y que al final por suerte no sufrí. En cualquier caso y a pesar de todo: ¡Viva San Fermín!