jueves, 5 de mayo de 2011

Sevilla, 4 de Mayo de 2011. 11ª de abono. Dos y dos fueron siete.

Como dije ayer, en el mundo de los toros dos y dos rara vez son cuatro. Alguna vez puede sonar la flauta. Pero no es lo habitual. A veces dos y dos son cinco. Y otras siete, como hoy ha pasado. Siete toros de Fuente Ymbro, incluyendo el quinto bis que salió por el titular. De ellos sólo uno valió la pena: el primero. Este fue un toro que se movió con celo, con mucha humillación y dejándose torear por ambos pitones. Para mí, bueno para estar bién con él e incluso haberle cortado alguna oreja. Matías Tejela se amontonó demasiado con el toro. No acabó de acoplarse y le pegó demasiados muletazos sin sentido. Tan sólo merecieron la pena tres o cuatro naturales por abajo y rotos de verdad. El toro se aburrió al ver que había ganado la partida y ahí se acabó todo. Tejela estuvo por debajo del de Fuente Ymbro. Como suena. Del resto de la corrida poco que destacar. Poca casta y poco fondo en los restantes toros. Se acabaron muy pronto. En la segunda o tercera tanda de muleta. Muy bajo lo de Ricardo Gallardo hoy en La Maestranza. Y eso que venía de lidiar una corrida bravísima hace muy pocos días en Arles. Lo dicho; esto no hay quien lo entienda. Miguel Angel Perera y Alejandro Talavante poco pudieron hacer. Este último quedó inédito, mientras que Perera estuvo valentísmo como siempre. Tragó paquete con su incierto primero, con el que acabó en las distancias cortas y dejándose acariciar la taleguilla con los pitones. Se llevó un susto gordo cuando recibió a su enemigo a potagayola y este le cambió el viaje en el último momento. Estaba cogido pero se salvó in extremis. Su segundo no tuvo ni una embestida clara por ningún pitón. Corrida tremendamente vacía la que hemos sufrido hoy. De toros y de alguno de los que han hecho el paseíllo.

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