Feria de San Isidro 2012. 1ª, 2ª, 3ª, 4ª y 5ª de abono.

Comenzó la ansiada y esperada feria de San Isidro en Las Ventas de Madrid. Hasta hoy, poco podemos resaltar de los cinco festejos celebrados. Quizá lo más destacado ha sido la corrida de rejones del sábado día 12 de mayo en la que tanto Andy Cartagena como Sergio Galán salieron por la puerta grande tras cortar cada uno dos orejas. Leonardo sólo cortó una y no les pudo acompañar en sus salida triunfal. De las tres corridas de toros y una novillada lidiadas hasta el momento hay poco que decir. Tanto los toros de las ganaderías de El Cortijillo (10 de mayo) como la de Montalvo (11 de mayo), no ofrecieron el juego esperado. Dos corridas mansísimas y descastadas que fueron a Madrid a ofrecer un espectáculo bochornoso y lamentable. La de Montalvo además excesivamente blanda y floja de remos. De esos dos primeros días me quedo con algunos muletazos de Leandro en el único toro que se dejó antes de acabarse, las buenas maneras de Antonio Nazaré y los dos estoconazos de Uceda Leal a sus dos toros. Uceda es uno de los mejores estoqueadores del escalafón si no el mejor junto con Manzanares. La corrida del día 13 trajo polémica. De la ganaderia titular, El Vellosino, sólo se aprobaron dos toros en el reconocimiento matutino y en vez de llevársela el ganadero entera de vuelta al campo, como se suele hacer cuando se aprueban pocos toros de una ganadería, obligó a la empresa a que se quedaran esos dos animales -estaba en su derecho-, y tuvo que ser completada con cuatro toros de Valdefresno. Así las cosas, la corrida quedó compuesta por dos toros de El Vellosino (que hicieron 2º y 4º y que fueron malos, mansos y descastados) y cuatro de Valdefresno (1ºy 3ºnobles y buenos y 5º y 6º complicados). De esa corrida me quedo con la disposición y las buenas maneras de Juan del Álamo, un torero muy nuevo cuyas virtudes ya he cantado varias veces en mi blog. Este chaval posee serenidad, técnica, mucho temple y un sentido de la lidia y de la colocación que ya quisieran muchos. Es uno de los pocos toreros que sigo atentamente porque sé de buena tinta que en cualquier momento va a explotar. Si no llega a pinchar al buen tercero habría cortado una oreja con mucha fuerza. Ojo con Juan del Álamo. La novillada de ayer tuvo mucho interés. Con sustos al principio, como el percance que por suerte se quedó en nada del banderillero de Conchi Rios, Raúl Corralejo, incertidumbre en varios momentos y miedo de verdad con Gonzalo Caballero, un novillero de Madrid muy verde que toreaba su segunda novillada con caballos. Ví mal a Conchi Ríos y a Tulio Salguero. Para mí estuvieron por debajo de sus novillos. Se vieron desbordados en varios momentos por los animales, los cuales pusieron cara su vida en la plaza. La novillada no permitió el lucimiento. Bajo mi punto de vista la novillada fue complicada. Sólo mereció la pena el 3º, a cuyo arrastre el público de Madrid ovacionó. Un novillo noble y de buen juego que se dejó torear por ambos pitones y que Gonzalo Caballero mató de una soberbia estocada. El novillero madrileño ha paseado la primera oreja de toreros de a pié de la feria. Habrá que seguirle, porque a falta de técnica por lo menos tiene valor y hambre por ser torero. Veremos lo que depara la feria en los próximos días en los que vienen carteles más fuertes. Esperemos que cambie la moneda en cuanto a los toros porque a día de hoy sólo se salvan dos de Valdefresno y un novillo de Buenavista.