sábado, 26 de mayo de 2012

Madrid. San Isidro 2012. 16ª de abono. Poco toreo y demasiados sustos...

Madrid. 16 ª de la Feria de San Isidro. Novillos de Fuente Ymbro, el 1º bravo, 2º bueno, 3º manso y complicado, dos de Navalrosal (5º y 6º) y un sobrero de Espartaco (4º bis), noble.. SERGIO FLORES: Ovación y silencio tras avisos; JAVIER JIMÉNEZ: Ovación con saludos tras aviso y silencio tras aviso; FERNANDO ADRIÁN: Palmas y silencio. Entrada: Más de tres cuartos de plaza.

Interesante novillada la que se vió ayer en Madrid. Hasta cuatro novillos ( 1º y 2º de Fuente Ymbro y 5º y 6º de Navalrosal) se dejaron torear por su excelente clase y calidad. Pero lo lamentable de ayer es que no hubo novilleros. Bajo mi punto de vista, los tres chavales se vieron desbordados y estuvieron por debajo de sus oponentes. Mucha bragueta, sí, pero poca solvencia. Les ví incluso atacados por momentos. Me llamó la atención el bajón que ha dado en su proyección el mejicano Sergio Flores, al que ya había visto en varias ocasiones y en el que tenía puestas muchas esperanzas. A los tres les echaron mano los novillos. Sufrieron volteretas muy feas que podrían haber evitado de haber estado más puestos. Como digo, se vieron desbordados en muchas ocasiones y alguno de ellos, como Fernando Adrián, se equivocó gravemente con el sexto, al que permitió que le dieran demasiado en el caballo. Ese precioso sexto novillo, excelente de presentación y comportamiento en los primeros tercios llegó desfondado a la muleta como consecuencia del severo castigo que le propinaron en varas. Alguien debió advertirle al chaval que ese novillo era de lío si se le cuidaba en el caballo. No sé para que sirve toda esa gente tan "entendida" que rodea a los novilleros. Javier Jiménez le cogió el aire al quinto de la tarde, con el que tuvo un buen inicio de faena, toreando muy por abajo, pero que se diluyó rápido por la repentina falta de acople entre toro y torero. Como digo, hubo novillos pero no novilleros. Espero que a ninguno se le ocurriera darse coba al acabar la novillada. Y es que llevo tiempo sin ver un novillero que merezca la pena de verdad. Bueno sí, hay uno que me tiene medio pendiente; Gonzalo Caballero. Pero en esto de los novilleros no es bueno apostar porque casi siempre el bueno no llega por circunstancias ajenas a su capote y muleta y sin embargo sí llegan demasiados que no dicen nada pero que tienen la capacidad de "poner" por torear. Así está el mundo novilleril hoy en día. Penoso, ¿verdad?...

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