lunes, 30 de abril de 2012

Feria de Abril 2012. Poco pero bueno...

Ayer domingo terminó la Feria de Abril de Sevilla con la tradicional corrida de Miura. Han pasado muchas cosas, unas buenas y otras no tanto. En cuanto al ganado, en general ha estado falto de presentación, sobre todo los días de las figuras. Tampoco ha habido casta a raudales. Mas bien poca, aunque esto no es nada nuevo y se repite feria tras feria, siendo la tónica general en los últimos tiempos. De las ganaderías anunciadas, decepcionaron la mayoría. Decepcionó Montealto, Conde de la Maza, Torrehandilla y Torreherberos, Daniel Ruiz, Jandilla, Núñez del Cuvillo (menos el primero bis), El Ventorrillo, Garcigrande y Miura. Se salvan de mi quema particular Fuente Ymbro, que lidió una novillada muy brava y exigente el día 13 y una extraordinaria corrida de toros el día 18. Los mejores fueron el 1º, 5º y 6º. El 5º el más bravo, el 1º con mucho recorrido y que se venía de lejos y el 6º el mejor, el de más clase. Este último, de nombre Pecador, ha sido para mí de los mejores toros de la feria. Buenos fueron también tres toros de la corrida de Victoriano del Río (2º,3º y 5º). Tuvieron clase y nobleza. Se dejaron hacer casi de todo. Dos de ellos cayeron en manos de Manzanares -que se entretuvo en cortar cuatro orejas-, y otro en el de Talavante, que cortó una. Hay que resaltar también el buen juego de tres toros de Victorino Martín (1º, 3º y 5º), otros tres de Torrestrella (3º, 4º y 6º), uno de Cuadri (el 3º), uno de Cuvillo (el 1º bis, sobrero) uno de Miura (el 5º) y sobretodo el que para mí ha sido el toro de la feria: Bilanero, de Moises Fraile. Este toro de la corrida de El Pilar pero con el hierro del propietario Moises Fraile (ya que era de procedencia Atanasio-Lisardo, distinta de la de El Pilar que es Aldeanueva) ha sido el toro más bravo y con mejor condición de todo el serial. Que manera de embestir, de humillar, de desplazarse, de acometer con casta y raza hasta el final... Un señor toro. El mejor. En cuanto a los toreros, el cuadro de honor de los triunfadores estaría compuesto por el inconmesurable José Mari Manzanares, que estuvo cumbre el día 20 cortando cuatro orejas y del que ya hablé largo y tendido en mi anterior entrada del blog, Alejandro Talavante con dos orejas, una en cada una de sus tardes e Iván Fandiño, que cortó una en la de Victorino llevándose el mejor lote. Los tres estuvieron a un gran nivel y son, para mí, los triunfadores de la feria, sobretodo José Maria Manzanares por la tremenda gesta del día 20. No por menos importantes, también tengo que destacar a otros toreros que estuvieron muy bien y que han triunfado este año en Sevilla, dejando un poso agradable y unas actuaciones dignísimas. Tal es el caso de Antonio Nazaré (ojo a la mano izquierda de este torero sevillano), que cortó una oreja, Joselito Adame, valiente torero mejicano que demostró clase y valor en su toreo y que cortó otra oreja, Javier Castaño, que volvió a estar valentísimo y templadísimo con un lote infumable de Cuadri, Jiménez Fortes, El Fundi, que volvió a dar otra lección de maestría con dos toros nada fáciles en la tarde de su despedida y que no cortó orejas por el fallo con la espada, David Mora, al que le tocó el mejor toro de la feria, el de Moisés Fraile y al que le cortó una oreja (era un toro de dos), López Simón (bien en el toro de su alternativa (oreja) resultando cogido al entrar a matar), El Fandi (dando espectáculo, pudiendo mucho a los toros y templado en muchas ocasiones) y Rafaelillo, que se gustó y estuvo muy torero con el único Miura que se dejó. De la novillada que inauguró la feria me gustó el valor y la decisión de Gonzalo Caballero, que aun sin técnica y tan verde como está, tiene lo que muchos no tienen: ganas de ser torero. Habrá que esperarle y seguir su evolución. Fernándo Adrián pudo conseguir mucho más de lo que logró, sobre todo porque se le fue un novillo de dos orejas con el que simplemente estuvo correcto. Sin pena ni gloria han pasado por la feria todos los demás actuantes, unos porque no han tenido suerte con los toros, otros por su cierta indolencia y pasotismo. Morante sólo dejó chispazos sueltos de su arte y aunque no ha tenido fortuna con los toros, tampoco estuvo demasiado entregado que digamos. Cid, Castella y Cayetano quedaron prácticamente inéditos. De los tres, el que peor sale de Sevilla es Castella, porque aparte de la adversidad de estrellarse con un ganado poco apto para el triunfo, tampoco ha estado el torero francés al nivel al que nos tiene acostumbrados. Le he visto incluso aburrido consigo mismo en muchos momentos. Daniel Luque tampoco tuvo suerte, aunque pudo cortar una oreja de su segundo toro en la corrida de El Pilar si no se hubiese puesto tan pesado con el animal y lo hubiera matado antes. Las faenas tienen su medida y si te pasas corres el riesgo de que se enfíe el cotarro. En definitiva, ha habido poco pero bueno. La alfuencia de público ha sido menor que en años anteriores, tanto por la crisis como por lo repetitvos y poco rematados de algunos carteles. Muchos días de media entrada, algunos -pocos- de tres cuartos y tan sólo dos llenos los días 20 y 26 en los que actuaba Manzanares. Para el año que viene sólo pido que se cuide más la presentación de los toros en los días de las figuras porque aunque todo en Sevilla sea muy florido y muy bonito, no se debe olvidar que estamos en una plaza de PRIMERA CATEGORÍA y como tal debe de haber seriedad en los toros. No pido el toro de Madrid ni el de Bilbao. Tan sólo un toro digno de una plaza como Sevilla, por mucho que guste lo bonito y lo agradable. Pero bueno, ya sabemos cómo se las gastan las figuras. Seguro que el año próximo mis ilusiones en el tema ganadero volverán a ser eso: ilusiones. Mi gozo en un pozo...

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