Y
es que el serial isidril que comienza en un cuarto de hora les ha venido como
anillo al dedo. Jamás podrían haber soñado con una oportunidad tan buena. Una
feria en donde no estará casi ninguna figura del toreo -por los motivos que
todos sabemos-, y en donde la mayor carga de responsabilidad recaerá sobre
ellos. Y no sólo en los que llevan muy poco tiempo de alternativa y están muy
cerca de ponerse en figura, sino también en otro tipo de torero más curtido y
con más años de alternativa que puede salir muy reforzado como figura de la
corrida dura.
Intuyo
que las figuras del toreo actuales están dando sus últimos coletazos en esto.
Unos porque torean muy poco ya y por tanto se dosifican bastante merced a su
edad y a su lógico declive físico. Otros porque están muy vistos por el público
y el aficionado y tienen poco más que decir en esto. Otros porque llevan
demasiados años de alternativa y su circuito va al margen del de los demás.
Razones varias para que los ocho o diez toreros jóvenes y los cinco o seis
toreros no tan jóvenes pero por contra poco vistos cojan el toro por los
cuernos (nunca mejor dicho) y digan eso de "aquí estoy yo para mandar en
esto y ponerme rico". Créanme si les digo que quizá nunca lo han tenido
tan fácil.
A lo largo de la historia del toreo se han malogrado
muchos buenos toreros y ha habido demasiadas esperanzas rotas. Y ha ocurrido porque
esos buenos toreros han tenido la desgracia de coincidir en tiempo y espacio
con una baraja de toreros tan impresionantes que han eclipsado a los que tan
sólo eran considerados como buenos toreros. Por suerte o por desgracia eso hoy
no está ocurriendo porque los que han sido impresionantes están de vuelta y en
retirada y los buenos que vienen arreando son muy buenos. Por tanto este tiempo
es suyo. El destino o vete tú a saber qué, les ha puesto una oportunidad de oro
delante de sus narices. Y no dudo en afirmar que el que sea capaz y tenga la
suerte de aprovecharla se pondrá muy pronto a mandar en esto. Madrid está a la
vuelta de la esquina. Es el momento de los Roca Rey, López Simón, Paco Ureña,
David Galván, Ginés Marín, Pablo Aguado, Román, Álvaro Lorenzo, José Ortega o
José Garrido. Es el momento de los dos o tres novilleros que ilusionan y que
esta temporada se van a convertir en matadores de toros. Y por supuesto también
es el momento de los Emilio de Justo, Octavio Chacón o Rubén Pinar. Es ahora o
nunca.
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