Hay
quien culpa a eso que llaman sistema, como si dicho sistema fuese una persona
que quita y pone toreros y ganaderías de las ferias. Yo nunca he creído en el
famoso sistema. Más bien siempre he creído en la idiotez y en la poca vergüenza
de algunos empresarios taurinos. La lógica es fácil: dos más dos son cuatro,
por más que uno quiera buscar lo que no existe. Yo lo he buscado y no lo he
encontrado. De ahí mi aplastante conclusión.
Los
aficionados estamos hartos de pedir toreros jóvenes y nuevos con oportunidades.
Renovación del escalafón. Savia nueva. Pues bien: la hay. Y muy buena, por
cierto. Lo curioso del asunto es que los empresarios taurinos también piden
dicha renovación, casi tanto o más que los propios aficionados. Y ahí viene la
contradicción. Los tienen y no los ponen. Y si los ponen es totalmente a
contraestilo. A contranatura. A contraquerencia, que queda más taurino. Y me
explico.
Siempre
he creído en eso que se llama el "corte de torero". De echo siempre
he catalogado a los toreros según dicho corte. Según su estilo y condiciones.
Gladiadores, lidiadores, poderosos. Valientes, tremendistas, hasta suicidas.
Templados. Artistas, sensibles, con sentimiento. Y según su corte su tipo de
toro. Porque que no os engañen: cada torero brilla más con "su" toro.
Con su tipo de toro. Con el toro que más se adapta a sus condiciones de torero
de tal o cual palo. Normalmente esto se suele cumplir con los toreros
veteranos. El problema gordo viene con los toreros jóvenes. Esos a los que hay
que cuidar y dar oportunidades desde el minuto cero. Oportunidades con
"su" toro. Con ese que se les ha vislumbrado desde su época de
novillero sin caballos.
Me
consta que hay un buen puñado de jóvenes y recientes matadores de toros que no
están toreando casi nada porque lo que les están ofreciendo no sólo es indigno
económicamente, cosa habitual en este mundo, sino que aquellas corridas que se
les ponen encima de la mesa no pegan ni con cola en "su" corte de
torero. Todo al revés. ¿Así queremos que haya futuro? ¿Así cuidamos nuestra
cantera? Apoyo totalmente a esos chavales jóvenes que se están quedando en su
casa por no matar lo que no consideran que les beneficia artísticamente. Por
decencia y por sentido del orgullo artista. Y es que parece que todos los que
empiezan tienen que tragar sí o sí con lo que les dan y/o bailar con la
más fea para ya si eso algún día disfrutar de la más guapa. No señor. Que cada uno
disfrute de lo que merece. Que a cada torero que empieza se le facilite el
camino según su forma de sentir e interpretar el toreo. Cierto es que de todos
los caminos que existen para llegar a hacerse rico en el toreo hay alguno más
duro que otro, dentro de que ninguno es fácil. Pero lo que es intolerable es
que se vaya a contracorriente. Que se intente estrellar a los jóvenes que
empiezan equivocándoles de camino o simplemente no ofreciéndoles lo que se
merecen y ya han demostrado. Apliquemos el sentido común entre todos, sobre
todo los que pinchan y cortan en esto. Seamos naturales. Que todo sea lógico.
Si lo piensan, todo sería más fácil. Y mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario