Los dobletes y los mano a mano...

No estoy de acuerdo. Lo siento. No me parece lo apropiado en los momentos en los que estamos. Me explico. Estos últimos días han salido a la palestra los carteles de las Ferias de Pamplona, Bilbao, Valencia (Feria de Julio) y El Puerto de Santa María entre otras. Y cuál es mi sorpresa que en todas ellas hay varios mano a mano y dobletes de figuras. Sinceramente no lo veo bien precisamente ahora que la Fiesta necesita de alicientes que la hagan más atractiva para el aficionado y el público en general. Habrá a quien le parezca bien que en las ferias sólo haya figuras y más si repiten varias tardes o alternan en mano a mano. Lo respeto. Pero no creo que sea lo correcto en estos tiempos de crisis que sufre la Tauromaquia. Precisamente ahora es cuando los empresarios deben abrir los carteles a otros muchos toreros que, sin ser figuras, están desarrollando una muy buena temporada. Al aficionado debemos darle variedad en las ferias, tanto de encastes como de toreros. Siempre he tenido claro que para combatir el tedio y la falta de público en las plazas, se deberían confeccionar ferias con ganaderías de distintos encastes -no sólo el Domecq- y con carteles donde haya una figura consagrada, un torero en buen momento pero que no esté en figura y otro emergente que esté empezando. Creo que ahí sí que habría interés y que a la larga sería una buena solución para salvar la Fiesta. Pero claro, soy consciente de que no es tan fácil lo que digo y de que algunos toreros no quieren torear determinadas ganaderías ni compartir cartel con otros matadores que más que compañeros son una molestia inoportuna para ellos. Así está esto. Soluciones las hay. Otra cosa es que alguien se atreva a ponerlas sin sufrir daños colaterales. Como decía en las primeras líneas de este post, me ha sorprendido ver que en Ferias relativamente cortas como Pamplona, Bilbao, Valencia y El Puerto, hay varios dobletes y varios mano a mano. Concretamente, en la Feria de San Fermín actuarán dos tardes El Juli, Juan José Padilla, Iván Fandiño, David Mora y Saúl Jiménez Fortes. En Bilbao también lo harán en dos ocasiones El Juli, Enrique Ponce, Iván Fandiño, Miguel Ángel Perera y Morante de la Puebla. Además, en el coso vasco de Vista Alegre habrá también dos mano a mano: uno entre El Juli y Manzanares y otro entre Miguel Ángel Perera e Iván Fandiño. Por su parte, en la Feria de Julio de Valencia alternarán también en mano a mano El Juli con Manzanares y Morante con Talavante. Y por si fuera poco, en El Puerto de Santa María lo harán Morante (que ya torea otra tarde en el ciclo portuense) y Manzanares. Qué quieren que les diga. No lo veo bien. Eso para mí es cerrar puertas a muchos toreros que merecen estar en esas plazas. Seguro que algún buen aficionado que esté leyendo estas líneas estará pensando en épocas pasadas, cuando en las ferias de antaño toreaban cuatro y hasta cinco tardes consecutivas en cada feria toreros como Antonio Ordóñez, Luis Miguel Dominguín, Paco Camino o Antonio Bienvenida, por citar algunos de los que más lo hicieron. De acuerdo. Pero, en primer lugar, ni estamos en los años sesenta ni entonces había tantos toreros interesantes como ahora. Eso es un hecho. ¿Por qué se le cierran los carteles de esas ferias a tantos toreros interesantes que tenemos en el escalafón? ¿Dónde están los mejicanos que tan buenas actuaciones han tenido en Madrid este último mes? ¿Dónde están los Antonio Nazaré, Miguel Ángel Delgado, Juan del Álamo o Ángel Teruel, por poner algunos ejemplos? Yo sé dónde están: en su casa aburridos. No es bueno ni saludable empachar a la gente con los mismos toreros feria tras feria, ya que se corre el riesgo de que el aficionado acabe por aborrecer a ciertos toreros, como me está pasando a mí. Si todos los días comes lo mismo y en cantidad, llegará un día que vomitarás cuando te vuelvan a poner el mismo plato. Eso es lo que está pasando en la Fiesta hoy día. Pero las figuras, que son los que más tienen que hacer por ayudar a la Fiesta en estos momentos, se cierran en banda y hacen ascos a muchas ganaderías y compañeros que vienen arreando. Y eso no es ayudar. Al contrario. Eso es destruir. Lo mismo ocurre con el tema de los dineros. Ahora que es precisamente cuando muchos empresarios están bajando los precios de los abonos y de las entradas, cuando se está exigiendo un esfuerzo mayor del que ya llevan mucho tiempo haciendo los ganaderos a la hora de vender sus toros, cuando todo el mundo del toro va ajustadísimo y anda muy mal, ahora mismo es cuando algunos toreros están pidiendo cobrar más que otros años. Hay que tener la cara muy dura para ver cómo está esto de mal y exigir más y más dinero. Aquí algunos piensan más en su futuro personal y les importa un pimiento el de la Fiesta. Así nos va. Muchos pensarán eso de voy a salvar mi culo y si esto tiene que reventar pues que reviente. Algunas figuras tienen tan poca sensibilidad y consideración que no son capaces de ver y agradecer todo lo que les ha dado esta Fiesta y el toro en concreto. Eso en mi pueblo se llama ser ingrato y desagradecido. Y a los hechos me remito. Sólo hay que ver las cantidades desorbitadas que ha cobrado Morante en Madrid esta pasada Feria, las causas de la ausencia por desacuerdos económicos de Padilla en El Puerto o la no inclusión en los carteles de Bilbao y Santander de Talavante porque, en el caso de la primera feria y según la casa Chopera, había pedido un 50% más en sus emolumentos con respecto al año pasado, y por si fuera poco, matar la de Garcigrande sí o sí y ninguna otra. Respeto profundísimamente a Padilla y Talavante, pero veo en ellos una actitud muy egoísta que en los tiempos que corren no se debe dar. Lo de Padilla hasta lo puedo entender aunque no lo comparta. El terrible percance sufrido en Zaragoza en la Feria de El Pilar 2011 le ha reportado fama mundial y un reconocimiento absoluto, pero no por ello debe exigir lo que está exigiendo en muchos sitios. Eso por no hablar de que ya no quiere ni oír hablar de ganaderías como Miura o Victorino que se lo han dado todo. Sería bonito que Padilla se olvidara por un día de tantos garcigrandes o cuvillos y se dignara a matar alguna corrida de esas que tanto le dieron hasta el percance de Zaragoza. Sería como digo un gesto por su parte y demostraría que tiene memoria, la cual parece que ha perdido en favor a su comodidad y elevada remuneración económica. La Tauromaquia se basa en gestos, no en comodidades ni compasiones. Lo de Talavante sí que es de órdago. Resulta que fracasa estrepitosamente en su encerrona con los victorinos  (donde se le fue un buen toro), demostrando así que no puede con una ganadería de las consideradas duras,  corta luego dos orejas que debió de ser una a un manso de Victoriano del Rio con el que todo buen aficionado sabe que debió estar mejor  y eso le da “alas” para exigir lo inexigible en ferias como Bilbao y Santander. ¿Pero qué se creen algunos toreros? Por favor. Esto es indignante. Por eso me parece correcta la postura de algunas empresas al no acceder a los caprichos de algunos matadores que no se han ganado ese privilegio, por muchas orejas que hayan cortado en plazas de relevancia o por mucha fama de héroes que tengan. En la historia del toreo ha habido muy pocos toreros que hayan podido exigir de verdad y esa exigencia ha tenido su base en actuaciones rotundas en plazas de primer nivel en las que ha quedado de manifiesto su poder y su maestría. Puñetazos en la mesa los han pegado pocos toreros y si miro para atrás me sobran dedos de una mano para contarlos. Desde luego no es el caso de Talavante este año. Cada uno es libre de exigir lo que quiera. Otra cosa es que las empresas tengan un sentido común justo y equitativo y nieguen los desaires de ciertos toreros. Así está esto amigos. El enfermo agoniza y en vez de poner los remedios para salvarlo, muchos se empeñan en pisarle el cuello y rematarlo. Los que están ricos no se lamentarán cuando el enfermo por fín muera. Estoy convencido de que tan sólo le lloraremos los que no vivimos de esto pero lo llevamos tan dentro que nos duele como si fuera un hijo. Y los hijos duelen.  No tengo ninguna duda.