jueves, 9 de mayo de 2013

Final del certamen "Soy novillero". Albacete, 5 de mayo de 2013.

El pasado domingo asistí a la final del certamen "Soy novillero" que se celebró en la plaza de toros de Albacete y que ha organizado Castilla La Mancha televisión. Es de alagar que una cadena pública se involucre en la fiesta tal y como están las cosas. Y mucho más con las novilladas, que han sido las auténticas perjudicadas con la subida reciente del I.V.A. El certamen se ha ido desarrollando durante estos últimos tres meses, con una primera fase de tentaderos en distintas ganaderías para seleccionar a los 18 mejores novilleros y seis novilladas sin caballos en Illescas para elegir a los tres finalistas. Y la final llegó. En primer lugar he de decir que la elección de los tres novilleros finalistas fue la correcta ya que fueron los que mejores maneras y más aptitudes desarrollaron a lo largo de las novilladas de clasificación. Así las cosas, la terna de los elegidos estaba compuesta por Ángel Olmo, Filiberto y Álvaro Lorenzo. La novillada de Alcurrucén, bien presentada para ser una sin caballos, fue buena y manejable en líneas generales sobresaliendo en ella tres novillos (2º,4º y 6º) que fueron los de mayor calidad. Los novilleros estuvieron bien en una tarde de mucha responsabilidad para ellos. De entre los tres sobresalió por sus condiciones Álvaro Lorenzo. Yo ya había oído hablar de él hace un par de años. Cuando un chaval jovencito apunta buenas maneras, en los corrillos taurinos se empieza a hablar de él. Aunque aún lleve pañales. Y esto es lo que ocurrió con Álvaro desde que tenía catorce o quince años. Auspiciado bajo el manto del torero Daniel Luque y del ganadero Paco Medina, que le ayudan y mucho, el novillero toledano dio el domingo un recital de lo que es torear largo, profundo y bien. Este chaval apunta maneras de figura del toreo y a poco que siga en ese camino y tenga suerte llegará a serlo. Todo está por ver. Con su primer novillo, que fue muy manso, no tuvo suerte, pero con el sexto estuvo cumbre. Muchos profesionales taurinos que se encontraban en el callejón, dijeron que habían visto a un chaval con proyección de figura del toreo. Y es que Álvaro ha demostrado en los tentaderos y en las dos novilladas que ha toreado un poso de torero cuajado poco habitual en un chaval tan joven y tan poco placeado. Repito: la sensación al verle era la de estar viendo a una figura del toreo. La faena al sexto novillo fue suficiente para que no hubiera dudas sobre quién debía ser el ganador del certamen. Álvaro Lorenzo fue proclamado justo vencedor del concurso. Filiberto tuvo una actuación muy digna y muy buena también, pero sin llegar a la perfección de su compañero Álvaro. Se le ve también un novillero muy cuajado. Y es que un amigo mío muy metido en los círculos taurinos me dijo el otro día que Filiberto lleva matados en el campo más de mil toros. Asi que para no estarlo. A mi juicio se equivocó con su primer novillo al empeñarse en dar circulares cuando el animal admitía al menos un par de tandas buenas más. Pero es normal que los chavales se equivoquen de vez en cuando. No olvidemos que están empezando. Creo que tanto Filiberto como su apoderado Gonzálo González se veían ganadores del certamen antes de llegar a la final. Y no sólo ellos. Mucha gente también lo veía así, dado a las extraordinarias condiciones del novillero de Calasparra. Pero nunca es bueno vender la piel del oso antes de cazarlo. Filiberto es un buen novillero que le puede mucho a los novillos y que tiene ese don tan difícil del temple. Ojalá que tenga suerte de aquí en adelante. La actuación más discreta fue la del albaceteño Angel Olmo. Tiene buenas maneras pero se le vio algo atacado y bastante por debajo del nivel de sus compañeros. En cualquier caso tiene las bases para ser torero. Y se le adivina que siempre quiere hacer las cosas bién. En cuanto a críticas, tengo dos muy claras. No estoy de acuerdo en que se le diera la vuelta al ruedo al segundo novillo. Primero y más importante porque no fue de vuelta al ruedo y segundo porque a un eral no le puedes dar la vuelta al ruedo en el arrastre en una plaza como Albacete. Eso, bajo mi punto de vista, es para utreros y sobre todo toros, que es cuando han desarrollado su máximo potencial tanto morfológico como de comportamiento. Y la otra crítica es en cuanto a la concesión de trofeos. Cierto es que estábamos en un ambiente festivo y con poca exigencia, que había muchos niños y mucho público no aficionado en los tendidos. Pero la seriedad en el palco se debe mantener siempre. El domingo se concedieron orejas que no se debían haber otorgado por el mal uso de las espadas. En un certamen como estos, la cantidad de orejas cortadas es algo secundario a la hora de elegir un triunfador. Cierto es que la primera oreja la concede el público por petición mayoritaria. La gente debe saber que hay trofeos que no se pueden pedir. En los chavales hay que mirar otra cosa aparte de los trofeos conseguidos. Aun así hay que dar las orejas que se merezcan y el domingo sobró más de un pañuelo blanco en el palco. En definitiva, ganó un chaval de 17 años que apunta muy alto y que si tiene suerte podrá vivir de esto. Aun así, el toro es tan complicado que nunca se sabe nada con seguridad. Tanto Ángel Olmo como Filiberto y Álvaro Lorenzo tienen muchas probabilidades de ser buenos toreros. Ahora ya todo depende de ellos y de mil cosas más...

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