El pasado domingo asistí a la final del certamen "Soy novillero" que se
celebró en la plaza de toros de Albacete y que ha organizado Castilla La
Mancha televisión. Es de alagar que una cadena pública se involucre en
la fiesta tal y como están las cosas. Y mucho más con las novilladas,
que han sido las auténticas perjudicadas con la subida reciente del
I.V.A. El certamen se ha ido desarrollando durante estos últimos tres
meses, con una primera fase de tentaderos en distintas ganaderías para
seleccionar a los 18 mejores novilleros y seis novilladas sin caballos
en Illescas para elegir a los tres finalistas. Y la final llegó. En
primer lugar he de decir que la elección de los tres novilleros
finalistas fue la correcta ya que fueron los que mejores maneras y más
aptitudes desarrollaron a lo largo de las novilladas de clasificación.
Así las cosas, la terna de los elegidos estaba compuesta por Ángel Olmo,
Filiberto y Álvaro Lorenzo. La novillada de Alcurrucén, bien presentada
para ser una sin caballos, fue buena y manejable en líneas generales
sobresaliendo en ella tres novillos (2º,4º y 6º) que fueron los de mayor
calidad. Los novilleros estuvieron bien en una tarde de mucha
responsabilidad para ellos. De entre los tres sobresalió por sus
condiciones Álvaro Lorenzo. Yo ya había oído hablar de él hace un par de
años. Cuando un chaval jovencito apunta buenas maneras, en los
corrillos taurinos se empieza a hablar de él. Aunque aún lleve pañales. Y
esto es lo que ocurrió con Álvaro desde que tenía catorce o quince
años. Auspiciado bajo el manto del torero Daniel Luque y del ganadero
Paco Medina, que le ayudan y mucho, el novillero toledano dio el domingo
un recital de lo que es torear largo, profundo y bien. Este chaval
apunta maneras de figura del toreo y a poco que siga en ese camino y
tenga suerte llegará a serlo. Todo está por ver. Con su primer novillo,
que fue muy manso, no tuvo suerte, pero con el sexto estuvo cumbre.
Muchos profesionales taurinos que se encontraban en el callejón, dijeron
que habían visto a un chaval con proyección de figura del toreo. Y es
que Álvaro ha demostrado en los tentaderos y en las dos novilladas que
ha toreado un poso de torero cuajado poco habitual en un chaval tan
joven y tan poco placeado. Repito: la sensación al verle era la de estar
viendo a una figura del toreo. La faena al sexto novillo fue suficiente
para que no hubiera dudas sobre quién debía ser el ganador del
certamen. Álvaro Lorenzo fue proclamado justo vencedor del concurso.
Filiberto tuvo una actuación muy digna y muy buena también, pero sin
llegar a la perfección de su compañero Álvaro. Se le ve también un
novillero muy cuajado. Y es que un amigo mío muy metido en los círculos
taurinos me dijo el otro día que Filiberto lleva matados en el campo más
de mil toros. Asi que para no estarlo. A mi juicio se equivocó con su
primer novillo al empeñarse en dar circulares cuando el animal admitía
al menos un par de tandas buenas más. Pero es normal que los chavales se
equivoquen de vez en cuando. No olvidemos que están empezando. Creo que
tanto Filiberto como su apoderado Gonzálo González se veían ganadores
del certamen antes de llegar a la final. Y no sólo ellos. Mucha gente
también lo veía así, dado a las extraordinarias condiciones del
novillero de Calasparra. Pero nunca es bueno vender la piel del oso
antes de cazarlo. Filiberto es un buen novillero que le puede mucho a los
novillos y que tiene ese don tan difícil del temple. Ojalá que tenga
suerte de aquí en adelante. La actuación más discreta fue la del
albaceteño Angel Olmo. Tiene buenas maneras pero se le vio algo atacado y
bastante por debajo del nivel de sus compañeros. En cualquier caso
tiene las bases para ser torero. Y se le adivina que siempre quiere
hacer las cosas bién. En cuanto a críticas, tengo dos muy claras. No
estoy de acuerdo en que se le diera la vuelta al ruedo al segundo
novillo. Primero y más importante porque no fue de vuelta al ruedo y
segundo porque a un eral no le puedes dar la vuelta al ruedo en el
arrastre en una plaza como Albacete. Eso, bajo mi punto de vista, es
para utreros y sobre todo toros, que es cuando han desarrollado su
máximo potencial tanto morfológico como de comportamiento. Y la otra
crítica es en cuanto a la concesión de trofeos. Cierto es que estábamos
en un ambiente festivo y con poca exigencia, que había muchos niños y
mucho público no aficionado en los tendidos. Pero la seriedad en el
palco se debe mantener siempre. El domingo se concedieron orejas que no
se debían haber otorgado por el mal uso de las espadas. En un certamen
como estos, la cantidad de orejas cortadas es algo secundario a la hora
de elegir un triunfador. Cierto es que la primera oreja la concede el
público por petición mayoritaria. La gente debe saber que hay trofeos
que no se pueden pedir. En los chavales hay que mirar otra cosa aparte
de los trofeos conseguidos. Aun así hay que dar las orejas que se
merezcan y el domingo sobró más de un pañuelo blanco en el palco. En
definitiva, ganó un chaval de 17 años que apunta muy alto y que si tiene
suerte podrá vivir de esto. Aun así, el toro es tan complicado que
nunca se sabe nada con seguridad. Tanto Ángel Olmo como Filiberto y Álvaro Lorenzo
tienen muchas probabilidades de ser buenos toreros. Ahora ya todo
depende de ellos y de mil cosas más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario