jueves, 2 de mayo de 2013

Certamen de novilladas Las Ventas 2013. Cerro gana pero Campos manda...

El pasado domingo se celebró la final del certamen de novilladas "Canal Plus/Taurodelta" de Las Ventas 2013. Tres novilladas y una final durante los domingos del mes de abril que, sinceramente, han dejado poco que reseñar. Si hablamos de los novillos que se han lidiado, así, a bote pronto, no se me viene ninguno a la cabeza que haya destacado por su gran juego. De la primera novillada de Javier Molina salvaría al noble segundo y al bravo tercero que se dejaron algo más que sus hermanos sin ser nada del otro mundo. La de "El Serrano" y el sobrero de Aurelio Hernando fue mala hasta decir basta. Muy descastada y deslucida, no permitió dar un muletazo en condiciones. En la de Hermanos Collado Ruiz y El Cotillo (con un sobrero de Martelilla, el 6º), sólo destacó el noble cuarto y en la final del domingo con reses de Guadaira, el menos malo (y más toro también) fue el segundo del lote de Tomás Campos. Muy poco para lo que se esperaba. En cuanto a presentación, hay que decir que ha sido correcta, un punto por debajo del año pasado donde salieron auténticas corridas de toros para chavales demasiado nuevos. Este año, parece ser que alguien de la empresa se ha dado cuenta de que a las novilladas de Madrid debe ir el novillo de Madrid, no el toro de Madrid como ocurrió en la edición anterior, cuyas consecuencias fueron desgraciadas para varios novilleros que acabaron en la enfermería con cornadas graves. Si a caso sólo ha habido un novillo en todo el certamen que se haya salido de esa linea: el cuarto de la final del domingo. Un auténtico toro de plaza de primera. Pero de primera de verdad, no de las de mentira. Curiosamente fue el mejor animal de la tarde. O al menos el menos malo. Fracaso ganadero total en resumidas cuentas. En cuanto a los chavales, he de decir que el que más me ha gustado ha sido Tomás Campos. Llevo siguiéndole desde que ganó el Zapato de Oro de Arnedo el año pasado. Es distinto. Tiene valor, serenidad, parsimonia, toreria, temple, mano izquierda... Muchas cosas para ser figura del toreo. Y aunque no ganó el certamen de Las Ventas, para mí es el vencedor. El ganador oficial ha sido Rafael Cerro. No voy a poner ni un pero a esta decisión. El novillero extremeño apoderado por Ortega Cano ha sido de los pocos, si no el único, que ha estado en novillero. Valiente, decidido, arriesgado y dejándose la piel ante la imposibilidad de los novillos que le tocaron en suerte. He de decir que no torea mal pero que que tiene muchas cosas que mejorar. En cualquier caso, alabo esa actitud que muchos de sus compañeros no han tenido pero también es cierto que con sólo actitud  no se consigue todo. El arrojo le ha valido ahora pero cuando sea matador de toros se le valorará por su valor, su toreo y su capacidad de poderle a los toros. Como Cerro hay montones de novilleros -el mismo Brandon Campos, el otro finalista del certamen, por ejemplo-, pero como Tomás Campos no hay muchos. Es más, me jugaría un café a que Tomás llega mucho más lejos que ninguno de los que han toreado en el certamen. Hoy en día está todo inventado y para ser figura del toreo tienes que ser distinto, tener algo que casi nadie tenga. Y eso lo tiene Tomás. Sobra decir que los tres novilleros se jugaron la vida el domingo y que lo dieron todo ante una novillada muy complicada. Rafael Cerro y Brandon Campos acabaron la lucha en la enfermería con sendas cornadas, una grave en el escroto y abdomen de 20 centímetros (la de Cerro) y otra menos grave de 15 en la pierna izquierda (la de Brandon). Gran tarde de tres chavales cuya entrega fue máxima. Como he dicho anteriormente, el ganador del premio (una furgoneta de cuadrillas) fue Rafael Cerro. Del resto de novilleros hay poco que decir. Juan Leal y Gonzalo Caballero, dos novilleros que sigo muy atentamente, no pudieron hacer nada puesto que sus novillos no les ofrecieron ninguna opción de triunfo. Me gustaron las maneras de Álvaro Sanlúcar, un chaval que puede llegar alto porque se le aprecian cositas de mucho interés. Brandon Campos, uno de los finalistas, no me disgustó. Tiene mucho valor y sabe torear, aunque tiene mucho que pulir. De los demás mejor ni hablar. Más de uno (o todos los que quedan), no deberían haber ido a Las Ventas. No estaban para ese trámite tan importante. Y es que cualquiera no puede ser torero, por mucho empeño, compañías o dinero que se ponga en ello. Decepcionente certamen ganaderamente hablando, con un novillero triunfador por jugársela de verdad y estar "en novillero" y un Tomás Campos que mostró en Madrid la tremenda proyección de torero caro que tiene. Esperemos que algún día se lo pueda hacer también al toro bravo de verdad. Ah, se me olvidaba. Casi nadie ha ido a ver las novilladas. Todas han registrado un cuarto de entrada y algunas menos de eso. Lamentable y triste. Más triste que lamentable para mí. Queremos cantera y novilladas pero nadie va a verlas. Empiezo a pensar seriamente que las novilladas no interesan a la gente y, como no hagamos algo, la llevamos clara. Al tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario