viernes, 29 de abril de 2011

Sevilla, 5ª de abono. El Juli nos devueve la ilusión...

Llegó la primera tarde de las figuras. Y al menos una no nos decepcionó. El Juli ha cuajado hoy una tarde importante. Cumbre. Poderoso. Torero, muy torero. Saltaron a la arena del coso del "baratillo" seis ejemplares de Garcigrande. En general mansotes. Algunos, como los dos de El Juli, más complicados de lo que parecían. Pero ahí había un torero con mayúsculas. Hizo mejores de lo que eran en realidad los dos toros que le tocaron en suerte. Y todo a base de ponerle las telas en la cara y ligar los muletazos cuando los animales querían irse. Ligar y ligar. Con las manos muy bajas. Hay que ver cómo está este torero. Aparte de su talento natural, mostró una ambición que muy pocos toreros tienen en este momento. Y esa ambición ha sido la que le ha permitido sacar el poco jugo que llevaban dentro sus oponentes. Chapó por el torero de Velilla de San Antonio. Dos orejas en su primero, (que en Madrid hubiera sido una) y otra de su segundo, discutible también porque pinchó al entrar a matar la primera vez y dió una estocada entera algo baja en el segundo intento. Particularmente pienso, a pesar de reconocer lo bién que ha estado, que los trofeos han sido un tanto excesivos. Creo que ha sobrado una oreja, sobretodo en el primero de su lote. En mi opinión no era de dos orejas. Además, mató de una estocada muy trasera. Pero para mí, el cómputo general de trofeos no ha sido lo importante. Lo realmente trascendental ha sido cómo ha estado ese torero hoy. Ha demostrado una vez más que le vale cualquier toro y que si por el chiquero algún día le sale una mula le hace embestir. Y eso sólo lo consiguen las figuras de verdad. Ponce y Cayetano se las vieron con animales que tuvieron buenos inicios pero que se acabaron pronto. Demasiado pronto. Echaron la persiana en las primeras matas y no pudieron más que intentarlo sin éxito. Volvemos a lo de los días precedentes; falta de casta. A Cayetano incluso le faltó acople en algunos momentos y más ganas. Más ambición. Esta temporada le estoy viendo algo desangelado. Ninguno de los toros de hoy mereció palmas en el arrastre, ni siquiera los de El Juli, cosa que me extrañó que hiciera el público sevillano teniendo en cuenta lo bién que suelen ver al toro. Por contra, fueron ovacionados. Mal. Es lo que tiene ser un toro vulgar y que caiga en manos de toreros como El Juli. Parece que han sido buenos y no es así. Mañana, si Dios quiere estaré en la plaza de Sevilla para ver a Aparicio, Morante y Manzanares con toros de Cuvillo. Es la primera vez, y ojalá que no la última que voy a La Maestranza. La maleta ya está esperándome. Espero que la pueda llenar de ilusión después de haber visto toreo del bueno. Rezo para que no se cumpla lo que tantas veces se dice en las grandes ocasiones. Ya sabeis, eso de "tarde de expectación, tarde de decepción". Estoy seguro de que a poco que ayuden los "Cuvillos", se destaparán los frascos de perfume caro y el aroma del torero bueno inundará la tarde sevillana. Dios quiera.

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