Varias cosas interesantes se han podido ver esta tarde en la
inauguración de la temporada en la plaza de toros de Las Ventas de
Madrid. Y digo varias porque a pesar de la lluvia torrencial que ha
caído sobre Madrid durante la corrida, tanto toros como toreros han
propiciado que la gente no se aburriera en los tendidos, cosa que
conforme estaba la tarde habría sido lo más sencillo. La corrida, con
cuatro toros de Torrestrella (1º, 2º, 3º y 5º) y dos toros de Torrealta
(4º y 6º) ha tenido sus cositas buenas y malas. Bien de presentación y
hechuras excepto el agalgado y cariavacado tercero, para mí el mejor
toro de la tarde ha sido el segundo, un animal noble y con transmisión
que se dejó torear con cierta facilidad por los dos pitones. Eduardo
Gallo estuvo muy firme con él, consiguiendo pasajes de lucimiento que
luego malogró con la espada. Por esta razón, perdió una oreja más que
segura. Aun así tengo la sensación que le podría haber sacado más
partido si le hubiera dejado más la muleta en la cara y le hubiera
ligado con mayor continuidad los muletazos, ya que el toro lo admitía.
Con el quinto, el torero de Salamanca no tuvo opcion ni de ponerse.
Otros dos toros que han servido y que se han dejado han sido el feo
tercero, que ha tenido un buen pitón izquierdo y con el que Nazaré ha
dado los mejores naturales de la tarde y el cuarto, un torazo de 650
kilos, con pinta de tren, con el que Urdiales ha estado dispuesto y muy
valiente. Nazaré dio la vuelta al ruedo tras matar muy bien a ese
tercero. Hubo petición de oreja, pero entre que la mayoría del público
se había metido en los interiores de la plaza para evitar el chaparrón y
que las hechuras del animal de Torrestrella no habían gustado de
salida, el posible trofeo quedó como he dicho en vuelta al ruedo. En mi
opinión le faltó un puntito de acople a la faena para que hubiera sido
de oreja. El resto de los toros (1º, 5º y 6º) han sido deslucidos e
incluso alguno probón e incierto, como el que salió en primer lugar.
Como digo, esta tarde se han visto cosas interesantes, como el buen
momento que atraviesan Urdiales, Gallo y Nazaré y una ganadería, la de
Torrestrella, que sigue teniendo mucho que decir, aunque las figuras no
le hagan ni caso. Aquí suele haber bravura, y lo sabe muy bien su
propietario, don Álvaro Domecq Romero. Otros parece que también lo saben
pero se empeñan en mirar para otro lado. El dato triste y decepcionante
de la corrida ha sido la escasa presencia de público en los tendidos.
Tan sólo un cuarto de entrada. No se ustedes, pero yo veo esto y me
deprimo. Confío en que haya sido el mal día que ha hecho hoy en Madrid y
que la gente todavía está fria y no ha entrado aún en temporada. Aunque
bien es verdad que la gente sólo va en masa a Las Ventas durante la
feria de San Isidro. Y es que el santo labrador sigue teniendo mucha
fuerza...
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