miércoles, 31 de octubre de 2012

Mucho piden pero poco dan...

Estoy indignado. Así de simple. Y la razón es muy simple. Tiene que ver con los últimos acontecimientos que se han producido en el mundo del toro. Durante estos últimos días del mes de octubre, representantes de los principales sectores profesionales taurinos, dígase empresarios, picadores, banderilleros, toreros y ganaderos se han mantenido varias reuniones con el presidente de la Comisión Taurina del Ministerio de Cultura, don Juan Antonio Gómez Angulo. El objetivo era hacer ver al representante del Ministerio en temática taurina los graves y acuciantes problemas por los que está pasando la tauromaquia en estos momentos. Y las quejas fundamentales de los distintos estamentos taurinos se han dirigido a los impuestos tan altos que hay que pagar por organizar festejos, a las altas costas de la Seguridad Social de los toreros y a la unificación de un reglamento único que valga para todo el territorio nacional. Estoy de acuerdo con que la última subida del IVA ha sido brutal y desmedida, sobre todo para los espectáculos menores como las novilladas y los rejones que han pasado de pagar un 8% a un 21%. Esto sin duda acabará al menos con las novilladas. Y si no, al tiempo. En las corridas de toros la subida ha sido menor, pasando de un 18% a un 21%. Pero aun así también se va a notar. Pero la realidad nos dice que a mayor tipo impositivo, la recaudación será menor que en anteriores temporadas. Osea, la pescadilla que se muerde la cola. Una subida que lo que va a hacer es que muchos empresarios no organicen festejos porque no hay beneficio y que mucha gente no vaya a los toros por la consecuente subida en el precio de las entradas. Se sube el IVA pero no se recaudará más. De locos. El caso es que todos los estamentos taurinos se han quejado amargamente de la citada subida del IVA, de los empresarios taurinos que no pagan a toreros y ganaderos, de la competencia desleal entre empresarios, de la posibilidad de una reducción en las cuadrillas de banderilleros y picadores para abaratar costes, de la poca afluencia de la gente a los toros, del poco caso del gobierno central a las quejas y demandas de los taurinos, del elevado precio de las entradas... Muchas quejas pero pocas soluciones. Y de los honorarios de los toreros ni mú. Quiero que quede claro de antemano que yo soy de los que piensa que los toreros se ganan bien el sueldo y que se merecen cobrar una alta cantidad de dinero por jugarse la vida. Pero no una cantidad disparatada conforme están los tiempos. Hay que ser razonables y tener sentido común. Así las cosas, los toreros se quejan de un montón de factores que perjudican a la fiesta pero que nadie les toque sus honorarios. Ellos no están dispuestos a rebajarse ni un céntimo de su caché. Los ganaderos han tenido que bajar el precio de sus toros -que tal y como está el panorama de la cría de las reses bravas está siendo prácticamente un suicidio para muchos de ellos. Muchos criadores de toros han llegado a malvender sus animales con tal de darles salida y a pesar de no ganar dinero para vivir de la ganadería, han preferido eso que mandarlos al matadero. Eso sin contar con la innumerable cantidad de toros que han ido a parar precisamente ahí por no poder haber sido vendidos para los espectáculos taurinos. Sin ir más lejos, el mismo Adolfo Martín, el día que fue cogido de extrema gravedad en su finca hace un mes, estaba embarcando treinta toros para mandarlos al matadero. Treinta toros de casi seis años. Treinta toros de plazas de primera. Lamentable y penoso al mismo tiempo. Evidentemente, la mayoría de los ganaderos de los que hablo están un escalón por debajo de las ocho o diez ganaderías punteras que hay ahora mismo en el escalafón y que sí viven de sus toros ya que venden casi todas sus camadas. Pero estos son muy pocos. La realidad es otra. Como digo, todos se ven afectados. Todos se rebajan sus honorarios. Las figuras del toreo no. Me parece de un egoismo brutal tal y como está la fiesta. Que haya diez o doce toreros, considerados figuras, que son la base de muchas ferias, que están viendo la crisis tran salvaje que está sufriendo la fiesta y que no den su brazo a torcer me parece repugnante. Ellos son los que deberían recapacitar y bajarse sus honorarios. O llegar a un acuerdo entre todos y cobrar según el aforo que llenen en las plazas. Porque no es lo mismo que tres figuras metan media plaza -como ha pasado muchas tardes esta temporada-, a que la llenen hasta la bandera. Hay que buscar soluciones entre los toreros y esta podría ser una. Que cobren según lo que llenen. Y si no se rebajan los honorarios pues que no vayan a las ferias. El escalafón tiene doscientos matadores de toros, así que por toreros no va a ser. Porque aunque no lo crean, a la mayor parte del público que va a los toros le interesa más el toro que el torero. Señores, aquí lo importante es el TORO, no tanto el torero. Y sin toro no hay fiesta. Y nos estamos cargando al toro irremediablemente, si es que no lo hemos hecho ya. Que se apueste más por el toro y no tanto por el torero. De que me sirve un cartel de figuras que cobran una auténtica burrería si luego van a salir por toriles seis gatos mansos. La fiesta no es eso amigos. Incluso los toreros deberían cobrar según los toros a los que se enfrentaran cada tarde. Con todos los respetos, no es lo mismo el matador que mata una corrida de Victorino o de Miura que el que mata una de Garcigrande o Juan Pedro. Y soy consciente del tremendo valor que tiene el ponerse delante de un toro, lleve el hierro que lleve. Sé que esta última medida que he expuesto es una utopía y que nunca se llegará a hacer realidad. No es justo que aquí lo esté pasando todo Dios mal y que los toreros no quieran rebajarse ni un céntimo sus sueldos. ¿Para qué se se está suplicando que se rebaje el IVA y la Seguridad Social entonces? ¿Para poder montar más espectáculos taurinos de garantías o para que unos pocos se enriquezcan, digase empresarios y toreros? Y es que cuando se tocan los dineros la gente corre que se las pela. En definitiva; que si se quejan que prediquen con el ejemplo y que empiecen por ellos mismos rebajándose los honorarios. Y no me sirve que varios toreros hayan pagado el 50% de las entradas a jóvenes aficionados. Es un gesto bonito si, pero insuficiente. Aquí lo importante es abaratar los costes de los espectáculos porque el gobierno no tiene intención de bajar un IVA que hace cuatro días ha subido. Mucha culpa del empecinamiento de los toreros en no ver la realidad la tiene el tan famoso G10. Bueno, ya no es G10 porque tres de los diez toreros que formaban el grupo se han bajado de un tren que desde hace tiempo venía oliendo muy mal. Cayetano, que se ha retirado y El Cid y El Fandi que se han ido del grupo en fechas recientes. Inteligentes ellos que están viendo que seguir perteneciendo a ese grupo no les puede traer mas que problemas para la temporada que viene. Ya veremos si en próximas fechas no se va del grupo alguno más gracias al efecto contagio.Y es que nunca mejor dicho, todo el toreo ya se está atando los machos para lo que se nos viene encima la próxima temporada. La consigna está clara: el que no corre, vuela.








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