viernes, 2 de agosto de 2019

No siempre ha sido así

Andan los empresarios taurinos como locos estos días por el descanso forzado por lesión de Roca Rey. Y es que el torero peruano ha tenido que colgar momentáneamente el vestido de torear por fuerza mayor. Mientras tanto los rumores de su vuelta están confundiendo a más de uno. Se habla de la Goyesca de Ronda como fecha probable de su reaparición si se opta por un tratamiento paliativo o del adiós definitivo a la temporada si decide pasar ahora por el quirófano. Y, mientras tanto, los empresarios se lamentan y buscan quién le puede sustituir en tantas y tantas plazas en las que durante estos días estaba anunciado el torero peruano.
 
Cayetano Ordoñez es el que de momento se está llevando la palma. Y es que junto a su evidente poder mediático y taquillero, se le ha sumado el triunfo de cuatro orejas en la recién concluida Feria del Toro de Pamplona. Cayetano puede gustar más o menos al aficionado, pero de lo que no hay dudas es de su enorme poder en la taquilla. Y los empresarios no son tontos. Un taquillero por otro taquillero. El torero revelación de la temporada, Pablo Aguado, y un Miguel Ángel Perera que está echando una muy buena temporada, son los otros dos toreros que están cogiendo algunas de las pocas sustituciones de Roca Rey que no ha cogido Cayetano.
Soy de la opinión de que ahora mismo hay tres o cuatro toreros desconocidos para el gran público -que no para el aficionado-, que también podrían beneficiarse de alguna que otra sustitución de Roca Rey. Pero la realidad es que no los están llamando. Y es que esto está como está. Es la contradicción de siempre: para los aficionados hay mil alicientes en cuanto a ganaderías y toreros interesantes. Para el gran público sólo hay dos o tres toreros y una o ninguna ganadería. Podemos quejarnos. Sí. Pero la realidad es la que es. Aquí nadie quiere perder ni un euro. No siempre ha sido así. Hoy por desgracia sí.

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