Y
es que lo que mantiene a Ponce año tras año en el candelero es la afición. Da
igual los años que tenga, el tiempo que lleve, que esté rico podrido. Da lo
mismo: Ponce está ahí porque tiene la afición de cuarenta toreros juntos. Qué
digo de cuarenta: de ochenta o de cien. Si muchos toreros tuvieran la afición
que tiene este hombre esto sería otro cantar. Porque a todos, absolutamente a
todos, les ha podido alguna vez la desidia y la falta de afición. Menos a Ponce
claro. Todos han perdido la ilusión por vestirse de torero alguna vez. Menos
Ponce claro. Y es que la trayectoria del torero de Chiva en cuanto a mando y
número de actuaciones tan sólo es comparable con la de otro coloso de la
historia del toreo: el gran "Lagartijo".
Con
la alternativa recién tomada, Ponce empezó a competir con las figuras del toreo
del momento. Barrió a Espartaco, destronándole de su largo reinado en lo alto
del escalafón durante tantos años. Compitió igualmente con César Rincón y
también le barrió. Como también eliminó del mapa, por mucho que algunos se
empeñen en negarlo-, a Joselito y José Tomás. Yo, que siempre he sido
mucho más de estos dos toreros que de Ponce, no tengo el más mínimo problema en
reconocer que por más que cueste admitirlo así ha sido.
Quizá
la mala suerte que ha tenido Ponce ha sido haber coincidido precisamente en
tiempo y espacio con José Tomás. Y añadiría también a Morante. Y es que la
sombra de estos dos toreros -tan demandados por el publico aunque por razones
bien distintas- quizá para muchos ha opacado un tanto la grandeza del torero
valenciano.
A
Enrique Ponce tan sólo le critico que en un momento determinado de su carrera
dejara de matar distintos encastes para centrarse tan sólo en uno. Él que
siempre ha podido con todo. Una infausta costumbre que por cierto puso de moda
el mismísimo José Tomás y que muchos siguieron al pié de la letra. Incluido el
todopoderoso Enrique Ponce. Craso error porque si su figura y su trayectoria ya
es grande con lo que ha hecho en los ruedos, aún lo habría sido más si no
hubiera seguido esa muy discutible moda impuesta por el torero de Galapagar.
La afición de Ponce debería explicarse y ponerse de
ejemplo en las escuelas taurinas. Todos los chavales que quieren ser toreros,
si no la tienen ya, deberían inyectarse en vena al menos una cuarta parte de la
afición que siempre ha tenido y sigue teniendo el maestro de Chiva. Estoy
totalmente convencido de que sólo con esa cuarta parte muchos llegarán a ser
figuras del toreo algún día. Otra cosa ya es que dicha afición les dure lo
suficiente como para estar veintiocho temporadas al máximo nivel. Eso ya lo veo
más difícil.
Buneas tardes. Ultimamente Ponce, practica el mismo destoreo retorcido y poco estetico del Juli. Y yo creo que no le hace ninguna falta, por que cuando Ponce se pone en Ponce, les da sopas con ondas a muchos de estos que estan en el top. Me pregunto que pensara cuando el a matado casi todos los encastes, y algunos de esos "vips" no los veran mas que en fotos. Da igual.
ResponderEliminarUn saludo.
Kaparra