lunes, 9 de marzo de 2015

Sevilla tiene un problema especial...

Volvió a suceder. Sevilla se quedó huérfana de figuras otra vez. ¿De quién es la culpa ahora? Mientras que el año pasado se le acusó salvajemente de villanos a la empresa Pagés y las cinco figuras ausentes se fueron de rositas, este año al parecer han cambiado las tornas. Y es que según me cuentan, en el aficionado sevillano de a pié comienza a haber una cierta desconfianza y enfado hacia los cuatro toreros de ese grupo inicial de cinco que no han querido venir este año. Para muchos aficionados de la capital hispalense, los villanos este año son Morante, el Juli, Perera y Talavante. La empresa pidió perdón públicamente como ellos querían, pero no ha habido respuesta positiva. Muy al contrario, algunos como Morante encima se han permitido el lujo de jugar al escondite con la empresa, allanando el camino primero a una posible y probable reconciliación y pegando un portazo después entonando aquello de si te he visto no me acuerdo. Y es que todo estaba listo para que Morante estuviera en la Feria de Abril. Al final, lo que todos sabemos: rotura de negociaciones porque según el torero la empresa ha mirado más por ella que por él, y una serie de mensajes por parte de Morante tanto al alcalde de Sevilla -este con visos muy claros de presunta manipulación de empresas-, como a un periodista de ABC dignos de la peor calaña. En fin, Morante es Morante, que dirían algunos. Particularmente a mí no me ha sorprendido la ausencia de la práctica totalidad de las figuras del G5. Es más, lo esperaba. Quizás lo anormal hubiera sido que todos hubieran estado este año en Sevilla después de la guerra de comunicados que hubo el año pasado. Algunos dieron su palabra de que mientras continuara la empresa Pagés al frente de La Maestranza no iban a volver a torear en Sevilla y la están cumpliendo a rajatabla. Es más, los ha habido que ni se han sentado a negociar. ¿Que esto es malo para la Fiesta? Sí. ¿Que esto es muy dañino para la plaza de toros de Sevilla? Por supuesto. Pero es de alabar también que ellos dieron su palabra de no volver y no han vuelto. Y un hombre vale lo que vale su palabra. Por tanto, en ese sentido, nada que reprochar. Por otra parte, y sin desmerecer a los tres toreros restantes, creo que la afición de Sevilla a quien quiere ver de verdad es a Manzanares. Es su torero preferido, su hijo predilecto, y lo van a ver cuatro tardes. Quizás también querían volver a ver a Morante sí o sí, y por ahí puede venir el cabreo de cierta parte de la afición, un cabreo que este año es contra el torero de la Puebla del Río por sus malas artes tanto en la negociación con la empresa como en los turbios mensajes que ha enviado a diestro y siniestro. Por lo demás, creo que se ha hecho una buena feria en líneas generales, bastante mejor que la del año pasado. Eso sí, Diego Urdiales no estará. Grave error por parte de la empresa. Y más con esa injustificada excusa de que no había hueco para él. Sin duda alguna, Sevilla y su afición se perderán el poder ver a un gran torero...

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