viernes, 13 de septiembre de 2013

Una miurada como las de antes... Villanueva del Arzobispo (Jaén), 8-09-2013.


El pasado domingo me desplacé a la localidad jienense de Villanueva del Arzobispo para ver la corrida de Miura que allí se lidiaba. La cita, al menos para mí, era ineludible. Los toros de Zahariche, una de mis ganaderías predilectas, iban a ser lidiados por Rafael Rubio "Rafaelillo", Alberto Lamelas y José Carlos Venegas. Llegué allí a eso de las doce, justo para el sorteo y enchiqueramiento de los toros. En los corrales de la plaza descansaban los seis toros que saltarían por la tarde a la arena de Villanueva. La corrida, correcta de presentación para una plaza de tercera categoría, tenía unas hechuras muy bonitas. "Debe de embestir", decía todo el mundo a las doce de la mañana. Eso sí, los toros respondían a las características típicas de la ganadería: largos como trenes, altos, sin barriga, huesudos y con alguno que otro que superaba los 600 kilos de peso. Tras el apartado, tuve la suerte de charlar un rato en el hotel con uno de los toreros de la tarde, el murciano Rafaelillo, amigo del Twitter y torero aguerrido y honrado donde los haya. Básicamente nuestra conversacón versó sobre su corrida de Pamplona y más concretamente sobre su segundo toro aquella tarde, un Miura terrorífico de nombre "Cartuchero" número 14 y 600 kilos que pronto colgará disecado en las paredes de mi casa. Me confesó que aunque su primer toro, de nombre "Pinturero", había tenido un comportamiento más noble, el que era realmente bonito y daba más miedo era "Cartuchero". "Tenia una cabeza y unos pitones impresionantes", me dijo el torero murciano. Anécdotas aparte, a eso de las seis menos cuarto de la tarde entrábamos en la plaza de Villanueva para ocupar nuestra localidad. La corrida, bajo una temperatura agradable, comenzó con 35 minutos de retraso porque al parecer no dejaba de entrar gente a la plaza. Sinceramente no me pareció bien este retraso ya que si algo tiene fama de puntual en el mundo son las corridas de toros. Lo positivo de este retraso es que la plaza registró una magnífica entrada, rozando el lleno con unos tres cuartos largos del aforo cubierto. Una buena muestra de cómo hacer bien las cosas en un pueblo humilde y sencillo de la provincia de Jaén. Aparte de una buena promoción de la empresa Taurina de Buendía y en concreto de su empresario Jorge Buendía, el reclamo de los toros de Miura hicieron el resto. Y es que no todos los días se ve una corrida de toros de la legendaría ganadería de la A con asas. Así las cosas, el primero de Miura resultó reservón, el segundo noble y con una gran pelea en el caballo y el tercero fue incomprensiblemente devuelto a los corrales por doblar dos veces las manos (a pesar de que tenía una extraordinaria condición). En su lugar salió el que estaba previsto como sexto, ya que Venegas corrió turno. Gran toro este de Miura, que resultó noble y bravo. El cuarto fue extraordinario. Bravo, con movilidad y mucha nobleza, permitió que Rafaelillo le armara el taco cortándole las dos orejas y el rabo. Se le concedió la vuelta al ruedo en el arrastre.El quinto fue quizás el garbanzo negro de la tarde: toro complicado y peligroso que se las hizo pasar canutas a Alberto Lamelas, volteándole incluso de manera aparatosa afortunadamente sin consecuencias. A pesar de ello el toro transmitió emoción a los tendidos, aunque fuera de miedo. En sexto lugar salió un torazo de El Conde de la Maza, grande y muy serio que resultó noble y manejable a pesar de que casi le matan en el caballo. En cuanto a los toreros, he de decir que los tres estuvieron muy bien. Cada uno en su línea. A destacar Rafaelillo, que le armó un lío al cuarto con capote, muleta y espada cortándole las dos orejas y rabo. En su primero dió una vuelta al ruedo.
Me gustaron como siempre las maneras de Alberto Lamelas, uno de mis toreros predilectos hoy en día, a pesar de que se llevó el peor toro de la tarde.(Oreja y oreja) Y me llamó la atención la solvencia de un José Carlos Venegas que a poco que tenga suerte va a funcionar en esto. Le ví suelto, seguro y muy valiente. (Dos orejas y oreja). Al final los tres toreros salieron a hombros, la corrida fue buena y entretenida en lineas generales y los espectadores pudimos disfrutar de una buena tarde de toros. Por fortuna, todos salimos contentos de la bonita y coqueta plaza de toros de Villanueva del Arzobispo, y yo, particularmente, gocé como nadie al ver las preciosas estampas de los toros de Miura, con esa pesencia y hechuras que la hacen única, incofundible e irrepetible. Sin duda alguna, una de mis ganaderías predilectas...
Como anécdota, he de decir que compartí la corrida con Jorge Hornos, sobrino de la familia Hornos Valiente, actuales propietarios de la vacada de Hernández Plá junto con la de San Martín y Perez de la Concha, inscritas actualmente todas con el hierro de San Martín que en su día compraron al famoso ganadero mejicano don pepe Chafik. Ni que decir tiene que Jorge me sorprendió gratamente, puesto que pude comprobar que es un aficionado extraordinario y mejor persona.

1 comentario:

  1. Muchas gracias por sus palabras. Seguiré su blog de aquí en adelante. Es muy interesante. Un saludo!

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