lunes, 10 de agosto de 2015

Las mentiras de los antis...

Estoy cansado de las mentiras que día tras día vierten a los medios de comunicación las plataformas de animalistas y antitaurinos. Para ellos cobra especial relevancia ese dicho que dice que una mentira mil veces repetida se convierte en una verdad. Y lo peor es que ellos mismos se lo han creído de tanto decirlo. Me refiero evidentemente al consabido tema de las subvenciones en tema taurino. Según ellos, la Fiesta de los Toros está subvencionada por los poderes públicos y las administraciones, cosa que es rotundamente falso. Sí que es cierto que en determinados municipios, muy pocos, la verdad, sus respectivos Ayuntamientos dedican una ínfima cantidad económica para ayudar a la organización de los espectáculos taurinos. Pero también es cierto que esa cantidad suele ser tan baja que no sirve para cubrir ni una cuarta parte de lo que cuesta montar un festejo. Y eso es tal cual. Los animalistas y los antitaurinos tienen en la supuesta ayuda de los poderes públicos su arma más mortífera, alegando que con sus impuestos no van a colaborar en la según ellos tortura pública de un animal indefenso como es el toro bravo. Pues no: ni el toro es un animalito indefenso ni sus impuestos van al sufragio de un espectáculo taurino porque sencillamente no hay tal desviación de dinero o subvenciones a dicho fin. En cambio ellos sí que trincan de las administraciones públicas y hay que decirlo sin tapujos. Las verdades a la cara y sin paños calientes. Las organizaciones antitaurinas son las más subvencionadas de cuantas existen. O dicho de otro modo: pillan pasta de todas partes. Ellos que tanto gritan eso de que los toros están fuertemente subvencionados resulta que son los que más dinero reciben con el fin de organizarse e intentar acabar con la Tauromaquia. En primer lugar, tienen una subvención del extranjero muy importante, tiene organizaciones en Holanda, en Suiza, que les dan auténticos dinerales. Por si fuera poco, además reciben dinero de todas las administraciones españolas. Sin ir más lejos, nuestro querido Ministerio de Agricultura subvenciona concretamente a cinco organizaciones antitaurinas. ¿Fuerte no? Y es que dicho Ministerio a quien debería subvencionar no es a los antitaurinos, sino a la propia agricultura y por extensión a los ganaderos, incluyendo evidentemente en este grupo a los ganaderos de reses bravas. Pero no, a estos no se les hace ni puñetero caso no sabemos con qué malévolo fin. Quizás se esté persiguiendo la muerte por inanición de la crianza del toro de lidia. No sabemos qué clase de teclas tocan las organizaciones antitaurinas en el Ministerio de Agricultura para estar representados en sus mesas y recibir dinero público para su cruzada contra la Tauromaquia. Así de hipócritas son dichas organizaciones antis y animalistas. Y ello sin hablar del tremendo apoyo mediático que reciben en los medios de comunicación. Nadie habla de que en una tarde de toros en tal o cual ciudad hay ocho, diez o veinte mil personas asistiendo a una corrida de toros y sí que se resalta y se les da publicidad a los quince o veinte antitaurinos que hay protestando contra la Fiesta de los Toros en la puerta de tal o cual plaza de toros. Lamentable. Pero en el tema de los medios de comunicación mejor no entrar porque todos, o la gran mayoría, están politizados. Esa es la gran mentira por tanto de las organizaciones antitaurinas: dicen que los toros reciben subvenciones y los que realmente las reciben son ellos para sus fines no siempre transparentes. ¿Por qué con mis impuestos tengo que colaborar a que se intente prohibir algo que amo profundamente? ¿Acaso es esto justo? Si quieren intentar abolir la Tauromaquia que lo hagan con sus propios medios, autogestionándose como hacen muchos empresarios taurinos cuando organizan una feria taurina. Y si se palma dinero pues se palma, como todo hijo de vecino que se arriesga en una tarea incierta. Pero que mi dinero se destine contra mí mismo no lo tolero. Y tú, aficionado, tampoco deberías tolerarlo...

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