lunes, 18 de mayo de 2015

Sí o sí...

Estoy cansado de escuchar que a los chavales que recién toman la alternativa hay que ponerlos sí o sí en los carteles con las figuras. Y yo me pregunto: ¿por qué? ¿Con qué motivo? ¿Así porque sí? A ver, pensemos un poco. Sí, sé que esos chavales son el futuro de la Fiesta, que sin ellos esto puede morir de abandono... En todo eso estamos de acuerdo. Lo que yo no comparto es la opinión de toda esa gente, entre los que se encuentran muchos periodistas y aficionados, de que hay que poner a cualquier precio a los jóvenes que acaban de tomar la alternativa con las figuras. Que quede claro que yo soy el primero que está en contra de que precisamente las figuras del toreo cierren sus carteles a los nuevos valores y se anuncien ellos juntos e inseparables en todas las plazas. Yo también quiero que se abran esos carteles, pero que se abran justificadamente y con cabeza. Por ejemplo: en las últimas semanas hay un empeño tremendo de mucha parte de la prensa y de la afición con que José Garrido entre en los carteles con las figuras. Y evidentemente no voy a ser yo quien se lo niegue. Es más, se está usando al chaval como bandera de una cruzada contra las figuras del toreo que no tiene ni pies ni cabeza. Resulta que a Garrido hay que ponerlo ya de matador de toros en los carteles con dichas figuras porque ha echado una buena temporada de novillero -cortó una oreja en Madrid, salió por la Puerta del Príncipe en Sevilla, se encerró triunfalmente con seis novillos en Bilbao...-. Sinceramente no lo creo. No creo que tenga que ser así. No creo que a un recién alternativado haya que ponerlo en los mejores carteles de las ferias sólo porque ha tenido una carrera exitosa como novillero. Seguro que estarás pensando que, claro, con mi forma de verlo nunca va a llegar un chaval a ser figura del toreo. ¿Y por qué no? ¿Acaso no ha habido casos de figuras del toreo consagradas cuyos primeros años de alternativa torearon más bien poco y en carteles modestos aun habiendo hecho grandes temporadas como novilleros? Claro que los hay. Y muchos. Yo soy el primero que piensa que las figuras deben de abrir sus carteles y permitir que otros toreros actúen con ellos. Pero toreros con una cierta solvencia y una experiencia más contrastada. Y doy nombres: Antonio Ferrera, Diego Urdiales, Eugenio de Mora, Morenito de Aranda, Paco Ureña, Curro Díaz, Iván fandiño, Jiménez Fortes, Alberto Aguilar, Juan del Álamo, Pepe Moral, Alberto Lamelas..., y muchos más como ellos en una situación parecida. Toreros que no desentonarían en un cartel de figuras y que podrían perfectamente resolver la papeleta, como de hecho ya han demostrado en más de una ocasión. Lo que no se puede es ilusionarnos con un novillero, darle la alternativa y querer meterlo ya en los mejores carteles. No amigo, primero hay que ganárselo, como todo y todos en esta vida. Siguiendo con el caso de Garrido en particular, hay quien se pregunta que a quién molesta este torero. ¿Sinceramente pensáis que Garrido le molesta a alguien? Yo particularmente creo que no, que los que están ahí arriba están por algo y que estos matadores de reciente alternativa no les durarían ni un asalto. El mismo Garrido sin ir más lejos se vio desbordado y por debajo del segundo toro de su lote la tarde de su alternativa en Sevilla, un animal de Juan Pedro Domecq bravo, complicado y fiero que le pidió los papeles. No nos engañemos: hoy en día pocos toreros pueden competir de tú a tú con esos ocho o diez que están en lo más alto. Y los que podrían son esos toreros de esa segunda fila que he citado antes, a los cuales no acaban de ponerlos con las figuras, no los recién doctorados, los cuales necesitan tiempo y contratos para madurar como toreros. Garrido, como otros de su generación -dígase Lama de Góngora, Ginés Marín, Álvaro Lorenzo, Varea, Gonzalo Caballero...-, tienen un futuro muy prometedor, pero un futuro que han de labrarse pacientemente. Muy pocos toreros han dado el salto de novilleros a figuras del toreo -sólo se me ocurre el caso de "El Juli" o el de Talavante más recientemente pero de distinta forma-. No queramos encumbrar tan pronto y convertir con nuestras malas decisiones a un chaval con futuro en un muñeco roto. Y lo más importante: no enarbolemos banderas sin sentido por el mero hecho de molestar por molestar. Y menos con chavales a los que podemos confundir llenándoles la cabeza de pájaros para luego estrellarlos con estrépito. Cuidado. Mucho cuidado.

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