viernes, 11 de abril de 2014

Los cánones modernos...

De un tiempo a esta parte, se ha puesto de moda una nueva forma de hacer el toreo. Unos cánones que nunca habían existido y que hoy son referencia y base para la mayoría de los toreros. Ni que decir tiene que los responsables de esta nueva corriente han sido las principales figuras del momento. Concretamente una diría yo: El Juli, aunque también otros toreros como Perera, Manzanares y Talavante le han copiado la patente en mayor o menor medida. Esa nueva forma de entender el toreo a la que me refiero la he llamado "Tauromaquia del retorcimiento y la patita atrás". Imagino que ya lo habrás entendido. Es curioso. Como sucede en todos los aspectos de la vida, cuando una cosa la hace alguien importante, inmediatamente se toma como referencia y se tiende a imitar. Es lo que está pasando. Prácticamente la totalidad de los chavales que están empezando, y que tienen como referencia a las principales figuras del toreo, están haciendo o intentando hacer el mismo toreo que ven en estos. Un toreo de suerte descargada, con la pierna de salida retrasada y escondida detrás del cuerpo. Y este, el cuerpo, retorcido, forzado, antiestético. Dicen los que creen saber que la pierna hay que ponerla ahí para poder ligar mejor. Lo que no saben o no les han dicho es que ligar se liga con la muleta gracias a las muñecas y no con el cuerpo. Pero no. Hoy hay que ser como una peonza, quedarse en el cuello del toro y girar sin parar para poder ligar, sin importarnos eso que se ha hecho siempre de vaciar los muletazos y comenzarlos de nuevo. Hoy se torea sin solución de continuidad, sin enganchar ni soltar. Hay que ligar aunque sea mal y conseguir que aquello no pare para que el personal se emocione. Y puede que así el público estalle en vítores, aunque no el aficionado de verdad. Hoy hay que retorcerse y forzar la figura para dar largura a los muletazos. Error. Grave error. ¿Dónde está la estética del toreo? ¿Es estético ver a un torero agachado por muy lejos que lleve la embestida? Dicen que si no no se puede someter al toro. Mentira. Yo he visto a muchos toreros de antes y algunos de ahora doblegar y poder a los animales sin retorcer la figura, sin ponerse feos. Y es que como dijo el maestro Paco Camino hace poco en un coloquio informal, "no se puede torear acostao". Por desgracia no he podido ver en vivo a figurones del toreo como el mismo Camino, El Viti, Ordóñez o Bienvenida, por poner un ejemplo. Eso sí, he visto todos los vídeos del mundo. Nunca estos toreros se han retorcido tanto. Nunca estos toreros han jugado a esconder la pierna. Pocas veces han descargado la suerte. Siempre han toreado derecho. Y es que hay que torear derecho. Talavante, al que antes he citado como uno de los impulsores de esta nueva corriente de toreo ventajista, lo está corrigiendo. Como él mismo dijo hace poco, se ha cansado de torear retorcido y ha vuelto a beber de la tauromaquia vertical y verdadera de sus inicios. Bien por él. Esperemos que no desista en el intento. Dicen que hoy se torea mejor que nunca. No estoy de acuerdo. Hoy se torea bien, pero depende también de quién. Algunos siguen sin enterarse de lo que es torear puro y bien. Desde mi humilde opinión, recomendaría a algunas de las principales figuras que se repasaran los vídeos de los grandes maestros de los años sesenta, setenta y ochenta. Quizá así recapacitarían, aunque lo dudo. El toreo es verdad y pureza. No es el juego del escondite. El toreo es sometimiento y estética. El toreo es un arte y el arte tiene que ser bello para emocionar. Si no nos emocionamos no pintamos nada ni en este espectáculo ni en el mundo como tal. Sé que no es fácil estar delante de un toro y hacerlo con estética y verdad. Te repito: lo sé y no hace falta que me lo recuerdes. Aun así no hagamos que esto sea más difícil todavía. Las figuras tienen el poder de cambiarlo porque sólo a ellos les harán caso las generaciones venideras. Todos ganaremos. La Fiesta la primera. Entonces podremos decir con todo convencimiento y merecimiento que hoy se torea mejor que nunca. Sin peros ni matices que valgan...

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