martes, 5 de febrero de 2013

XXIV Jornadas Taurinas de Tarazona de la Mancha. La mirada limpia de Adolfo...

El pasado fin de semana tuve el privilegio de asistir a las XXIV Jornadas Taurinas de Tarazona de la Mancha (Albacete). Desde aquí, antes que nada, aprovecho para felicitar a Isidoro Ruiz y su Peña Taurina por la organización de unas jornadas taurinas que año tras año intentan dar respuesta a los aspectos más importantes del mundo del toro. No voy a hablar aquí de todo lo que se dijo en los dos días que duraron las jornadas porque no pretendo aburrir a la poca gente que lee mis artículos. Bajo el título de "¿Tiene solución la Fiesta?", las exposiciones de Javier Villán (crítico taurino), David Mora (matador de toros), Alejandro Martínez (crítico taurino), Andrés González (matador de toros) y Filiberto Martínez (novillero de la Escuela Taurina de Albacete), estuvieron al nivel esperado, como no podía ser de otra manera. Todos defendieron la Fiesta por encima de críticas y antitaurinismos varios, y lo que quedó claro, coincidiendo en opiniones todos ellos, es que la solución de la Fiesta pasa por la unión de todos los sectores del toreo, aficionados incluidos, el abaratamiento de las entradas y la autogestión de los espectáculos taurinos, entendida a imágen y semejanza del modelo francés, que tan de moda y tan buenos resultados está dando. Si los buenos aficionados de cada lugar, unidos bajo una misma bandera, fueran los que organizaran los espectáculos taurinos, dando ideas y marcando las pautas al empresario o ayuntamiento de turno, probablemente la Fiesta tomaría otros derroteros. Y si no lo creen, fíjense en muchas plazas de Francia donde su mecanismo de funcionamiento es ese y vean los resultados: plazas llenas, toro serio e íntegro, espectáculo fiable y no demasiado caro, etc. Parece mentira que en algo que es nuestro tengamos que fijarnos en otros países que lo hacen mejor, que no engañan al aficionado y que no toman el pelo a ganaderos ni a toreros. Porque bien es sabido que el que triunfa en Francia repite. En España no siempre es así a no ser que seas un cromo de esos que los empresarios importantes se cambian de vez en cuando. Pero no me quiero desviar del tema. Como he dicho, las intervenciones de los ponentes fueron extraordinarias pero ¡ay amigo!..., ahí estaba don Adolfo Martín. Y es que el ganadero estuvo sencillamente extraordinario. En primer lugar, hay que agradecerle el gran esfuerzo que hizo al estar con nosotros después de que unos meses atrás (a finales de septiembre del año pasado) sufriera tres gravísimas cornadas al intentar llevar al camión un toro de su propiedad en su finca que junto con otros cuantos animales mandaba al matadero al no haberlos podido vender en corridas de toros. Esas tres cornadas (dos en la pierna y otra en el costado que afectó a hígado, pulmón y riñón) y que a punto estuvo de costarle la vida dado la gravedad del percance y la pérdida abundante de sangre que tuvo. Su presencia en las Jornadas de Tarazona fue, al menos para mí, el plato fuerte del fin de semana porque no todos los días se tiene el privilegio de poder estar cerca de un ganadero tan importante. Si me apuran, de los tres o cuatro criadores de toros bravos más relevantes en la actualidad. Por lo menos para mí. Como digo, Adolfo estuvo sobervio. Claro, conciso y encastado, como sus toros. Se quejó de la situación actual de la Fiesta, sobre todo en el plano ganadero y dijo que la solución a los problemas que agobian a la Fiesta es complicada. Que la hay, sí, pero que es difícil, y que esta debe pasar por la unión de todos, por el cuidado del toro en todos sus aspectos y por la autogestión de nuestros propios espectáculos taurinos. Lo mejor, no obstante, vino después. Tras finalizar las jornadas tuve la suerte de charlar un rato con él junto con mis compañeros de la Asociación Taurina de Iniesta. Y Adolfo, amablemente, se prestó a explicarnos en petit comité (eramos cuatro personas y él), los detalles de su percance unos meses atrás, la situación de su ganadería actualmente y lo turbio que está el futuro del mundo del toro. Incluso nos preguntó que era de la vida de José Antonio Iniesta, matador de toros de Iniesta al que recordaba a pesar de los años que lleva retirado y del cual dijo tenía una clase extraordinaria. Pena que José Antonio no tuviera más suerte de la que tuvo en su momento. Nos hicimos unas fotografías con él y le lanzamos el órdago de que tenía que asistir algún año a las Jornadas Taurinas de Iniesta, a lo que, a pesar de decirnos que últimamente ya no salía mucho, le vimos en disposición de aceptar nuestra propuesta. Adolfo Martín, un hombre serio, cabal y humilde. Un hombre con una mirada limpia y clara que nos miró a los ojos mientras nos hablaba de lo que hoy en día se cuece en el mundo del toro. Diez minutos de coloquio íntimo con él por el que mereció la pena desplazarse hasta Tarazona de la Mancha. Es lo que tiene esto del toro. En muchas ocasiones te llevas disgustos por miles de cosas, pero luego hay momentos que hacen que todo lo malo se te olvide. Gracias Adolfo desde aquí por su lección maestra en el coloquio de las Jornadas y por haber compartido con usted un rato de charla íntima. Ha sido un placer conocerle. La verdad es que usted, al igual que sus toros, no me ha decepcionado. Seguiré admirando su ganadería como llevo años haciéndolo, ya que desde hace mucho tiempo la tengo como una de mis preferidas. Y es que donde esté el toro encastado que se quite todo lo demás...

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