En el Toreo
no suele existir la memoria. Y mira que es difícil olvidar un buen toro, una
buena faena o una buena tarde de toros. Pero no. No existe la memoria. Es
triste pero es así. Lamentablemente, como todo en esta vida y en esta sociedad
tan carente de sensibilidad, prima más lo malo que lo bueno. Y es que todo el
mundo, en general, siempre se queda con lo malo en vez de con lo bueno o
positivo. Puedes ser un santo. En el momento que hagas algo mal ya eres la peor
persona del mundo, por no enumerar otros adjetivos que sonarían mucho peor.
En este artículo que hoy me ocupa quiero hablar de dos toreros que han sido
injustamente tratados por la prensa taurina y el aficionado . Sí, ese que se
cree en el derecho de enterrar toreros sólo por una mala tarde. Sí, ese que es
capaz de encumbrar a otros a lo más alto sólo por una tarde buena en una plaza
de relevancia. Ese que es capaz de juzgar sin compasión ni respeto a un grupo
de hombres que se juegan la vida tarde tras tarde.
Quiero hablar de El Cid e Iván Fandiño. Dos toreros que han estado en lo más
alto y que ahora están viviendo el calvario del más absoluto desprecio por
parte del periodista “íntegro” y el aficionado “exigente”. Dos matadores que
durante mucho tiempo fueron el paradigma del torero puro y honesto y que hoy
son poco menos que dos delincuentes indocumentados. Yo, que suelo tener memoria
en esto y en todo, aún recuerdo cómo los aficionados más puristas y duros
tenían a estos dos toreros como sus referentes, a los cuales seguían y
defendían ante los supuestos abusos de las figuras del toreo. También recuerdo
que esa misma prensa dura y esos mismos aficionados exigentes hablaban de veto
por parte de las mismas figuras hacia uno de ellos, concretamente hacia Iván
Fandiño. Cómo ha cambiado el cuento. Y en tan poco tiempo además.
Todo aquel que se considere buen aficionado debería estarle agradecido a El Cid
y Fandiño y ser un poco más comprensivo con los malos momentos que han podido
tener. Malos momentos que por otra parte son normales en la carrera de un
torero. Los típicos baches que diría aquel. Y la explicación es muy simple:
tanto uno como otro han dado la cara durante mucho tiempo con corridas que
muchos toreros no quieren ver ni en pintura. Tanto El Cid como Fandiño llegaron
a lo más alto por la vía de las corridas duras y exigentes, esas de los tan
halagados encastes minoritarios. Y no en cualquier plaza. Ahí están sus
actuaciones heroicas con ese tipo de ganaderías en Madrid, Bilbao, Bayona,
Pamplona o Sevilla. Pero lo más importante no es eso. Lo más relevante es que
una vez que ambos alcanzaron el estatus de figuras del toreo no dejaron de
matar ese tipo de ganaderías más exigentes, si bien es cierto que al poder
elegir se apuntaban con más asiduidad a aquellas corridas cuyo toro se
considera más comercial o “fácil”. Pero tanto uno como no dejaron de matar
victorinos, adolfos, cebadas, fuenteymbros y otras ganaderías de corte más bien
torista... Sí, lo sé. Fuente Ymbro no es una ganadería de encaste minoritario,
pero por una extraña razón muchos toreros no la quieren ver ni en pintura. Para
todos los buenos aficionados y la prensa más exigente eran los dos toreros
modelo a seguir, ya que no había otros que intercalaran con esa honradez las
corridas comerciales con las duras. Pero se nos olvidó y nos creímos en el
derecho de enterrarles para siempre aún haciendo gestas que a otros ni se les
pasan por la cabeza. Gestas que aunque no salieron todo lo bien que se esperaba
ahí quedaron. La encerrona de El Cid con victorinos y la de Fandiño con seis
toros de encastes minoritarios el año pasado ni más ni menos que en Madrid son
dos muestras claras de lo que estoy hablando. Repito: no salieron bien por
diversas circunstancias. Pero ahí quedan y, como diría aquel, que venga otro y
lo haga.
Tengamos memoria. Critiquemos, sí, pero con respeto y consideración en base a
la carrera del torero en cuestión. Con ello no estoy diciendo que lo perdonemos
todo y si un torero ha estado mal se dice y no pasa nada. Pero seamos algo más
comprensivos cuando el que está delante ha hecho méritos de sobra como para que
se le respete durante mucho tiempo. No enterremos a toreros que han llevado la
honestidad por bandera. No pisoteemos a toreros que han querido cumplir con el
aficionado llevando una carrera digna y sin huir de su responsabilidad de matar
todo tipo de encastes. Paciencia y memoria, que diría aquel. Algo casi
imposible de tener en los tiempos que corren.
Buenos dias señor Yuste. Con su permiso, decirle quiero, que las carreras de ambos toreros,se fueron al traste desde el momento en que dejaron de torear los encastes minoritarios. Empezando por el Cid, que fue campeador durante años. Y luego por Ivan. Al cual, su apoderado se empeño en hacernoslo pasar por figura ,sin antes haber ido a la universidad, y este, en cuanto pudo, se quito de los encastes minoritarios, y le fue de cabeza.
ResponderEliminarUna vez tube ocasion de hablar con el. Sobre una pregunta que le hice sobre ganaderias y bla bla bla bla. Contestome que lo haria cuando las quisiera, donde quisiera y como le diera la gana. ok. Le dije, !!ostias Ivan !!estas hablando igual que el Cid, y mira como le ha ido. Me dijo !!! no jodas tu, eso nunca !!.
En fin, una pena, por que yo creo que valian los dos.
Un saludo.
Kaparra