Días después de haber anunciado su
retirada, Borja Collado concedió una entrevista para un programa taurino de
radio. Como era de esperar, el periodista le preguntó el porqué de su retirada
y, el joven novillero valenciano contestó con una frase breve, concisa y
contundente: "Me retiro porque lo que a mí me gusta es torear y lo demás
no". Y lo demás no. Cuatro palabras. Esas cuatro palabras: "y lo
demás no". Evidentemente, el avispado periodista intentó escarbar en ese
"y lo demás no". Lo intentó por un lado y por el otro. Por un pitón y
por el otro. No hubo respuesta. Borja no quiso especificar. No quiso concretar
a qué se refería con ese "y lo demás no". La frustración del
periodista era evidente. Pero a Borja no le sacó ni un muletazo más por ese
pitón. Ese mismo día empecé a pensar en esa frase casi de manera obsesiva. ¿A
qué se podría referir con ese "y lo demás no"? ¿Qué tan importante
sería ese "y lo demás" como para que un novillero con ese futuro
mandara de golpe y porrazo al carajo toda su carrera y su aparentemente buen
futuro en esto del toro?
Por supuesto que yo no sé esas razones
ocultas aunque las puedo intuir. Podría nombrar aquí y ahora tres o cuatro
motivos por los cuales ciertas personas acaban minando la moral de muchos
chavales que empiezan en este mundo. O la de otros que llevan un cuarto de hora
como novilleros o matadores de toros. Entornos hiperexigentes, dinero y más
dinero por todos lados, favores y deudas, promesas que nunca se cumplen... Y no
quiero seguir a pesar de que sé que no estoy pinchando en hueso.
Borja lo dijo muy claro y creo que
hablaba en boca de tantos y tantos chavales que quieren ser algo en esto: a
ellos lo que realmente les gusta es torear. Los chavales que quieren ser
toreros quieren serlo porque lo que de verdad les gusta es torear. Y para disfrutar
de ello son capaces hasta de entregar su vida al toro a cambio de nada o
incluso de menos nada. De deudas. De promesas nunca cumplidas. Si luego llegan
a lo más alto y se ponen en figura y en dinero mejor. Y si no tampoco pasa
nada. Eso sí: lo que no les gusta es "todo lo demás". A ninguno. El
problema es que muchos tragan y pocos escupen. Borja fue valiente, escupió y a
más de uno le ha manchado el traje. Su frase ha removido cimientos. Al menos
los míos.