lunes, 26 de septiembre de 2011

Adiós Barcelona, adiós...

Ayer 25 de Septiembre se cerraba, de momento, la Plaza de toros Monumental de Barcelona. Ya no se podrán dar toros al menos durante un tiempo. Se ejecutaba así una de las mayores injusticias que ha dado la democrácia desde que esta existe. Una injusticia política de unos señores que siempre han odiado todo lo que huele a español. La escusa barata de que todo responde a una irreal protección de los animales, no han tapado los verdaderos motivos del cierre. Unos motivos basados en el feroz nacionalismo de unos políticos que vomitan cada vez que se habla de España y por consiguiente, de sus tradiciones. Como ya he dicho en más de una ocasión, no sólo los mandatarios catalanes son los responsables de este desaguisado. El mundo del toro tiene gran parte de responsabilidad. Durante mucho tiempo en el que la fiesta ha sido atacada no se ha hecho nada por defenderla. Pequeños detalles como la retirada del emblemático toro de Osborne o la prohibición de la celebración de espectáculos taurinos en plazas portátiles en Cataluña fueron fraguando un futuro incierto que al final se ha consumado. Otras medidas no menos agresivas como declarar la región catalana como zona antitaurina o la prohibición de la entrada de menores a las plazas de toros acabaron por confirmar una realidad que cada día se veía más cerca. Al cierre de Barcelona ya le precedieron otros cierres como el de Tarragona o Figueras en los que tampoco se hizo nada. El árbol de la tauromaquia en Cataluña se fue podando y secando sin que nadie moviera un dedo y al final ese árbol se ha caido seco y sin vida al suelo. En el horizonte una esperanza. O dos; el próximo cambio de gobierno nacional y el recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, únicas balas en la recámara que nos quedan para que esta pesadilla no se pueda terminar por consumar. Lo tenemos difícil ya que los entendidos en leyes dicen que cuando una ley es aprobada en un parlamento es muy difícil que se cambie. El empujón definitivo del medio millón de firmas a favor de la fiesta, que podrían proporcionar una moratoria indispensable para evitar la tragedia, todavía está por ver. Antes del cuatro de Noviembre deben presentarse dichas firmas y según los estadistas no se llevan más de trescientas mil. El tema pinta negro. Muy negro. Ojalá que por lo menos la plaza no se venda. Al parecer ya hay ofertas por ella de magnates que quieren convertirla en una mezquita o en un centro zoológico para niños. Venderla sería la puntilla definitiva que borraría definitivamente la fiesta de los toros en Cataluña. Lo que muchos catalanes no saben es que esta prohibición les va a salir cara. Muy cara. 450 millones de euros a los que van a tener que hacer frente los ciudadanos catalanes con sus impuestos por daños y perjucios tanto a los dueños de la plaza, los Balañá, como a los distintos empresarios y ganaderos implicados en tan atroz injusticia. Estoy seguro que la sinrazón y la cabezonería harán que se opte por el pago antes que seguir oliendo a español. En fín, una pena. Lo ocurrido ayer y antes de ayer en la plaza, taurinamente hablando, ya no tiene importancia. Han sido dos dias de triunfos, de reivindicación, de buen toreo, de cantos a la libertad, de toreros llevados en hombros hasta el hotel. Y de lágrimas, muchas lágrimas. De toreros retirados que deben parte de su éxito a esa plaza, de recuerdos de juventud cosidos a sus almas, de inicios inciertos y éxitos rotundos que les abrieron las puertas a otras plazas. Y lágrimas de toreros en activo que ya no podrán volver a liarse el capote de paseo en su patio de cuadrillas. Llantos de niños catalanes que quieren ser toreros y que probablemente nunca puedan torear en su tierra. Una injusticia cara que sólamente ese medio millón de firmas en favor de los toros, el refrendo del Tribunal Constitucional y la no venta de la plaza podría evitar. Ojalá que así sea y que dentro de tres o cuatro años podamos celebrar que Cataluña vuelve a ser taurina y libre.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Feria de Albacete 2011. Baja el toro y Manzanares sigue con su sinfonía...

Ayer domingo 18 de Septiembre terminó la tan nombrada Feria de Albacete. Una feria que todos los años lleva consigo una serie de festejos de relumbrón. Las figuras y el toro se dan cita en la capital manchega para hacer las delicias de los que amamos esta fiesta. Y el toro, seña de identidad de Albacete ha fallado este año. Siempre se dice que el toro de Albacete y Logroño es el más serio de cuantas plazas de segunda categoría existen en España. Se dice y se afirma que incluso es más grande que muchos toros que se lidian en plazas de primera categoría. Pues bién, este año no ha sido así del todo. Ha habido baile de corrales en varios días, toros rechazados por impresentables, corridas incompletas que han tenido que echar mano de varios sobreros de Luis Algarra para ser completadas. Sobreros corraleados en su mayoría que exceptuando uno han dado mal juego. Todo un despropósito. En las corridas de las figuras el toro menguó sin excepción y en otras corridas consideradas toristas también. Varios de los cebadas lidiados el sábado tenían una presencia lamentable para una plaza como la de Albacete. En resumen; el toro ha bajado y mucho este año. Así que tomen nota los Serolos porque parece que aún no se han dado cuenta de cuál es el toro que gusta en Albacete. En cuanto a los toreros, hay que destacar en primer lugar dos ausencias notables. La de Morante de la Puebla y la de José Tomás. Según dijo la empresa, Morante dijo que no venía y Tomás argumentó que Albacete no entraba en sus planes para esta temporada. Particularmente me da que dicen la verdad a medias. Hubieran quedado mejor diciendo que a Morante no le han querido contratar después de la espantá del año pasado y que José Tomás es muy caro para ellos. De los que sí actuaron en el serial hay que destacar a César Jiménez, que salió por la puerta grande el día 9, a Sergio Serrano que también cruzó esa puerta el día 8 y que repitió el día 11 sustituyendo a Iván Fandiño completando una feria extraordinaria. Este torero tiene muy buenas formas y sabe torear. Serafín Marín, Miguel Angel Perera, Curro Díaz -que hizo una torerísima faena al cuarto de la tarde del día 15-, el Juli, que estuvo poderoso como siempre y que también salió por la puerta grande el día 15 después de cortar una y una y tras que el presidente le negara la segunda oreja del quinto de la tarde. Talavante y su mano izquierda -una de las mejores del escalafón-, que encandiló a todo el público que estábamos allí. David Mora, que estuvo cumbre con los de Cebada Gago y que demostró una vez más que atraviesa el mejor momento de su carrera. Y Manzanares. Manzanares, Manzanares, Manzanares. Se comenta por Albacete que la gente todavía está toreando por las calles. Tremendo. Dos orejas en cada toro después de dos faenas inconmensurables por su poder y estética. Dos faenas ante dos toros que no eran nada del otro mundo pero que se dejaron. Este torero, con medio toro te hace un faenón. Si la faena a su primero fue sensacional, también es cierto que mató mal. Pinchó entrando a recibir en un primer intento y, sin soltar la mano de la espada, quedándose en la cara del toro, empujó la espada hasta meterla casi entera. Una manera un tanto indecorosa de matar que no gustó a parte del público que manifestó su disconformidad con la manera tan poco ortodoxa de matar del torero alicantino. En otro sitio, ese gesto feo le hubiera robado una oreja. Aún así, a sus manos fueron a parar las dos orejas de ese tercero de la tarde. Con el sexto idem de lo mismo pero esta vez matado de un imponente volapié. Probablemente la mejor estocada de la feria. Ahí ya no hubo discusión. Dos orejas rotundas. El triunfador de la feria que a buen seguro acaparará todos los premios habidos y por haber. Durante las faenas de Jose Mari ví a gente llorar, algún sombrero cayó a la arena, las gafas del Pimpi volaron hacia el torero cuando este daba la vuelta al ruedo... En fín, una apoteosis parecida a la que vivimos el 30 de Abril cuando indultó al toro "Arrojado" de Cuvillo en Sevilla. Dos faenas para el recuerdo que se sumarán al anecdotario particular con el que dentro de muchos años, si Dios quiere, deleitaré a mis nietos. Tan sólo me queda apuntar una cosa. Creo que la sustitución de Iván Fandiño del día 11 debería haber ido a parar a otras manos. No tengo nada en contra de Sergio Serrano, que estuvo muy bién las dos tardes. Pero ese hueco, a mi gusto debería haber ido a parar a las manos de Diego Urdiales, después de cómo ha estado ese torero en la reciente feria de Bilbao. O a manos de Sergio Martinez o Andrés Palacios, que torean poco pero que para mí son los mejores toreros que tiene Albacete en estos momentos. La feria acabó ayer con la novillada de Pedrés, que era toda una corrida de toros. Buena y encastada, permitió el triunfo de Victor Barrio, cuya alternativa se me antoja ya inminente. En cuanto al ganado destaco a la corrida de Juan Pedro Domecq, con tres toros muy buenos, la de Zalduendo, con otros tres toros que se dejaron, uno de Martelilla, otro de el Pizarral, dos de Albarreal y el quinto de Cebada. Aun así, en cuanto al toro la feria ha sido pobre. Mala presentación en la mayoría de los casos y con poco contenido bravo. Y un cornalón; el del banderillero de Miguel Tendero, Juan José Gimeno Mora, que por suerte se recupera ya en una clínica albaceteña y que a buen seguro podrá volver a torear en unos meses. Cuando el mes de Septiembre del año que viene llegue de nuevo, y volvamos a sentir la ilusión de ir a los toros a Albacete, miraremos atrás y yo, particularmente, sólo tendré memoria para recordar lo que ocurrió con Manzanares el día 16 de Septiembre de 2011. Todo lo demás se habrá difuminado como la niebla de la noche cuando rompe el sol de la mañana. Una mañana tan llena de vigor y verdad como el toreo mismo.